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POV'S AMELIA
Al ver al sacerdote, sentí como mi piel se ponía fría, su mirada, como le marcaban las venas de sus manos. Era algo inexplicable

¿Amelia? —dice Leo agarrándole la mano. Amelia solo lo volteó a ver con cara seria
Leo, prometes serle fiel protegerla del bien y del mal, estar en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y la pobreza. Para amarla hasta que la muerte los separe —dice el sacerdote viendo fijamente a Amelia sin quitarle la mirada.
Él sería la muerte que nos separará —Amelia en su subconsciente
Si padre —Leo viendo como el sacerdote se come con la mirada a Amelia.
¿Y tú Amelia lo prometes? —sacándole una sonrisa coqueta.
Si —soltando una risa pequeña
¡Los declaro marido y mujer, puedes besar a la novia!—afirmó el padre.

POV' AMELIA
Mientras Leonardo me besaba abrí los ojos mientras él los tenía cerrado, veía como el padre me veía besarlo y parecía que le gustaba lo que veía. Así que bese alocadamente a Leo, el solo se reía de una forma muy atrevida.

¡Felicidades amiga!
De felicidad no tiene nada Paulina —Sonriéndole hipócritamente a los demás
Bueno, pues te veías muy feliz sonriéndole al sacerdote —Pau soltando una pequeña risa
Que feliz estoy por ti hija —La mamá de Amelia abrazándola.
Ya me lo repetiste todo el día mamá.
Espero pronto ver a un nieto corriendo por la casa —dice la mamá de Leonardo.
Señora con todo respeto pero su hijo ni a la cama me ha llevado.
Amelia —dice Leo agarrándola fuertemente del brazo.
¡Suéltame Leonardo! -exclamó Amelia
No voy a permitir que hables de eso, mucho menos con mi madre. Es una falta de respeto que cuentes eso y si no te he llevado es porque tú no has querido virgen. —Leo riéndose
Ríete, pero nunca me quitarás mi virginidad Leo —Amelia caminando directo a la limosina.
¡Paulina! —Amelia gritando. 
Aquí estoy.
Búscame el nombre de la iglesia y el nombre del sacerdote. —dice Amelia ya adentro de la limosina.
Pero tenemos que llegar a la fiesta —dice Paulina poniendo un pie en la limosina.
La fiesta puede esperar.

                           {Narrador omnisciente}

Paulina se fue directamente a la iglesia. Solo quedaban dos monjas no se veían nada amables. Estaban apagando las velas, la orquesta esta guardando sus instrumentos.

Hay alguien aquí? —dice Paulina un poco asustada.
¿Se te olvidó algo? —dice el sacerdote
Ay hola, estem..—Paulina sin saber qué decirle
No te pongas nerviosa —dice el sacerdote recortándola de pies a cabeza.
Quisiera saber tu nombre si se puede o no ser muy imprudente. Es para una amiga
¿Qué amiga, la que justo se acaba de casar? —dice el sacerdote riéndose
Nooo, bueno tal vez —dice Pau avergonzada.
Me llamo Nicholas y perdón que te deje, tengo pendientes que hacer —dice Nicholas quitándose el traje de sacerdote
Este hombre sí que está buenisimo —dice Pau mientras corre hacia afuera de la iglesia.

                             {Narrador omnisciente}
La fiesta había comenzando, bebidas, comida, música. Todo estaba perfecto no faltaba nada, solo faltaba que Amelia estuviera de buen humor. Justo cuando llega Paulina, Amelia empieza a tomar junto con ella, para olvidarse de todo.

¡Amiga!, ya sé cómo se llama el padre —dice Paulina gritando y bailando
Eres la mejor, te amo amiga —dice Amelia saltando y cantando.

                                 POV'S NICHOLAS

Era domingo por la mañana y como es costumbre hay misa los domingos. No soy 100% un sacerdote, mi mamá desde pequeño me inculcó a Dios. Ella me obligó a hacer lo que soy ahorita, no digo que no crea en Dios, simplemente mi sueño era ser un médico cirujano, espero algún día poder cumplirlo. La gente empezaba a llegar, saludaba a las monjas y preparaba a los monaguillos.

                                    POV'S AMELIA

Sonó la alarma y me desperté, estaba acostada en el sofá de la sala, no se donde estaba Leo, tenía mi vestido hecho pedazos, traía rímel por toda la cara y no se diga el labial, se me fueron las copas, vi mi teléfono, eran las 8:30 de la mañana. Era domingo y sabía que había misa, había dos una de 8 y otra de 11 de la mañana. Me bañaré e iré.
Subí rápidamente al cuarto y ahí estaba Leonardo dormido, con pijama, supongo que él no tomó tanto como yo, si tenía cabeza para cambiarse. En fin me metí a bañar, me puse la ropa más cómoda posible y me dirigí a la iglesia. Paulina no me dijo su nombre ¿o si?. No recuerdo nada.

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