JUJUTSU KAISEN | NNN & DDD

𝐍𝐎𝐕𝐄𝐌𝐁𝐄𝐑 𝟓𝐓𝐇

Advertencias: +15, fem!reader,
dirty!words, short!chapter, etc.

—Kento Nanami—

Se puede notar muy fácilmente que está de mal humor; es decir, no es una novedad que siempre lo manden a trabajar horas extras, pero ésta vez realmente abusaron de su confianza. Nanami había estado haciendo misiones durante seis horas más de lo habitual; extra, extra, extra. ¿Son pagadas? Sí, demasiado bien pagadas. Pero eso a él no le importaba, porque ¿quién más le devolvería las horas que pudo haber gastado en estar a tu lado, disfrutando de tu compañía? Nadie. Y eso lo frustraba.
Para empeorarlo todo, su turno terminó a las 9:45 a.m, por lo que había llegado a casa con el cabello desordenado, su ropa arrugada y bolsas oscuras debajo de los ojos. En otras palabras, estaba jodido. Y, por si eso fuera poco, tampoco estabas en casa como para recibirlo entre tus cálidos y reconfortantes brazos.

Kento se dejó caer en el sofá, tirando su chaqueta al suelo y desaflojando su corbata para depositarla en el mismo lugar. Un largo suspiro escapo de sus labios semiabiertos y se llevó una mano pesada hacia la cara, arrastrando todo el cansancio por su desastroso y bello rostro. En este momento, no quería nada más que envolver sus brazos alrededor de tu cintura y dejarse mimar por ti; tus extremidades abrazándolo con fuerza mientras enterraba su cara en el espacio que había entre tu hombro y cuello. Pero, sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando, de repente, su mente comenzó a divagar hacia lugares más oscuros y explícitos, imaginándose tus ojos tapados con su corbata y tus muñecas atadas con su fuerte y fiel cinturón, mientras lo dejabas descargar su estrés en cada espacio de tu adictiva piel. Sus grandes manos sosteniendo la parte posterior de tu cabeza y guiándola hacia arriba y hacia abajo mientras lamías y succionabas su gruesa y dura longitud.
El hombre tembló ligeramente ante sus pensamientos, y una tos ronca salió desde el fondo de sus pulmones mientras intentaba alejar la imagen obscena de ti entre sus piernas.

Kento estaba un poco preocupado, y es que por más que pensara cosas tan sexuales sobre ti, no lograba erectarse, siendo éste un efecto del continuo cansancio que recorría su cuerpo, simultáneamente. Nunca creyó que le importaría tanto algo como eso y menos en un momento como este. –Joder, párate– pronunció entre dientes, apretando los puños a los costados del sofá y moviendo ligeramente sus caderas, en un movimiento suave y constante. Pero aún así, nada funcionaba. Le molestaba tanto no poder excitarse por ti mientras se encontraba tan cansado. Y es que tampoco quería irse a dormir sin ti a su lado. No podía, directamente.
–Maldita sea– siguió maldiciendo en voz baja, observando, a través de sus pantalones, su flácida polla. Quería estar duro, quería tener una excusa para que lo tocaras al volver de donde sea que estés. Sabía que no debía, pero estos días fueron una tortura teniendo en cuenta lo muy estresado que volvía después de las misiones. Quería poder meter su mano entre sus pantalones y masturbarse hasta correrse una y otra vez, pensando en ti y en tu delicioso y cálido coño a su alrededor, apretándolo y ordeñándolo mientras gruesas tiras de semen caliente salpicaban por todo el lugar.

Oh, Kento. Pobre Kento.

N/A: ¡No olviden seguirme para más!

Mil disculpas por lo corto y sin sentido que fue este capítulo. No tenía tiempo de hacer algo tan largo y coherente :-(

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