lo que pasó anoche

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Y como soy cruel, les voy a dejar a su imaginación qué pasó esa noche.
Al día siguiente... me levanté, ya que tenía un fuerte dolor de cabeza. Abrí los ojos y sentí que alguien me estaba abrazando fuertemente. Miré hacia atrás y vi a un hombre. Intenté recordar, pero solo recordaba muy pocas cosas.

Intenté salir de ahí, pero él me abrazaba aún más fuerte, hasta que empecé a acariciar su cabello suavemente, lo que hizo que me soltara. Me levanté con cuidado y escribí rápidamente en un papel

"Hola, la verdad es que no me acuerdo de lo que pasó anoche, pero no quiero que te sientas incómodo ni nada por el estilo. Cuídate."

Me vestí rápidamente, salí del hotel como una bala, llegué a mi departamento y April ya estaba esperando, sentada en la cama, con una sonrisa pícara.

—¡Hasta que por fin aparece la señorita coqueta! —me dijo guiñándome un ojo.

Me reí y le di un golpe en el brazo.

—¡Estúpida, no me acuerdo de nada!

—Eso significa que la pasaste bien —me respondió con una sonrisa coqueta que nos hizo reír

Pero esa risa terminó cuando recordé que tenía que ir a trabajar.

—¡Mierda, el trabajo! —dije, paniqueada.

—Ve a bañarte y yo le digo a tu jefe que te caíste o algo —me respondió April mientras agarraba el teléfono.

—Bien.

Corrí hacia el baño y me bañé lo más rápido que pude.

Salí del baño, le di un beso en la frente a mi prima y después salí corriendo para después gritarle:

—¡Te quiero, maldita!

En unos minutos, llegué a la casa del señor Brown; era mi cliente más habitual y necesitaba que cuidara a sus dos hijas

—Espero que te encuentres bien, y ya sabes qué hacer, me dijo el señor Brown antes de irse.

Me despedí con la mano, hasta que las niñas salieron y me dieron un abrazo.

—¡Niñas!

Les devolví el abrazo y sonreí.

—Ahora vamos a entrar.

Tomé sus manos para entrar a la casa.

Una Serpiente Domesticada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora