🥀𝐿𝑂𝑉𝐸 𝐼𝑁 𝑇𝐻𝐸 𝑀𝐴𝐹𝐼𝐴🥀 (𝐿𝑎 𝑠𝑒𝑔𝑢𝑛𝑑𝑎 𝑔𝑒𝑛𝑒𝑟𝑎𝑐𝑖𝑜𝑛)

CAPÍTULO 37

Dos días después.

Sara.

—Ya dimos con René—dice mamá—El grupo partirá en la madrugada para ponerlo en resguardo.

—Jahad va allí?—pregunto nerviosa.

—Si, porque?—pregunta.

—Porque voy a ir—le digo y trata de impedirlo—Y no está en discusión mamá.

—Aahhhh vale, yo me encargo de eso—dice y cuelga.

Salgo de mi recámara y dejo a mis bebés con la abuela un momento en lo que voy por más de su ropa a mi casa.

Conduzco tranquila queriendo que pronto Jahad y yo podamos estar juntos y gritarle al mundo que desde hace mucho nos amamos y, sobre todo, que tenemos dos hijas preciosas.

La sola idea de pensar en que algún día quizá nos comprometamos y tengamos una boda me alborota el estómago, me bajo de mi auto con una sonrisa que se desvanece al momento de ver salir de mi casa a Camille.

(Definitivamente, era la pieza que faltaba en el rompecabezas).

—Que haces tu aquí?—pregunto totalmente seria.

—Nada de importancia, vine a dejarle algo que le mandó Hera a Alan.

—Ajá—digo reparandola de pies a cabeza.

Desde que vino acompañada de Jahad algo no me gustó, y no fue que llegará con el padre de mis hijas...si no algo externo a ello.

Después de eso me doy la vuelta y decido entrar.

—Oh Sara...se me olvidaba decirte algo—me habla Camille—Oí que Jahad le contó a sus amigos que las niñas son sus hijas.

(Mierda, y si se lo vino a decir a Alan?).

—Así que, siendo así, quería decirte que me las prestes para que vean a su padre—me volteo y la fulmino con la mirada—No tengas pena que las voy a querer y criar como si fueran mías.

—Escúchame bien perra...—le digo plantandome frente a ella con las manos en puño—Mis hijas jamás, escuchas?, JAMÁS van a estar contigo. Ellas son mis hijas y jamás van a convivir contigo, vienen de mi así que las crío yo y punto, no debes meterte.

—Pero...porque?.

—Porque a mi se me da la gana—le digo—Así que más te vale que desaparezcas de mi vista porque...

—Que mala mujer eres Sara—se ríe falsamente—Le voy a decir a Jahad que las pelee porque muero por verlas crecer al lado de su padre y que me llamen mamá.

La mujer me saca de mis casillas así que me lanzó sobre ella y empiezo a destruirle la cara y todo el pecho con golpes. En estos momentos es donde agradezco que el tío Jungkook me haya dado a escondidas el entrenamiento de un Antonegra.

—Sara!—grita Alan cargandome y llevándome lejos de ella—Que pasa?.

—Guardias!!—grito mientras me safo del agarre de Alan—GUARDIAS!! VENGAN AQUÍ, AHORA!!.

El grupo de hombres llega corriendo y Alan los detiene.

—Sara, dime que pasa ca...

—Tu...TE CALLAS!—lo señalo completamente furiosa—Saquen a esa mujer de mi casa en este momento y no quiero volver a verla en la propiedad, ESTA CLARO?!.

—Si señora, como usted ordene—dicen y arrastran a Camille fuera.

Ignoro los gritos de Alan mientras tomo una maleta de mano y empaco toda la ropa que puedo, no quiero estar más aquí.