Tom tenía decidido que a la mañana siguiente partiría a Los Ángeles de nuevo, junto a Ría, su prometida, en definitiva tener a Bill cerca era un reto aún mayor, el joven estaba tan cambiado, pero de igual manera aún más hermoso que nunca.
Durante esos tres días el hermano mayor pudo ver que Georg tenía especiales atenciones con el pelinegro y eso lo molestaba bastante, no podía ocultar su descontento por más que quisiera, podía ver qué entre ambos había algo más que solo una amistad, lo cual terminó de confirmar cuando la mañana anterior el castaño llegó por Bill y este al salir le plantó tremendo beso que fue correspondido por Geo; mientras la tensión entre los hermanos era palpable, pues después que llegaron a casa de su madre Tom intentó hablar con Bill Pero el pelinegro no hizo más que ignorarlo, lo cual hacía reventar a Tom que andaba de muy mal humor, Ria comenzó a saludar a Bill quien con ella a diferencia de con su hermano se portaba muy bien, parecía que se sentía muy cómodo con la presencia de la joven que de inmediato se sintió a gusto con su cuñado.
Las cosas no saldrían como Tom hubiera querido ya que al día siguiente mientras preparaba maletas para emprender el regreso a casa, tocaron la puerta, Ría fue quien abrió y enseguida llamó a su prometido.
Un hombre de traje pulcramente liso y maletín en mano fue quien llamó, se presentó como el abogado de la señora Simone Kaulitz. Tenía la encomienda de leer el testamento y última voluntad de su clienta, quien heredaba a partes iguales a sus dos hijos Tom y Bill Kaulitz, la propiedad y una cuenta bancaria que para sorpresa de los hermanos era de una cantidad generosa, la única condición que había puesto Simone era que ambos hermanos tenían que compartir la propiedad durante un año antes de siquiera poder venderla o hacer uso del dinero.
Simone sabía del distanciamiento de sus hijos y en su última voluntad había intentado acercarlos.
Tom no estaba conforme y pretendió dejar la propiedad dispuesta para su hermano al igual que la cuenta bancaria, él tenía un muy buen trabajo y no necesitaba de la herencia para subsistir, Pero fue Ría quien insistió en quedarse, bajo el argumento de que Tom necesitaba arreglar la situación con su hermano menor, insistió en que ella se adaptaría y que incluso podía hablar con su agencia para que le hicieran el cambio a Hamburgo, después de mucho insistir, Tom accedió, pero antes tendria que intentar hablar con Bill, quien no objeto nada, por el contrario parecía bastante conforme, para sorpresa del mayor
Cuando Ría habló con su representante, se encontró con que tenía que viajar a California para una sesión fotográfica, pues la habían elegido para ser el rostro de una importante marca, era un viaje de tres meses; en un principio Tom dijo que no tenia caso de que se quedara en Hamburgo y le decía que la esperaría en Los Ángeles, Pero ella de nuevo le convenció para que se quedara y terminara de arreglarse con Bill.
La mañana siguiente Tom llevó a Ría al aeropuerto, se despidió y de camino a casa estaba tratando de pensar la manera para acercarse a su hermano sin que terminarán peleando, se estaba preparando mentalmente para los posibles reclamos por parte del menor. Pero jamás se habría imaginado la sorpresa que se encontraría al llegar.
Estaba dando la vuelta a la calle vio, estacionado el auto de Geo, cuando Tom abrió la puerta y entró a la casa escuchó gemidos, era Bill quien gemía y sabía que el otro era Georg, el corazón se le aceleró y sintió como si una mano invisible le apachurrara el estómago subió poco a poco las escaleras, el sonido de los amantes era lo único que Tom podía escuchar, su respiración iba en ritmo de sus pulsaciones, se paró fuera de la habitación que estaba cerrada.
_ haaaa! Geo mmmm, que rico haaaa!, dame más Geo parteme en dos, haaaa! Demonios… Geo, Geo, Geo…
El golpeteo de piel con piel se podía escuchar acompañado de los gruñidos del castaño quien pretendía no ser tan ruidoso como Bill aún que el escuchar al pelinegro deshacerse en gemidos pronunciando su nombre lo excitaba en demasía.
Tom se negaba a creer lo que su sentido auditivo le decía tomo el pomo de la puerta haciéndolo girar, abrió muy poco la puerta apenas unos centímetros y lo que vio le detuvo el corazón.
Georg y Bill estaban completamente desnudos, el castaño tenía a Bill contra el armario de espaldas a él quien lo penetraba, Geo tenía los ojos cerrados cuando Tom se asomo así que no pudo ver cuando había Sido observado mientras retosava con su amante, Pero Bill era otra historia; estaba volteando a la puerta cuando está fue abierta por su hermano.
Los ojos de ambos se encontraron y Bill le regaló la sonrisa más lasiva de que era capaz, mientras pasaba la lengua por sus labios humedeciendolos hechando su cabeza atrás mientras seguía gimiendo descaradamente.
_ Geo, Geo… haaaa! Que rico me follas
Tom cerro de golpe la puerta, no podía creer lo que acababa de presenciar, sentía tanta rabia, podía ver cuánto había cambiado Bill Pero lo que le podía mas era haber visto que Geo tenía posecion total de ese cuerpo que para él era tan divino, tan perfecto, Pero tan prohibido. Fue directo a su habitación antes de que cometiera cualquier tontería, momentos después escucho abrirse la puerta de aquella habitación para después oír a alguien bajar las escaleras, luego escucho el auto de Georg arrancar e irse.
Estaba tumbado bocarriba en la cama con los ojos cerrados con tanta fuerza, tratando así de sacar esa imagen de su cabeza, cuando su puerta se abrió, era Bill que entraba con solo sus boxers negros puestos, Tom se alcanzo a incorporar con sus codos Pero antes de que pudiera decir algo, el pelinegro se avalanzo sobre el besándolo.

ESTÁS LEYENDO
Black
Fanfictionpuede un corazón volver a latir cuando fue destruido y obligado a odiar?