CAPÍTULO 3

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Soy tu alfa

Chu Ling fue presionado en la cama, sin poder resistirse en absoluto al beso de Han Gu. Ser besado por su propio alfa era tan cómodo y agradable que no pudo evitar querer abrir la boca para recibirlo. Pero su conciencia se negaba a cooperar ya que acababa de despedirse de su antiguo amante e inmediatamente ya estaba rodando en la cama de alguien más.

Por más que trató, no pudo hacer nada.

Han Gu ciertamente sabía lo que Chu Ling estaba pensando, así que ejerció su imposición lentamente y sin reservas.

La punta de su lengua lamió entre los labios fuertemente cerrados, induciendo al otro a abrir lentamente la boca. Chu Ling gimió incontroladamente, pero evidentemente seguía haciendo lo posible por resistir el aumento de la lujuria.

"Relájate, no te resistas...". Han Gu aprovechó la situación para sujetar los labios de Chu Ling, lamiéndolos y mordiéndolos suavemente.

"Ugh...". Chu Ling seguía resistiéndose obstinadamente. El enfrentamiento entre su espíritu y su razón era de lo más tortuoso.

"No...".

Han Gu no tuvo más remedio que persuadirlo de otra manera.

"No es tu culpa, yo te obligué".

Esa frase pareció ser efectiva, ya que Chu Ling quedó aturdido, y su resistencia se debilitó lentamente.

Aunque Han Gu no entendía qué era el amor, podía entender este sentimiento de traición. Incluso si Chu Ling no lo hizo voluntariamente, en cierto sentido, pensaba que había traicionado a Lin Xuan. Ese tipo de auto tortura mental era la más aterradora.

Aunque Han Gu había dejado pasar las cosas al principio, no podía quedarse de brazos cruzados ahora que había visto las consecuencias del auto abuso de Chu Ling.

"Lin Xuan se preocupará si estás así", dijo Han Gu mientras lo besaba.

Su tono se volvió más suave al decir: "No tengas miedo, déjame ayudarte...".

"Soy tu alfa".

La última frase sonó como una afirmación absoluta, haciendo que Chu Ling se relajara por completo. Él abrió los labios obedientemente y dejó que Han Gu invadiera su boca. Ambos lamieron y chuparon las puntas de sus lenguas enredadas entre sí y un fuerte olor sensual impregnó instantáneamente la habitación.

Cada alfa sabía exactamente cómo conquistar a su propio omega, y aunque los medios fueran diferentes, su deseo natural de querer protegerlos los obligaba a no dejar que pusieran en peligro su propia vida de ninguna manera.

Han Gu no fue más allá, aunque su omega ya era sumiso y le permitió hacer lo que quisiera. Sólo se limitó a tranquilizarlo para que se durmiera profundamente antes de salir de la habitación.

***

Chu Ling durmió profundamente durante mucho tiempo.

No había dormido bien durante casi un mes. Cuando se despertó, no supo qué hora era.

Se quedó aturdido durante un rato, y luego volvió lentamente a recobrar sus sentidos.

El último recuerdo que tenía era que había sido besado por Han Gu.

Chu Ling examinó todo su cuerpo con horror y comprobó que no había ninguna anomalía. Entonces soltó un suspiro de alivio.

Recordó que aquella vez cuando todo su cuerpo reaccionó después de que su celo acabara y se sintió casi desesperado.

¿Qué podría ser peor que eso?, pensó para sí mismo.

Se levantó de la cama, abrió las cortinas y comprobó que afuera seguía habiendo luz. Debían ser las dos y media de la tarde, así que había dormido dieciséis horas.

Primero fue al baño a ducharse y luego abrió la puerta.

Cuando estaba pensando en qué preparar para comer, encontró de repente a Han Gu sentado en el sofá y su cuerpo se puso rígido de forma antinatural en un instante.

"¿Por qué... estás aquí?".

Han Gu levantó las cejas y dijo: "Hoy es domingo".

Chu Ling no respondió, pero pensó en su corazón que era extraño ya que nunca lo había visto en casa los domingos antes.

Han Gu pareció haber escuchado lo que Chu Ling no había dicho, así que dijo: "En el futuro haré lo posible por quedarme en casa y acompañarte a partir de ahora".

Esa frase hizo que la sensación de crisis de Chu Ling volviera a aflorar.

"No seas tan receloso conmigo, no te haré nada sin tu consentimiento".

Chu Ling dejó de hablar.

Han Gu aprovechó ese momento y dijo: "¿Sabes lo que te has hecho? Cuando te quedaste dormido, pedí al médico de mi familia que te revisara. Tienes anemia, sufres de insomnio y el nivel de azúcar en tu sangre está muy bajo. Estás en un estado en el que estás a punto de tener que ir directamente al hospital para recibir atención".

"Yo...".

"Olvídalo. La mitad de la culpa es mía, porque no te cuidé bien".

Chu Ling se quedó atónito durante un rato. Parecía que desde que había conocido a este hombre, casi siempre se disculpaba cuando hablaban. No sabía cómo era Han Gu según las impresiones de otras personas, pero el fuerte Han Gu en su imaginación no debería comportarse así.

Realmente no estuvo lo suficientemente calmado durante el último mes, pero después de haberle gritado algunas palabras ayer, se sentía mucho mejor.

Chu Ling se quedó callado durante un rato, pero aun así sintió que debía agradecerle.

"Gracias".

Han Gu parecía un poco aturdido, pero rápidamente preguntó: "¿Qué sucede?".

Ambos se miraron con suspicacia.

"¿Qué te dijo Lin Xuan? Tu reacción de ayer... fue muy extraña...".

Chu Ling lo miró sin comprender y no pudo responder durante un rato.

"¿No puedes decírmelo?".

"No. Es que... no sé qué decir...".

Chu Ling realmente no sabía qué decir. Ayer, Lin Xuan volteó a verlo y lo primero que hizo fue quitar la mano que agarraba la esquina de su camisa. Eso habría sido completamente imposible antes.

Han Gu pareció entender algo por su expresión. Dijo: "Si hace algo que te entristezca, no es por ti, sino porque tienes mis feromonas encima".

Cuando Chu Ling escuchó esas palabras, levantó de repente los ojos para mirar a Han Gu.

"Los alfas naturalmente no se llevan bien y especialmente cuando un omega está involucrado, el conflicto se hará más obvio".

Han Gu deliberadamente hizo una pausa aquí antes de decir: "Espero que puedas entender lo que dije ayer".

Chu Ling bajó la cabeza y asintió en silencio.

"No muestres esa expresión. Me he esforzado mucho por contener mi instinto de alfa. Este instinto...". Han Gu se detuvo y no continuó con la frase. Sólo agregó: "Si realmente entiendes lo que estás haciendo, no te impediré que te reúnas con él. Esta será mi mayor concesión para ti".

Chu Ling se sorprendió al escuchar a un alfa decir algo como eso.

"Pero al menos no pienses en otros hombres cuando estés conmigo".

TMPUAQNEMN (Finalizado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora