🥀𝐿𝑂𝑉𝐸 𝐼𝑁 𝑇𝐻𝐸 𝑀𝐴𝐹𝐼𝐴🥀 (𝐿𝑎 𝑠𝑒𝑔𝑢𝑛𝑑𝑎 𝑔𝑒𝑛𝑒𝑟𝑎𝑐𝑖𝑜𝑛)

𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 16

Al día siguiente.

Alan.

Admito que nunca había venido a Italia, me vida se resumía a recorrer Turquía. Hace dos días venimos todos a este lugar y me tiene impactado todo.

Cuando salí de la casa de seguridad supuse que Sara vendría en la misma camioneta que yo, pero no fue así.

Llegamos a la pista y el imponente Jet Lee apareció frente a mí. Me sentí demasiado pequeño cuándo empezamos a subir las gradas de la lujosa madera, seguido de mí va Hera y Bernardo.

—Todo esto es de ustedes?—Pregunta mi hermana.

—Técnicamente, es de mi mamá—Dice Bernardo—El abuelo se lo heredó cuando se caso con mi padre.

—Wow, es puro lujo todo—Comento.

—Lo es, a todos les gusta viajar cómodos cuando es un viaje largo—Dice—Jamás hemos estado en vuelos comerciales, siempre viajamos con el Jet o con otra aeronave.

—Tu mamá tiene más?—Pregunta Hera.

—Oh claro que si, tiene 5 aeronaves aparte de estas, papá papá tiene 3 y todos mis tíos también—Comenta—Aunque suelen ser más helicópteros y aeronaves pequeñas para viajes de urgencia, pero solamente este es el más grande de todos.

—Si que lo es, no creí que alguien pudiera tener tanto en una aeronave—Le doy una revisión rápida a todo.

—Han sido años de trabajo, así que le gusta invertir su fortuna en lo que quiere—Dice.

—Y los demás? No vienen?—Pregunta Hera.

—No, somos los que faltabamos—Dice—Los demás demás volaron la semana pasada.

—Oh bueno, creí que podría ver a Sara—Digo.

—Puedo hablar contigo un minuto?—Me pregunta Bernardo.

—Claro.

—Cariño, ve a mi habitación llego en un momento—Dice.

—Hay habitaciones?.

—Si, la sobrecargo te guiará a la mía—señala a la mujer que sale mágicamente y se van—Acompañame.

—Bueno.

El pasillo es enorme, siento que es más de un kilómetro, pero en realidad no. Cuando llegamos al final del pasillo abre la puerta de una habitación y nos adentramos.

—Puedo saber que pasa contigo y con mi pequeña?—Pregunta y me toma desprevenido.

—Disculpa?.

—Que pasa contigo y con mi hermana?—Pregunta de nuevo.

—Ohhh...emmmm...técnicamente, nada—Le digo—Últimamente no nos hemos visto, aunque cuando recién nos conocimos solíamos hacerlo todos los días.

—De verdad?.

—Si, ya casi no tiene tiempo según ella y casi ni me contesta las llamadas o mensajes—Fingo estar desanimado.

—La quieres?.

—Si, mucho.

La habitación se queda en silencio, espero que mi jugada sirva un poco.

—Bien, veré que puedo hacer—Dice—Me caes bien y a Sara también, últimamente todos tenemos una agenda bastante apretada.

—Gracias por tu ayuda, yo también veré que hago...porque en realidad me gusta mucho—Sonrio como un niño.