3. Cronos y Rea tuvieron 7. Él fue el Primogénito, el que mantuvo viva la llama de esperanza en sus hermanos, pero también el que más lleno de ira estaba.
El fue el Inicio, y lo será incluso si tiene que ser el Fin en algún momento.
Naruto Op. Nad...
Los Titanes habían sido liberados del Tártaro, otra vez.
Titanes de todas formas y tamaños en todo su esplendor, listos para el combate.
Sin embargo, a pesar de su imponente figura, había una expresión intranquila en los rostros de todos.
Una presión fantasma estaba recayendo en sus hombros, como si tuviesen que sufrir ellos el castigo de Atlas.
En la parte más alta del Tártaro, Hades observó a los Titanes con sus penetrantes ojos, llenos de frialdad.
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No hizo ningún ruido. Se mantuvo en su lugar, viendo a todos los monstruos que tenía que derrotar.
Que estos tipos sean liberados de su prisión para otra guerra contra ellos… Lo ponían de un humor muy malo.
Sus manos apretaron las Garras moradas, liberando un poco de poder, que resultó en varias almas flotando a su alrededor.
Todo a su alrededor se volvió más muerto de lo que ya estaba. Solo se respiraba una sensación de muerte y caos.
Un titán se armó de valor y camino al frente de sus hermanos, sin intimidarse por la vista del Dios del Inframundo.
“Nos preguntábamos cuando llegarías”.
Habló con voz arrogante, queriendo que el Dios viera que no le tenían miedo alguno, que eran más fuertes.
En respuesta a sus palabras solo recibió silencio.
Uno que ya estaba poniendo de los nervios a varios porque el tipo no hacía nada de nada, tan solo se quedaba ahí, de pie, mirando.
“No piensas hablar. Supongo que te has dado cuenta de tu inferioridad, puede que seas un dios, pero solo eres uno contra muchos. Esta pelea no la puedes ganar”.
Exclamó el mismo Titán con seguridad. Para el, la suerte estaba de su lado ese día y nada cambiaria eso.
“¿Creen ser capaces de no morir hoy?”
Después de un buen tiempo, Hades al fin hablo.
Sus palabras eran tranquilas, como que si no le importara mucho donde ni con quienes estaba.
“Eso deberíamos decirte nosotros”.
Se burló otro Titán, enseñando sus espantosos dientes en una mueca burlona.
La sonrisa leve que se formó en el rostro de Hades causó escalofríos en los Titanes.
“¿Acaso se olvidan quien rige este Reino? Nadie escapará mientras esté aquí”.
