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Armonía diaria VI (Periodo de embarazo)

Juego durante el embarazo

Después de experimentar su segundo orgasmo, Chu Ling sintió que toda su fuerza parecía haber sido completamente drenada, dejándolo incapaz de mover siquiera un dedo. Miró lastimosamente a Han Gu, con lágrimas resbalando por sus mejillas sobre la cama, como resultado del placer que aún no se detenía.

Han Gu le tocó cariñosamente la cabeza y bajó la suya para besarle las lágrimas.

Chu Ling resopló suavemente. Al principio quiso expresar su descontento, pero su tono suave sonó como si estuviera siendo coqueto.

Han Gu se sorprendió por la reacción de Chu Ling, así que apretó hábilmente su barbilla y besó los suaves labios de los que salía ese agradable sonido.

Chu Ling dejó escapar un gemido después de ser besado de tal manera por segunda vez, completamente inmerso en el suave consuelo de su alfa. En realidad, no pretendía culpar a Han Gu, ni ocultarle el asunto deliberadamente, era sólo que realmente temía que al tener un cuerpo tan sensible como el de ahora, pareciera un pervertido. Cada vez que se ponía a pensar en su alfa, entraba en celo en cualquier momento y en cualquier lugar. Aunque sabía que se trataba de una reacción que podía ocurrir durante el embarazo, no había olvidado que aún había una pequeña vida en su vientre que no podría resistir mucho ejercicio intenso.

Han Gu no sabía si era porque percibió las emociones de Chu Ling, pero por casualidad llevó una de sus manos a su vientre, tocándolo suavemente.

Muy cómodo, muy cómodo...

Era otra sensación tranquilizadora y cálida.

Chu Ling tarareó suavemente por la comodidad que sentía, sintiendo que su fuerza volvía ligeramente. Tomó la iniciativa para devolverle el beso a Han Gu, sin olvidar que la otra parte aún estaba siendo paciente y continuaba sosteniéndolo. Alargó su mano y tocó debajo su cuerpo sólo para notar que su parte inferior estaba realmente empapada, y su pantalón estaba cubierto de sus propios fluidos.

Chu Ling se sintió avergonzado, pero también sintió una extraña sensación de satisfacción. No sólo era propio de los alfas que quisieran dejar su propio olor en sus parejas, sino que los omegas también anhelaban lo mismo.

Han Gu se excitó aún más por eso y se liberó un poco más rápido de lo habitual.

Después de eso, le pidió a Chu Ling que se volteara y se tumbara de lado, abrazándolo por detrás.

Como la posición de ese abrazo era tan tranquilizadora, Chu Ling no puso resistencia alguna y permitió que el beso de Han Gu cayera sobre él, pasando de ser gentil a ser ardiente y lleno de deseo. El obsceno sonido del beso resonó en sus propios oídos, espalda, hombros y cuello, como el efecto envolvente de un sistema de audio de alta gama, estimulando constantemente a Chu Ling.

Chu Ling tembló suavemente, incapaz de reprimir los gemidos emocionados que emanaban de su garganta.

Han Gu empezó a acariciarlo con más fuerza, tocando su pecho, cintura, nalgas y las caras internas de sus muslos. Sólo cuando llegó al vientre de su omega, su toque se hizo más suave y gentil. Ese tipo de toques fuertes y gentiles hicieron que Chu Ling fuera incapaz de adaptarse, y su cuerpo, que ya había llegado al clímax, empezó rápidamente a excitarse de nuevo.

Chu Ling se encogió en los brazos de Han Gu, pidiendo instintivamente más y más caricias, e incluso tomó la iniciativa de frotar sus nalgas contra los genitales de la otra persona.

El miembro de Han Gu ya estaba erecto, así que, con los movimientos de Chu Ling, entró directamente en su estrecho y apretado agujero posterior sin previo aviso.

TMPUAQNEMN (Finalizado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora