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⌞Pasado 08/10 🐇⌝

El frío empezó a llegar con notable sorpresa, la nieve caía como una suave llovizna, cubriendo los suelos de Seúl. Gunwook acomodó perfectamente el gorrito de lana que usaba su castañito, Yujin refunfuñaba mientras la bufanda tapaba un poco sus labios rosáceos y eso al mayor parecía no importarle.

Quería que Yujin no pescara ningún resfriado.

Estaban de compras por la víspera de navidad, el tiempo recorrían con notable sorpresa y ambas familias decidieron pasarla juntos, ahora, estaban en el centró, comprando los decorativos para el hogar.

— ¡Wookie!

— Shhh.

— Yujin, hijo. ¿Eres tú? — Yun-sik reconoció dificultosamente a su cachorro, esté estaba como un muñequito envuelto por varios abrigos, solo dejando a la vista sus ojitos y nariz carmín.

Gunwook dejo un casto besito en la punta de la nariz ajena, Yujin se molestó al no recibirlo en sus labiecitos tibios y cubiertos por la bufanda. Solo sintió como su pequeña diestra era entrelazada con Gunwook e inicio el recorrido por el centró comercial.

— Mi cachorro ¿Vistió de esa manera a tu hijo?

Con un cansado suspiró, Yun-sik asintió a las palabras de SeeGhyu, quien traía varias bolsas en manos y mirar a los pequeños ver en cada vidriera los decorativos de navidad.

— No quiero que se vayan — mencionó con pesar el Alfa Han, mirando al contrario — No quiero que te vayas.

— ¡Aw! Por primera vez eres tierno conmigo.

— Habló en serio.

— ... Tengo que irme de todas formas, lo sabes.

— No creo que Yujin soporté estar lejos de Gunwook, y Jiwoong extrañará pelear con tu hijo... y yo, yo voy a extrañarte a ti. No es justo.

El Alfa envolvió en un abrazo los hombros del contrario y Yun-sik correspondió, afligido.

— Tonto Alfa, no me voy por siempre.

— No te dieron fecha definida de volver, eso me hace pensar...

— ¡Papá!

Ambos adultos miraron al griterío de Yujin, quien apuntaba con un pucherito hacia Jiwoong y Gunwook, esos cachorros que volvieron a pelear por la reciente consola. Dieron un suspiro antes de ir a separar a esos revoltosos niños.

Sin duda, ellos no querían alejarse.

.

.

.

— Wookie, ¿Qué haces?

— Solo quiero tenerte en mis brazos.

— ¿Uh?, lo has estado haciendo seguido, Hyungie — miro curioso al mayor. Gunwook solo decidió ocultar su rostro en el cuello lechoso del menor, no quería mirarlo porque sus ojos empezaban a picar — Hyungie~

— ... Bebé, si yo me fuera por un tiempo, ¿me esperarías?

— Sí — respondió de inmediato.

Ambos se sentaron correctamente en la cama y Yujin miro fijamente lo ojos azules, nuevamente estos estaban acuosos. Lo que estrujó su corazón, ¿Por qué su Hyung queria llorar? Se preocupó al notar pequeñas gotitas cristalinas deslizar sobre las mejillas de Gunwook e inmediatamente las secó y procuro borrar lo que sea que afectara al mayor con besitos por todo su rostro.

— ¿Qué pasa, Wookie? Y-y dime la verdad... ya no sonríes como antes, ¿Qué pasa?

¿Cómo podía sacar aquellas palabras?
Sentía un pesar con solo recordar que pronto se iría y no saber en qué tiempo podía volver. Faltaba pocos días para navidad, y su cumpleaños, después... año nuevo y con ello, el viaje se acercaba. Alzó la mirada y se encontró con aquellos ojitos que demostraban preocupación y unas manitos acariciar sus mejillas.

No soy Gordito [Gunjin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora