🥀𝐿𝑂𝑉𝐸 𝐼𝑁 𝑇𝐻𝐸 𝑀𝐴𝐹𝐼𝐴🥀 (𝐿𝑎 𝑠𝑒𝑔𝑢𝑛𝑑𝑎 𝑔𝑒𝑛𝑒𝑟𝑎𝑐𝑖𝑜𝑛)

𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 25 (𝑪𝒂𝒊𝒅𝒂 𝒎𝒐𝒓𝒕𝒂𝒍, 𝑷𝒂𝒓𝒕. 2)

Dos meses después.

*Advertencia: cambio de narradores, prestar muy bien la atención a quién está narrando para no confundirse*

Sara.

Joder, que difícil está siendo tener que sobrellevar la muerte del abuelo.

Mamá es toda una guerrera, le dolió y eso está más que obvio, yo moriría si mi padre me falta, pero ella se levantó y fue proclamada la líder oficial de la Mafia Surcoreana.

Desde el día siguiente que enterramos al abuelo, no ha dejado de trabajar para buscar al supuesto asesino de su papá. No sé porque piensa que hay alguien detrás, pero todos la están apoyando.

Yo sigo un tanto derrumbada, mi abuelo era mi mundo completo y ahora me siento vacía. Me la he pasado tomando alcohol para dejar atrás el dolor, además, no puedo olvidar que mi abuelo me dijo que estaba embarazada.

Le he dado vueltas al asunto, pero es imposible, gracias a Dios he tenido mis períodos. Jahad y yo vamos bien, he estado un poco alejada pero le agradezco que cada día me llama y me dice que me ama y que estará para mi siempre.

—Sara...esta todo bien?—Llega Alan y se sienta a mi lado en la mesa del bar dónde estoy.

(Está un poco borracho, o soy yo la borracha?).

Pero en este momento agradezco a cualquier persona que me apoya, incluyendolo a él. A pesar de que yo lo rechaze cuando me confesó su amor, el siguió estando allí.

Es un buen chico, un buen amigo.

—No, como se cura esto?—Le digo llorando—No voy a levantarme de esto jamás.

—Vas a poder, eres muy fuerte—Me dice—Todas las mujeres de tu familia tienen un temple increíble, tu también debes tenerlo y hechar para adelante.

Sigo tomando hasta que no soy consciente de lo que pasa, lo último de lo recuerdo es que estaba bailando al ritmo del reggaetón mientras me acababa una botella de Jack Daniels.

Me canso del alcohol así que me despido de Alan y decido regresar a casa.

En el camino hablo con Sasha, ella es mi mejor amiga y la única que me entiende. Dice que si quiero puedo pasar una temporada con ella en su casa de Arabia Saudita, le agradezco por la oferta tentadora, pero por ahora no quiero dejar a mi madre sola. Termino de hablar con ella, le mando un abrazo y luego sigo manejando.

Me comienza a dar sueño, pero parpadeo varias veces para no ceder. Pero lo que me alerta inmediatamente es que dos luces muy grandes aparecen frente a mí.

7 hombres se bajan de la camioneta, puedo defenderme sola, sin embargo, estoy borracha y me da un tanto de miedo. Marco el número de mi novio pero se queda solamente en el teclado ya que nunca pulso el botón para llamar.

No tengo tan clara la vista, pero estoy segura de que los hombres miden dos metros (o quizá más), así que mis intentos de defenderme quedan en vano.

Pero llega mi "ángel de la guarda" en el momento indicado.

Alan y un grupo de 3 se apresuran a disparar a los enemigos mientras que estos se defienden. Pero un también lo hago, les quito un arma y mato a 3 de ellos.

—Gracias...—Le digo.

—Desde que estábamos en el Bar vi que alguien estaba siguiéndote, así que decidí ver a donde ibas—Dice—Afortunadamente los hice porque si no esto hubiera acabado diferente.

—Lo sé, ahora te debo la vida.

Sonríe y luego pido que me lleve de vuelta al bar, tengo los nervios de punta y así no quiero llegar a mi casa. Empiezo a tomar y a tomar hasta que después de un trago "Les stars de Paris" (Las estrellas de París) pierdo la compostura completamente.