Tom
Bill me pedía que se lo hiciera, lo mire a los ojos sorprendido, no podía creer la locura que estaba a punto de cometer, Pero le deseaba con cada partícula de mi ser, lo necesitaba y sus caricias me estaban volviendo loco
_ ¿ Estás seguro?- le dije ronco por la excitación que me invadía el cuerpo entero, porque sería hipócrita decir que no lo deseaba, Bill era mi debilidad-
_ jamás he estado más seguro de algo Tomy, quiero estar contigo- su respiración era rápida, su corazón latía al ritmo de el mío
Lo bese de la misma manera tierna que el me besaba, acariciaba cada parte de su hermoso cuerpo, mi hermano tenía una piel suave, tersa, si pudiera tocar la gloria sería la misma textura de su blanca piel, se erizaba con mi tacto cerrando los ojos dejándose llevar por mi… y yo, estaba completamente ido mirando esa imagen tan perfecta, me coloque sobre él abriéndome paso entre sus piernas en un movimiento rápido Pero suave, Bill nunca había estado con nadie y eso convertía el momento aún más especial, me acerque con el mayor cuidado hasta su rostro buscando sus labios, penetrando con mi lengua saboreando a Bill, su boca era mi salvación, fui de su boca a el lóbulo de su oreja gimió suavemente, recorrí su largo cuello mientras con mis manos fui marcando el camino de su pecho hasta su ya erecto pene cuando llegue el apretó los ojos y mojo sus labios enterrando la cabeza sobre la almohada…
Bill qué bendición tenerte así
( Pensé)
Baje el pantalón del pijama de Bill, él en un movimiento desesperado quito por completo la prenda junto con su boxer, yo sonreí, acaricie la longitud de su erección, cada vez más dura, cada vez más grande y cada vez más hinchada, Bill estaba perdido por su placer y yo me ponía cada vez más caliente por verlo así, me excitaba verlo disfrutar, quería llevarlo hasta la locura.
Me incorporé de rodillas sobre la cama frente a mi amor, frente a mi amante, él al desprenderse de las atenciones que le estaba dando se vio desprotegido y de nuevo puso esa carita de inocente que me ponía aún más.
_ ¿ Qué pasa?...
_ shhhh! Acuéstate ( susurré)
El obedeció expectante, quería mirarlo así completamente desnudo, completamente indefenso, completamente entregado a mi, era como admirar una obra de arte que era solo para mí, me deshice de mi ropa quedando desnudo frente a Bill y él recorría todo mi cuerpo nervioso, tragando saliva, sudando; su mirada ansiosa viajaba por mi cuerpo.
Sin aviso fui directo hasta su pene abrí la boca y comencé la labor, jamás había estado con un hombre, solo con mujeres Pero más de una noche imaginé tenerlo así y claro que cuando nos tocábamos fantasear con este momento me ponía muchísimo
_ ah! Tom… mmm!
Intentaba no hacer ruido Pero su excitación se lo ponía difícil
_ Tom… oh! Mmm
Podía sentir su miembro endurecerse dentro de mi boca, señal de que lo estaba disfrutando, la saliva comenzaba a bajar por la comisura de mis labios empapando el pene de Bill,eso lo excitó aún más pues pude ver cómo se mordía los labios en un intento por silenciar sus gritos, levante sus piernas y baje con mi lengua hasta su entrada mojandola con mi saliva. Podía escuchar a Bill deshaciéndose en gemidos ahogados, su mano fue hasta su miembro masturbándose mientras yo lo penetraba con mi lengua
_ Tom hazlo ya por favor, te necesito dentro - suplicaba-
_ No ratón necesito prepararte, no quiero lastimarte
_ No aguanto m…
Lo sorprendí penetrando con mis dedos su entrada, comencé a moverlos dentro de él en movimientos circulares igual que hacía con una chica, la experiencia me dejaba claro que tenía que hacerlo antes de que me recibiera, poco a poco sentía la dilatación de su estrechez, yo también estaba perdiendo la razón tener a Bill en estás condiciones era irresistible
_ Bill ya está…( clavo sus ojos con los míos y asintió su mirada era de deseo y de miedo ) Tranquilo hermoso, iré poco a poco
_ mjum!
Me coloque haciendo presión poco a poco en su entrada y el placer que me estaba provocando mi penetración en Bill era magnífico, se sentía tan apretado, tan justo cerré los ojos encajando mis manos en la cadera de mi amor, atrayendolo poco a poco estaba en un trance de locura, de placer, de amor, de sexo. Lo único que me sacó de ese estado fue un débil sollozo que salía de su boca
_ Te… due… le?
( Apenas y podía hablar, estaba tan excitado que más que palabras, salían gruñidos de mi boca)
_ Un… poco … Pero no te detengas por favor!
_ Tócate Billy, tócate para mí
El obedeció fue directo a su pene y comenzó a masturbarse, fue la ocasión y aproveché para embestir lentamente, calmando mis instintos. Poco a poco Bill me pidió que fuera más rápido, al ritmo de su mano sobre su miembro y yo lo agradecí, ya no podía esperar más. Lo tomé de las piernas levantandolo un poco para sentir más profunda la penetración y lo conseguí fui hasta sus nalgas abriéndolas un poco, el placer me estaba invadiendo sentía mi pene a punto de reventar, Bill hacía movimientos con su pelvis entregándose igual que yo a nuestro placer
_ Ahí Tom, justo ahí…
_ s…si… ya lo sentí
Estaba justo en su próstata tocandola y haciendo que Bill se retorciera
_ Tom me… voy…
_ Si Billy vente… agh…
Mi gruñido y el gemido de Bill se mezclaron los dos lo habíamos logrado, habíamos llegado, mi respiración se cortó y mi mente se nublo sin dejarme pensar, solo podía sentir ese placer recorrer todo mi cuerpo paralizando mi respiración por cortos segundos y haciendo que mi corazón latiera de una manera que creía imposible
Bill estaba con los ojos cerrados intentando componerse, el sudor hacía brillar su blanca piel, yo aún estaba dentro suyo disfrutando del ligero escalofrío que viene después de terminada la faena. Acariciaba sus piernas que aún seguían abiertas para mí… salí poco a poco dejándolo disfrutar de todas estas sensaciones que eran nuevas para él.
Por fin me tumbé a su lado, ambos nos mirábamos sin decirnos nada solo sintiéndonos, solo disfrutando de esa burbuja que nos apartaba del mundo… está noche era nuestra solo importaba nuestro amor…
Y saber que pronto estaría lejos de él, tal vez esto había sido la mayor canallada que le había hecho a Bill porque él se entregó a mí y yo… pronto me iría lejos de él.
Fui egoísta.
