SIETE

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Capítulo siete.
« La confusión del corazón »

Yoon había entendido a la perfección el silencio de Ni-ki ante la última conversación que habían tenido, y sin más, había aceptado el distanciamiento del chico

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Yoon había entendido a la perfección el silencio de Ni-ki ante la última conversación que habían tenido, y sin más, había aceptado el distanciamiento del chico. Ella también había comenzado a ignorarlo. Ya no le devolvía la mirada fugaz cuando se lo topaba en los pasillos, evitaba estar cerca de él a toda costa, y cuando Ni-ki estaba en casa, con la madre de los chicos Yang obligándolo a cenar con ellos, Jiyoon simplemente comía en silencio, ignorando de su presencia y cada vez que alguien lo añadía a la conversación.

—No entiendo porque te afecta tanto —Wonyoung cerró la puerta de su casillero, dándole una mirada extraña a su amiga, quien permaneció recargada a su lado, demasiado pensativa y distraída.

—Ni siquiera sé si me afecta en realidad —contestó Jiyoon tras un largo suspiro, su mirada perdida en algún punto del pasillo, como si su mente estuviera muy lejos de aquella conversación. Wonyoung arqueó una ceja, sin convencerse del todo.

—¿En serio? Entonces, ¿por qué sigues dándole tantas vueltas? —insistió, cruzándose de brazos frente a ella—. Si no te afectara, ya lo habrías dejado pasar. No es como si él fuera la única persona con la que interactúas en todo el día.

Yoon soltó una risa seca y amarga. Sabía que su amiga tenía razón, pero había algo en el silencio de Ni-ki que se sentía diferente, casi como si estuviera destinado a provocarle ese malestar inexplicable que se había instalado en su pecho.

—Es solo... extraño —admitió finalmente, bajando la mirada hacia el suelo—. Siempre habíamos sido cercanos, o al menos lo suficientemente cordiales como para hablar de vez en cuando. No entiendo por qué de repente todo se siente tan frío.

Wonyoung suspiró, cambiando su postura. Se inclinó un poco hacia su amiga, como si estuviera buscando el momento adecuado para decir algo que Yoon no quisiera oír.

—Tal vez se siente incómodo contigo —dijo finalmente, tratando de medir la reacción de su amiga—. O tal vez... le importas más de lo que piensas. A veces la gente se aleja cuando no sabe cómo manejar lo que siente.

Yoon la miró con incredulidad, como si sus palabras no tuvieran sentido.

—¿Crees que se aleja porque... le importo? —preguntó en voz baja, casi como si le costara creerlo. Wonyoung e encogió de hombros.

—No soy experta en lenguaje corporal, pero he visto cómo te mira a veces. Y cuando tú también decidiste distanciarte de él, bueno, no sé si te diste cuenta, pero no es como si él estuviera completamente bien con eso. Lo noto en su forma de actuar cuando está cerca de ti, está tenso, incómodo... Diferente.

Yoon parpadeó, sorprendida por lo que escuchaba. Siempre había asumido que Ni-ki simplemente había perdido el cariño que alguna vez se tuvieron. Pero si Wonyoung tenía razón, entonces el distanciamiento de Ni-ki era más complicado de lo que había imaginado.

—¿Y qué se supone que haga con eso? —murmuró, frotándose la frente con una mano. Wonyoung la observó en silencio por unos segundos antes de suspirar.

—Eso depende de ti. Si realmente no te afecta, entonces, déjalo pasar. Pero si en el fondo te importa, tal vez deberías intentar hablar con él. A veces el orgullo nos impide solucionar cosas que son importantes.

Jiyoon no respondió de inmediato. Las palabras de su amiga resonaban en su mente mientras el bullicio del pasillo seguía fluyendo a su alrededor. Mientras caminaban juntas hacia el aula, no pudo evitar pensar en todas las veces que había intentado ignorar la presencia de Ni-ki, obligándose a no mirarlo, a no buscarlo. Al principio había pensado que era la mejor opción para ambos, pero ahora empezaba a preguntarse si había cometido un error. La clase transcurrió lenta y monótona. Trató de concentrarse en la lección, pero su mente divagaba, volviendo una y otra vez a su última interacción con Ni-ki. Al final, por más que intentaba convencerse de que no le afectaba, la verdad era evidente: el distanciamiento de Ni-ki le dolía más de lo que estaba dispuesta a admitir. ¿Y como no iba a hacerlo? Habían crecido juntos y habían compartido demasiados años el uno al lado del otro. Era el mejor amigo de su hermanito, claro que le dolía estar lejos de él.

Cuando la campana sonó, marcando el final de la jornada escolar, Jiyoon recogió sus cosas lentamente, aún sumida en sus pensamientos. Mientras salía del aula, sus ojos recorrieron el pasillo casi de forma automática. Lo vio a lo lejos, cerca de la salida principal, conversando con algunos de sus compañeros.

Se sentía un poco tonta en ese momento, por haber notado, un poco tarde, lo importante que la presencia de ese chico era para ella.

—¡Yoon! —dio un salto del susto al escuchar la voz tras de ella, Jake soltó una risa al ver su expresión, provocando que la chica le proporcionara un golpe demasiado fuerte en el hombro— ¡AUCH! ¿Por qué fue eso, loca?

—¡Idiota! —chilló devuelta, dándole una mala mirada— No se te ocurra hacer eso de nuevo, casi me matas —puso los ojos en blanco, al ver la sonrisa burlona del chico—. ¿Y ahora qué quieres, Jake?

—Ayúdame con Literatura, por favor —suplicó, juntando ambas manos y haciendo un puchero.

—Solo tú eres demasiado estúpido como para reprobar esa asignatura, Jake.

—La profesora Seo me odia, ¡no es mi culpa ser tan adorable!

Por alguna razón que aún no terminaba de entender, Shim Jaeyoon le había insistido en ser su tutora en algunas asignaturas. Yoon se había negado rotundamente, pero el orientador escolar la había obligado de último minuto. Así que, por más que se había negado, Jake se había salido con la suya. Nunca fueron realmente amigos, pero siempre estuvieron en el mismo círculo social. Él había estado saliendo con Liz, una de sus amigas, y desde entonces, era habitual tenerlo cerca.

—Bien. Te veo en la biblioteca mañana después de clase... —terminó por aceptar, de mala gana. Jake chilló emocionado, abrazándola fuertemente por los hombros, levantándola de su lugar, obligándola a no tocar el suelo.

—¡Gracias, gracias, gracias!

—¡Suéltame ya o te voy a cortar una mano!

Haciendo caso a sus palabras, sus pies finalmente volvieron a tocar la superficie bajo de ella. El castaño le revolvió el cabello en un amigable gesto y se fue de ahí con una sonrisa en el rostro. Yoon no pudo evitar soltar un gruñido, aveces odiaba la efusiva personalidad de Jake. Y no es que él no le cayera bien, en general, pero aveces no lo soportaba.

Jungwon le dio una mirada a Ni-ki después de haber visto aquella escena. El japonés simplemente suspiró, agachando la mirada, rendido.

—Te lo dije, amigo —Jungwon le dio un apretón en el hombro.

Ella nunca sentiría lo mismo por él, así que, si ignorarla haría que finalmente se olvidase de sus propios sentimientos... Entonces lo haría, porque Ni-ki no podía soportar ver a Yoon al lado de alguien más.

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⏰ Última actualización: 6 hours ago ⏰

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 𝐈𝐍𝐕𝐈𝐒𝐈𝐁𝐋𝐄 𝐓𝐇𝐈𝐍𝐆𝐒 | Nishimura Riki Donde viven las historias. Descúbrelo ahora