🥀𝐿𝑂𝑉𝐸 𝐼𝑁 𝑇𝐻𝐸 𝑀𝐴𝐹𝐼𝐴🥀 (𝐿𝑎 𝑠𝑒𝑔𝑢𝑛𝑑𝑎 𝑔𝑒𝑛𝑒𝑟𝑎𝑐𝑖𝑜𝑛)

𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 29

Horas antes.

Chocó / Colombia.

Jahad.

Han pasado 4 meses y dos semanas desde que estoy aquí, parece que en realidad han pasado siglos porque cada maldito día es eterno.

No he podido parar de pensar en que es lo que está pasando en Corea, ¿me estarán buscando? Esa es la pregunta que me hago cada mañana.

He buscado la manera de salir de esta selva, pero no puedo. Solo veo árboles y árboles a los lados, para acabar de joder la situación no conozco mucho de Colombia.

Esto es un infierno, antes me quejaba del duro entrenamiento que recibía cuando me estaba formando en un soldado. Pero ahora quisiera que esos días volvieran porque aquí soy explotado hasta la última gota de sangre.

Se hacer muchas cosas en cuanto a armas y ataque, pero aquí no soy más que el lacayo del superior.

—Apúrate!—Me grita cuando estoy escribiendo lo que me dicta.

Parece que esta rapeando al estilo Eminem, así que me las apaño para completar lo que quiere y luego de que deja su sello en el papel camino tres kilómetros para dejarlo en el reten de la entrada.

—Que quieres?—Pregunta un hombre.

—El patrón manda esto—Le lanzo el sobre—Quiere que llegue a Medellín en un lapso de 6 horas como máximo.

Me doy la vuelta y empiezo a caminar de regreso, pero conforme voy avanzando hay una presión en mi pecho que me impide respirar.

Inhalo y exhalo rápidamente, pero nada funciona. Seguramente me estoy sobrepasando con mis límites, pero no hay otra manera de sobrevivir en este lugar.

—Jahad!—Grita Camille cuando llego a la carpa donde sirven la comida—Joder, que ha pasado?.

—No se...me duele el pecho—Le digo y me siento en la tabla que tenemos por taburete—Desde que venía caminando...hay algo que no me deja tranquilo.

—Dios mío...toma un poco de agua—A escondidas me da un vaso de agua y me lo empino rápidamente.

—Espero que mi padre esté bien—Le digo—El cuando se preocupa mucho tiende a enfermarse, y a veces a parado en el hospital.

—Sufre del corazón?.

—No, gracias a Dios—Le digo—Pero a veces por demasiada preocupación le ha dado taquicardia.

—Ahhhh...solo puedo decirte que espero que el este bien.

—Espero lo mismo—Aprieto la boca—Quisiera poder, aunque sea, llamarlo una sola vez.

—Debe estar moviendo cielo, mar y tierra para encontrarte.

—Te aseguro que sí, pero todos están conviviendo con el enemigo...no sé qué es exactamente lo que esté pasando.

—Alan siempre ha sabido jugar sus cartas—Sonríe sin ganas—Es muy astuto, espero que no le haga daño a tu padre.

—Te juro que si le toca un solo pelo a mi papá, la próxima vez que lo vea lo voy a matar.

—Hey! Tu!—Le grita el superior a Camille—Te quiero en mi carpa en 5 minutos.

—Si señor, como ordene—Dice y se va rápidamente.

—Tu, a hacer guardia con los demás!—Me grita y me muevo inmediatamente al lugar.

Siempre he cumplido al pie de la letra cada orden que me dan y no suelo mezclar el alcohol con el trabajo. Pero estos hombres se ponen a tomar y hacer burradas.