Capítulo 29

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-Te quiero. -Susurró en mi oído. Abrí un ojo, luego el otro. Sonreí y me giré para seguir durmiendo. -Despierta de una vez. Llevo horas aquí sentado. -Resopló. 

-Déjame dormir un poco mas, Tay. 

-No quiero. -Se tumbó sobre mi, dejándome sin respiración. 

-¡Aparta, gordo! 

-Pues levántate de una vez, te tengo una sorpresa. ¡Te quiero abajo en cinco minutos! -Sonreí y asentí. 

Tayler salió de la habitación y escuché sus zapatos resonando contra las escaleras.

Me vestí rápido con unos vaqueros y una camiseta y bajé. 

-Buenos días. -Le sonreí a Mare y a Helena que lavaban los platos del desayuno con Esperanza. -Buenos días mi vida. -Mi hija saltó a mis brazos y me abrazó. -Os ayudo a fregar. 

-No, no te preocupes Ali. Desayuna algo, mi hermano te tiene una sorpresa preparada. -Helena sonrió. 

Le hice caso. Desayuné y esperé a que Tay entrase. 

Estaba dando un sorbo a mi café cuando Tayler entró.

-Trágate el café que cuando te enseñe tu sorpresa lo vas a escupir. -Sonreí y obedecí. 

Dejé la taza sobre la mesa delicadamente y me crucé de brazos con una sonrisa. Sonrió y levantó su mano agitando unas llaves. 

Mi sonrisa se agrandó y le abracé. Reconocí ese llavero. Eran las llaves del apartamento de Tayler donde habíamos vivido tantas cosas. 

-¿Vamos a volver a casa? -Pregunté entusiasmada. Tayler frunció el ceño.

-¿A casa? 

-¡Si! ¡Tu apartamento! -Él rió y yo le miré confusa. 

-¿Lo dices por el llavero? -Asentí. -¡Que va, he puesto el llavero por que me gustaba! -Rió. -Nos vamos al apartamento de tu hermano, el mio solo tiene una habitación y es demasiado pequeño para los tres. 

-Pues me hacía ilusión volver a casa. -Inflé los mofletes como una niña pequeña. 

-Pues no. -Sonrió y con sus dedos apretó mis mejillas con cariño para que se desinflaran. Luego besó mi frente. -Y ahora cepíllate los dientes y vamos, que tenemos que repartir folletos. 

-No, folletos repartiréis  Espe, Mike y tú. Las chicas vamos a pintar el bar. 

-No es justo. -Se quejó.

-Si lo es. -Sonreí. -Ayer repartimos nosotras. 

-Pero por que vosotras atraéis a los clientes de verdad.

-¡Pero si solo atraemos a los hombres! 

-¡Por eso! -Imitó mi tono de injusticia. 

-No seas machista que las mujeres también tienen derecho de ir.

-No es que haya muchas mujeres roqueras por estos barrios. -Resopló. 

-¿Soy yo una mujer roquera? 

-No, pero yo si..-Enarqué una ceja. 

-Tu no eres roquero. -Se mordió el labio pensando una respuesta rápida, pero al final resopló desacuerdo. -Te has quedado sin argumentos. 

-Vale, tu ganas. -Me dio un beso en los labios. -Y sabes que no soy machista. -Sonreí.

********

Me puse un mono vaquero para pintar y un moño en la cabeza. Esperanza se había ido con Tayler y los chicos hacía media hora, y yo había quedado con las chicas en diez minutos. 

Let me love you (#2 DJM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora