TMPUAQNEMN (Finalizado)

EXTRA 11

Vida cotidiana VII (Nacimiento)

En invierno, Chu Ling dio a luz a un varón alfa que fue nombrado Han Le.

Cuando el bebé cumplió seis meses de edad, empezó a sentir mucha curiosidad por las cosas que lo rodeaban. El tiempo que pasaba durmiendo empezó a disminuir, por lo que empezó a observar sus alrededores. Aunque todavía se sentía confundido por todo, mientras Chu Ling apareciera dentro de su vista, se le quedaría viendo fijamente.

Chu Ling pensó en un principio que se debía a que cuidaba personalmente de ese pequeño y creyó que el bebé tenía una buena impresión de él. Pero tiempo después, un día Han Gu le dijo: "Tal vez porque eres un omega es que se aferra más a ti".

"¿En serio?".

Chu Ling se quedó con la mente en blanco, alargando un dedo para pinchar el pequeño rostro del bebé.

La piel de los recién nacidos era muy tierna y rebotaba inmediatamente cuando la pinchabas, así que Chu Ling se aficionó a pinchar las mejillas de su bebé, mientras deslizaba suavemente las yemas de los dedos por su rostro.

Mirando ese rostro que era muy parecido al de Han Gu, Chu Ling se quedó perplejo y no pudo evitar preguntarse si así había sido Han Gu cuando era pequeño.

¿Han Gu habrá sido así cuando era un niño? Debe haber habido momentos en los que lloraba y llamaba a su madre.

Chu Ling se llenó de alegría al pensar aquello, e inesperadamente, sus dedos fueron atrapados por una pequeña mano. Luego vio a su bebé abrir su boca y tratar de comerse uno de sus dedos.

"No puedes comer eso. Está sucio...".

Chu Ling quiso retirar su mano, pero se dio cuenta de que el agarre del pequeño era muy fuerte, sin evitar pensar que era exactamente igual a cuando su padre se aferraba a algo. Chu Ling no se atrevió a usar demasiada fuerza, por lo que accidentalmente dejó que su bebé se saliera con la suya, cubriendo su dedo con saliva. Golpeó ligeramente la pequeña carita de su bebé con su dedo cubierto de saliva y dijo: "Eres muy malo, quiero que intimides a tu papá, no a mí...".

La carita del bebé enrojeció con ese movimiento, se quedó inmóvil un momento y luego rompió a llorar.

Chu Ling hizo un gran esfuerzo para convencer al bebé de que se durmiera. Pensó para sí mismo que debía dejar de meterse en problemas.

El bebé de apellido Han era también el pequeño favorito de los vecinos que vivían cerca.

Chu Ling no confiaba en que una niñera cuidara de su bebé, así que decidió dejar de trabajar y quedarse temporalmente como ama de casa a tiempo completo. A donde quiera que fuera, era imposible que no llevara a su bebé con él.

Debido a que el lugar donde vivían estaba situado en una zona residencial de alto nivel, la mayoría de sus vecinos eran ricas empresarias o personas jubiladas. En cuanto veían a Chu Ling salir con su bebé, se reunían inmediatamente alrededor de él y le hacían preguntas.

Chu Ling ya estaba acostumbrado a lidiar con ese tipo de situaciones en su ciudad natal, así que no le importó. Pero más tarde descubrió que su bebé se comportaba especialmente bien delante de todo el mundo. A cualquiera que se le acercara para tocarle la cabeza y la cara, le mostraba una bonita sonrisa todo el rato, haciendo que a esos tíos y tías les gustara más. A menudo compraban ropa, juguetes y aperitivos y se los enviaban a su casa. Chu Ling no podía resistirse, así que tenía que aceptarlos y preparar algunos platillos caseros como agradecimiento. De esa forma, incluso si no conocía del todo a sus vecinos, se volvió más familiarizado con ellos.