|CAPÍTULO 04|

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Estoy exhausta de tanto trabajar. He llegado a casa y me he encontrado a Austin, mi hermano mayor había regresado de su largo viaje, después de mucho tiempo.

—¡Austin!—chilló y abrazo a mi hermano.

—Felicidades, linda por tu nuevo empleo.

—Te he extrañado —contesté sonriendo—¿Qué tal París?

—Asombroso, es muy hermoso —expresó—. Tendré una exposición de arte esta semana y luego regresaré a París.

—¿No te quedarás en Santa Mónica?

—Estaré aquí durante dos semanas.

Asentí.

—Iremos a un bar esta noche, ¿vendras?

—¿En qué bar?

—Está en el centro de la ciudad —intervinó Alyssa.

—Bien, está bien.

—Pasaré por ustedes a las ocho —respondió Austin.

Ya eran las ocho de la noche. Me puse un vestido corto rojo de seda con un escote en forma de V y los tirantes caídos dejaba un poco al descubierto mis pechos. Almoda mi cuerpo perfectamente bien.

Alyssa lleva puesto un vestido plateado de lentejuelas con un gran escote en la parte de enfrente. Se ve tan bien. Combinó su ropa con unos tacones plateados y unos aretes pequeños de plata brillante.

Austin pasó por nosotras. Salimos las dos al mismo tiempo, él lleva puesta una camisa blanca de botones, algo desabrochada de la parte de arriba, con unos pantalones negros de vestir, con un reloj y unas zapatillas negra.

Llegamos al bar está repleto de gente bailando. La música estaba demasiado fuerte y las luces apuntaban directamente a mis ojos.

¡Cielos!

Él mesero viene hacia nuestra mesa y nos trae una jarra de margaritas.

—Yo quiero hacer un brindis por la futura exposición de arte de Austin, estoy orgullosa de ti, hermanito —digo en un tono alto.

Austin me sonríe.

Chocamos las copas y bebemos.

—¡Más bebida, por favor! —grita Austin al mesero.

Nos traen las bebidas, está vez más. Tomo un largo trago.

—¿Cuándo será la exposición?—le pregunto a Austin.

—Este domingo.

—Estaré allí —sonreí—¿Invitaste a nuestros padres?

—Lo hice pero ambos están ocupados ese día —murmuró—. Mamá tendra un juicio en la tarde y papá tiene que realizar una cirugía.

—¿Otra margarita? —exclama Alyssa.

Asentí.

—Al menos Alyssa y yo estaremos allí.

—Por suerte.

—Serías tan amable de bailar está noche conmigo—me extiende su mano.

La tomó y nos dirigimos a la pista de baile.

Los focos giran al ritmo de la música las luces iluminan toda la habitación de muchos colores. Las luces hacen que me mareé más.

Uf, me da vueltas la cabeza.

Comenzamos a bailar al ritmo de la canción "Love tonight" de Shouse. Bailo suavemente e intento recuperar el aliento.

Austin se acerca a nosotras y me susurra algo al oído. No comprendo lo que me dice hasta que me entrega mi teléfono.

Pasión [En Proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora