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Bill

Tom ha estado muy distante este último mes, pronto cumpliremos seis meses desde aquel día en que me atreví a confesarle mi amor, no era algo que hubiera surgido de momento, ni mucho menos algo que no me hubiera pensado mucho. Me di cuenta de mis sentimientos por mi hermano mayor el día de su cumpleaños número 20, yo tenía 16 años, por aquellos días la estaba pasando realmente mal pues resulta que quien yo creía que era mi mejor amiga me había traicionado, le había confesado que me gustaban los chicos y ella corrió la voz en el instituto, ya la llevaba muy mal por el hecho de mi manera de vestir Pero podía sobrellevar todo el asunto, sin embargo está ocasión era diferente, ser gay me convertía en algo así como una escoria, era como si por el simple hecho de que me gustara un chico me convirtiera en menos hombre, todos me veían con asco, podía escuchar a las chicas burlarse incluso me llegaban a hacer propuestas sexuales para ayudarme con mi problema y convertirme en hombre… llegaba a casa para  encerrarme en mi habitación, lloraba todo el tiempo y dejé de comer. En el festejo de su cumpleaños yo no me sentía en condiciones así que solo me encerré en mi habitación, no quería ver a nadie, después me disculparía con Tom pero por el momento solo quería desaparecer entonces comenzaron a llamar a la puerta

_ Bill… Bill abre…

Era Tom

_ Tom hoy no es un buen día por favor vete

_ Bill necesito hablar contigo abre por favor

_ no Tom, no quiero ver a nadie

Entonces dejó de tocar, hasta que escuché un sonido seco que golpeaba la puerta, era Tom que empezó a azotar su peso sobre mi puerta

Pero que?...-

_ Tom, que vas a tirar mi puerta carajo

_ ya me tocaste las pelotas Bill, abre de una buena vez la puñetera puerta o la tiro

Otro golpe de escucho -

_ Tom ya basta…

Me levanté de muy mala gana y abrí la puerta cuando la abrí fui embestido por Tom quien ya había tomado impulso para intentar derribar la puerta, cuando vio que iría hasta mi abrió grandes los ojos e intentó detenerse Pero el impulso no lo dejaría

_ mierda…

Ambos fuimos directo al suelo él sobre mí, solo que en un intento por qué no me golpeara al caer su mano me tomó de la cabeza y la otra fue directo al piso para que no cayera de lleno sobre mi; nos miramos directo a los ojos para después reír como dos desesperados. Fue en ese momento, cuando algo hizo conexión en mi cabeza y en mi corazón, tener así de cerca a mí hermano lo que me hizo sentir algo en el estómago, esa sensación de adrenalina, de felicidad… esa sensación de bienestar

Se quedó hablando conmigo durante largo rato, aconsejándome, diciéndome que tenía que ser más fuerte, que no podía depender de la aceptación de todo el mundo para ser feliz, que para él yo seguía siendo el mismo, que me quería y le dolía verme mal, realmente sus palabras eran un alivio al corazón. Siempre había visto a Tom tan fuerte, tan seguro de sí que realmente lo admiraba muchísimo, deseaba algún día ser como él.

Pasaron los días y algo pasaba conmigo, cada vez veía a mi hermano con otros ojos, Tom hacía de todo para animarme hasta me invitó a su banda para que me distrajera, acepte pero solo para estar cerca de él, yo sabía que estaba mal Pero era algo que no podía evitar, cuando veía a Tom tonteando con alguna chica me molestaba mucho y me iba dejándolos tirados con los ensayos pero después entendí que no podía ser tan obvio así que solo me tragaba mi coraje y hacer como si nada. Hasta que empecé a notar que Tom me veía de manera distinta, no era de la misma manera que antes ahora era diferente. Había ganado más confianza desde que estaba con la banda, me arreglaba más e hice más amigos, las chicas me seguían pero también había chicos interesados por mi, ya no lloraba, al contrario siempre sonreía, poco a poco volvía a ser el mismo Bill de siempre.

Habían pasado dos años desde aquel día, ahora yo tenía 18 años y Tom 22.  Esa mañana cuando saliendo de la ducha me encontré con Tom en el pasillo, su reacción fue el empujón que yo necesitaba para decirle lo que sentía, su expresión al verme era justo la que esperaba, estaba nervioso y pude ver cómo se había puesto duro solo de verme así que cuando se dió la vuelta para encerrarse en su habitación no dude en ir para hablar con Tom y confesar lo que sentía por él, para mí buena suerte no me rechazó, por el contrario me había besado y yo le bese también, no lo podía creer mi Tom también me quería como yo a él, ese fue el día más feliz de mi vida.

Ahora estaba un poco distante y no entendía porque, en casa las cosas no iban bien, las peleas con nuestros padres eran cada vez más intensas, en varias ocasiones había escuchado que se divorciarian Pero siempre se arreglaban solo que al parecer las cosas ahora sí iban más en serio.

Por la noche cuando las luces ya estaban apagadas fui a hurtadillas hasta la habitación de Tom, estaba dormido así que me acerque poco a poco para no despertarlo, me metí en su cama y me sonrió y abrió los ojos para verme.

_ Billy… que pasa ratón? No puedes dormir?

_ No Tomy, necesito tus besos

Me acosté a su lado, él me abrazó, acurrucandome en su pecho, pero yo no quería dormir, hacía tiempo que estaba deseando estar con Tom pero los dos necesitábamos tiempo y más cuando él supo que yo era virgen, antes solo nos besábamos y nos tocabamos Pero de ahí no pasaba a más. Ahora me sentía listo y deseoso de él

Comencé a acariciar con la llema de mis dedos su pecho, subiendo por su cuello y repartiendo pequeños besos por su rostro sus labios y su cuello, él me sonreía con los ojos cerrados y me acariciaba la espalda, pensando que me quedaría dormido después de eso, Pero entonces mi mano comenzó a descender debajo de las sábanas acariciando su abdomen muy bien trabajado por el gimnasio y seguir hasta debajo del pantalón del pijama. Tom abrió los ojos como platos cuando sintió mi mano en su miembro acariciándolo de arriba hacía abajo logrando en un minuto que se pusiera duro, yo estaba atento a su reacción así que cuando abrió los ojos yo sonreí travieso

_ Bill que?...

_ shhhhh! Tom no me digas nada, yo estoy listo. Quiero que me lo hagas Tom, te deseo, por favor házmelo ahora.

Black Donde viven las historias. Descúbrelo ahora