Capítulo 8.

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Templo de Rhea.

“De esa misma oscuridad surgió Chaos, Diosa Primordial del Universo, creadora de casi todo lo que conocemos”.

“Ella creó el Universo como a los Primeros Primordiales, pero la Tierra que conocemos fue creada por Gaia, Diosa Primordial de la Tierra y la Vida, a su vez “Hija” de Chaos, así como mi madre”.

“Sin embargo, fue ayudada por varios primordiales, varios de ellos sus hijos. Urano el Primordial del Cielo, Ourea de las montañas, y Ponto de los Mares”.

“Gaia junto a Urano tuvieron varios hijos. Gigantes, Cíclopes, Hecatónquiros, los Titanes, y otros más. La mayoría fue encerrado en el Tártaro por Urano. De parte de los Titanes, Cronos traicionó a Urano castrándolo y “encerrándolo” en el Tártaro, y así se hizo con el trono”.

“Dicen que la sangre derramada por Urano nació su último hijo o hija, pero no sabría decirles si es verdad o no”.

Naruto asintió lentamente a las palabras de Rhea, mientras Hestia y Hera se mantenían en silencio, procesando lo dicho por su madre.

“¿Qué son los Hecatónquiros?”

“Gigantes con 50 cabezas y 100 brazos. Dicen que eran grandes guerreros, uno de los motivos por los que los encerraron”.

Naruto tuvo diversas ideas en su mente, pero las guardó para él, y miró a Rhea pensar sus palabras en silencio.

Hera acarició suavemente el cabello de su bebé en sus brazos, que estaba durmiendo pacíficamente.

“Bueno… Primero con los titanes… Hiperión, Japeto, Ceo, Crio, Océano y Cronos”.

Rhea volvió a tener la atención de todos.

“Hiperión y Océano fueron encerrados un corto tiempo en el Tártaro por intentar convencer a Cronos de que comerlos no sería la solución a su problema”.

Hera y Hestia se tensaron un poco por eso. Naruto se mantuvo sereno, viendo a Rhea atentamente.

“Sin embargo, el mar empezó a actuar agresivamente a la presencia de Cronos, y por miedo a lo que el mismo escondía, liberó a Océano no sin antes amenazarlo de encerrarlo si no seguía sus órdenes, como si fuese un acto de misericordia y no uno de miedo. Pasó algo similar con Hiperión”.

Rhea miró atentamente a Naruto, que le mantuvo la mirada en silencio.

“Si salen victoriosos en la Guerra, no solo recuerdes que Hiperión y Océano intentaron detener a Cronos, sino también la reacción del Mar y el Sol… Dales una segunda oportunidad. Esta guerra la pelearán por obligación de Cronos, estoy segura que no les interesa la misma”.

Naruto asintió lentamente, moviendo un poco su cuello al estar algo duro.

“Por mi parte, no hay problema que un poco de castigo no pueda arreglar. Hades y Poseidón seguro estarán de mi lado, no se que opinará Zeus…”

Rhea miró algo decaída al suelo ante la mención de su hijo menor.

Zeus se estaba volviendo muy arrogante para su propio bien, y eso preocupaba y deprimía a Rhea.

Estaba segura que ella no había hecho nada malo al criarlo.

Hizo a un lado esos pensamientos y volvió a hablar, pero Naruto notó el brillo perdido por un segundo en los ojos de Rhea.

“Después están las Titanides. Temis, Tetis, Febe, Mnemosine, Tía y yo. Tetis y Tea, siendo esposas de Océano y de Hiperión, también fueron encerradas en Tártaro, y fueron liberadas junto a ellos. Se quedarán al margen en esta guerra así como yo, así que si te las encuentras no las ataques ya que ellas no lo harán. Aunque eso no quiere decir que sean débiles y no se defiendan… Son más fuertes que muchos otros Titanes”.

Naruto: El Verdadero Dios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora