Parte sin título 23

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—Henry es un gran amante de los dinosaurios —comentó Susan—. Es un niño muy curioso e inteligente.

—Lo es, es un chico muy inteligente y carismático.

—Un día él decidió jugar a ser un famoso arqueólogo y comenzó a cavar en nuestro jardín con ayuda de un pico de juguete y su peluche de un dinosaurio T- Rex como asistente —Susan ríe al recordar a su hijo jugando en su patio a ser un explorador—. Después de cavar encontró una bola de boliche vieja bajo de un arbusto.

—¿Es en serio?—solté una risa burlona.

—¡Sí!—exclama entre risas—. Vino hacía mí emocionado diciendo "Mamá he encontrado un huevo de un dinosaurio! ¡Mira que grande es!"

Reí.

Habíamos llegado al ascensor para dirigirnos a la planta baja. Oprimí el botón y en un par de segundos las puertas se abrieron y nos adentramos al elevador.

—Trate de explicarle que eso no era un huevo de un dinosaurio sino una bola de boliche pero él estaba convencido de que sí lo era y que pronto iba a salir de ese huevo dinosaurios de verdad.

—Quizás no saldrán dinosaurios de verdad pero saldrán pequeñas versiones de Henry.

Las luces del ascensor parpadearon un par de veces, fruncí el ceño.

—O quizás salgan velociraptor que solo quiere comer galletas o a nuestro perro, Bobby —Susan soltó una carcajada.

—Pobre, Bobby.

De pronto el ascensor da un ligero temblor. Algo no está bien.

—¿Notaste eso?—Susan habla.

—Sí, es extraño.

Suena un ruido extraño en el ascensor. Las luces se apagan por completo, después la cabina empieza a bajar velozmente, luego se detiene en un golpe en seco ocasionando que Susan y yo recibamos un fuerte golpe en la cabeza.

Todo sucede muy deprisa. Susan grita. Mi corazón comienza a latir muy fuerte y mi respiración es entrecortada. El ascensor se queda en absoluto silencio y en profunda oscuridad, solo nuestras respiraciones agitadas es lo único que inunda el lugar.

Me tocó la cabeza, sintiendo un dolor punzante y comienzo a sentir algo húmedo en mi cabeza.

Estoy sangrando.

—¿Estás bien, Jane?—susurra Susan, su tono de voz refleja que está claramente asustada—¿Jane, te has herido?

—Sí, estoy solo fue un pequeño golpe, no es nada grave —mentí—¿Tú estás bien, querida?

Decirle que estoy sangrando no ayudaría a la situación, entraría en pánico. Presiento que el ascensor se ha detenido por algo más que un simple fallo técnico.

—Eso creo.

—Tranquila —murmure más para mí que para ella—. Todo estará bien.

El silencio del ascensor nos envuelve, percibó una sombra en la oscuridad, es Susan, tratando de buscar cualquier cosa, que le brinde seguridad.

—¿Crees que haya sido un accidente?—musita.

Me falta el aire y comencé a temblar.

—No lo sé, pero mantengámonos en alerta, por si acaso. En dado caso de que algo más ocurra.

¿Debería contarle a Susan mis sospechas?

Susan en un ataque de desesperación comienza a buscar la manera de abrir el ascensor, jadea al intentar abrir las puertas, pero están no seden. Comienza a golpear las paredes con fuerza, me pongo de pie de inmediato y la tome alejandola de la puerta, pero ella se resistía.

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⏰ Última actualización: Oct 15 ⏰

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