¡CAPÍTULO ESPECIAL!
JUNGKOOK
El viento frío de la noche me golpeaba el rostro mientras caminaba por las calles desiertas. Mis pensamientos, oscuros y enredados, giraban en torno a Jennie. Había intentado enterrarlos, pero eran imposibles de ignorar. Por mucho que quisiera aparentar que la había olvidado, ella seguía siendo el centro de mi universo. Cada paso que daba me recordaba lo que había perdido, y el vacío que dejó en mí no podía llenarse con nada ni nadie.
Aún la amaba, más de lo que podía admitir en voz alta. Mi amor por ella nunca fue el problema; siempre estuvo ahí, constante y feroz, pero también lo estaba mi necesidad de controlarlo todo. A veces, me pregunto si eso fue lo que realmente me alejó de ella: mi deseo de tenerla bajo mi dominio, de asegurarme de que siempre sería mía, incluso si eso significaba alejarme temporalmente para después intentar recuperarla a cualquier costo.
Había cometido errores, sí. Le fui infiel, la lastimé de una manera que sabía era imperdonable. Pero, incluso así, sentía que aún tenía derecho a ella. Una parte de mí, la más oscura, la más fría, pensaba que Jennie siempre sería mía. Esa mujer fuerte y decidida que me hacía arder por dentro. Nadie más tenía derecho a estar con ella. Y si alguien se interponía en mi camino para recuperarla... haría lo que fuera necesario para apartarlo. No importaba quién fuera.
Sentía que el mundo debía ceder ante mis deseos. Jennie debía volver a mí. Esa idea se arraigaba en lo más profundo de mi mente. No había opción, no había espacio para dudas. Si alguien intentaba poner una barrera entre nosotros, me encargaría de quitarlo del medio sin dudar. A veces, me veía capaz de hacer cualquier cosa, incluso algo tan extremo como... bueno, no quería pensarlo. Pero sabía que, llegado el momento, no dudaría en tomar decisiones drásticas. Mi frío control sobre mis emociones me hacía eficiente en esas situaciones.
Jennie era la única persona que me hacía sentir algo más que indiferencia hacia el mundo. No iba a permitir que nadie más se acercara a ella. Si Lisa, o cualquier otra persona, intentaba acercarse demasiado, me ocuparía de ello. Ya fuera con palabras o con actos, haría lo que tuviera que hacer para asegurarme de que Jennie volviera a donde pertenecía: conmigo.
Mientras esos pensamientos oscuros pasaban por mi mente, me detuve frente a un espejo en una tienda cerrada. Mi reflejo me devolvía la mirada: ojos fríos, vacíos de cualquier emoción excepto el deseo de control. "Volverás conmigo, Jennie", me susurré. Y haría lo que fuera necesario para que eso sucediera.
Me quedé parado frente al reflejo, mis pensamientos girando lentamente hacia un plan. Había aprendido hace mucho que para obtener lo que quería, no podía dejar que las emociones guiaran mis decisiones. Necesitaba estrategia, un movimiento calculado que me asegurara recuperar lo que era mío. Jennie no iba a volver a mí simplemente porque lo deseaba; tendría que obligar las circunstancias a nuestro favor.
Un contrato conjunto. Esa era la clave.
Jennie era brillante en los negocios, lo sabía desde siempre. Su compañía estaba creciendo rápidamente, y yo tenía los recursos para ayudarla a llegar aún más lejos. Un acuerdo entre nuestras empresas no solo sería beneficioso en términos profesionales, sino que también nos pondría en contacto constante. Día tras día. Reunión tras reunión. Y, eventualmente, bajo la presión de ese contacto cercano, algo tendría que ceder.
Ella podría intentar resistirse, podría intentar mantener su distancia, pero sabía que, al final, mis sentimientos por ella la alcanzarían. Si el pasado había sido un problema, yo me encargaría de redimirlo. Mostrándole lo que podía hacer, lo que ambos podíamos lograr juntos, profesionalmente y, eventualmente, de nuevo en lo personal.
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Negocios De Amor Jenlisa
RomanceLisa: Es la líder ejecutiva de "Lloud", una empresa multimillonaria. 29 años, es tailandesa, seria, atenta y precavida en su enfoque profesional. Jennie: Ocupa el cargo de líder ejecutiva en "Oddatelier", donde su pasión por el dinero es evidente. C...