-Te quiero. -Susurró en mi oído. Abrí un ojo, luego el otro. Sonreí y me giré para seguir durmiendo. -Despierta de una vez. Llevo horas aquí sentado. -Resopló.
-Déjame dormir un poco mas, Tay.
-No quiero. -Se tumbó sobre mi, dejándome sin respiración.
-¡Aparta, gordo!
-Pues levántate de una vez, te tengo una sorpresa. ¡Te quiero abajo en cinco minutos! -Sonreí y asentí.
Tayler salió de la habitación y escuché sus zapatos resonando contra las escaleras.
Me vestí rápido con unos vaqueros y una camiseta y bajé.
-Buenos días. -Le sonreí a Mare y a Helena que lavaban los platos del desayuno con Esperanza. -Buenos días mi vida. -Mi hija saltó a mis brazos y me abrazó. -Os ayudo a fregar.
-No, no te preocupes Ali. Desayuna algo, mi hermano te tiene una sorpresa preparada. -Helena sonrió.
Le hice caso. Desayuné y esperé a que Tay entrase.
Estaba dando un sorbo a mi café cuando Tayler entró.
-Trágate el café que cuando te enseñe tu sorpresa lo vas a escupir. -Sonreí y obedecí.
Dejé la taza sobre la mesa delicadamente y me crucé de brazos con una sonrisa. Sonrió y levantó su mano agitando unas llaves.
Mi sonrisa se agrandó y le abracé. Reconocí ese llavero. Eran las llaves del apartamento de Tayler donde habíamos vivido tantas cosas.
-¿Vamos a volver a casa? -Pregunté entusiasmada. Tayler frunció el ceño.
-¿A casa?
-¡Si! ¡Tu apartamento! -Él rió y yo le miré confusa.
-¿Lo dices por el llavero? -Asentí. -¡Que va, he puesto el llavero por que me gustaba! -Rió. -Nos vamos al apartamento de tu hermano, el mio solo tiene una habitación y es demasiado pequeño para los tres.
-Pues me hacía ilusión volver a casa. -Inflé los mofletes como una niña pequeña.
-Pues no. -Sonrió y con sus dedos apretó mis mejillas con cariño para que se desinflaran. Luego besó mi frente. -Y ahora cepíllate los dientes y vamos, que tenemos que repartir folletos.
-No, folletos repartiréis Espe, Mike y tú. Las chicas vamos a pintar el bar.
-No es justo. -Se quejó.
-Si lo es. -Sonreí. -Ayer repartimos nosotras.
-Pero por que vosotras atraéis a los clientes de verdad.
-¡Pero si solo atraemos a los hombres!
-¡Por eso! -Imitó mi tono de injusticia.
-No seas machista que las mujeres también tienen derecho de ir.
-No es que haya muchas mujeres roqueras por estos barrios. -Resopló.
-¿Soy yo una mujer roquera?
-No, pero yo si..-Enarqué una ceja.
-Tu no eres roquero. -Se mordió el labio pensando una respuesta rápida, pero al final resopló desacuerdo. -Te has quedado sin argumentos.
-Vale, tu ganas. -Me dio un beso en los labios. -Y sabes que no soy machista. -Sonreí.
********
Me puse un mono vaquero para pintar y un moño en la cabeza. Esperanza se había ido con Tayler y los chicos hacía media hora, y yo había quedado con las chicas en diez minutos.
ESTÁS LEYENDO
Let me love you (#2 DJM)
Roman d'amour2ª PARTE DE DON'T JUDGE ME. {.Ella fue por el camino de la derecha, él por el de la izquierda, pero los dos olvidaron algo, y es que el mundo es redondo.} Después de siete años, Tayler y Alisson vuelven a reencontrarse gracias a una conferencia que...