Victorias y derrotas

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▬ ᴇʟ ᴀʀᴛᴇ ᴅᴇ ʟᴀ ᴄᴏɴǫᴜɪsᴛᴀ ▬

Los tambores y gritos de alegría escuchándose en el fondo, hacían que Charles aumentara sus movimientos. Su cuerpo se balanceaba de un lado a otro, sus manos subían y bajaban buscando tocar el sol y la tierra. Sus pies eran firmes cuando debían de serlo y ligeros cuando brincaba o se movía. Era un espectáculo que mantenía a todos atentos, incluso Marko, que no solía estar tan sumergido en ese tipo de culto hacía su Dios, no perdía de vista movimiento alguno.

—Yaotl y Charles siempre han sido una buena combinación— Cassandra sonrió a su hermana Raven, apenas conteniendo su emoción— Desde que nació estuvieron destinados a estar juntos.

Raven posó sus ojos en Cassandra, asintiendo sin poder evitar recordar como es que desde que Charles había cumplido ocho años, mostró su gran potencial para servir a Yaotl. Sus padres al inicio no habían estado de acuerdo, porque servir al dios de conocimiento infinito y las cosas materiales podría ser peligroso. Su opinión cambió cuando Charles, teniendo nueve años, derrotó al Pueblo del Sol con ayuda de Yaotl, los sacerdotes de ese entonces, habían explicado la situación argumentando que el joven príncipe había sido poseído con su fuerza y espíritu. Logrando que Aztlán siguiera en aquella base del poder que representaba su dinastía.

—Volvieron a salvarnos.

—Eso no ha terminado. Los demás reinos que logró convocar el Pueblo del Sol pueden ser peligrosos. Aún debemos de hacer algo con ellos.

Raven se tensó, sabía lo que aquello significaba.

—Tendrá que ser después de la boda de nuestro hermano y ese hombre.

Marko salió de su concentración al escuchar esa conversación.

—¿Realmente vamos a consentir que ellos dos se unan de esa manera?

—Tenemos palabra, hermano.

Cassandra tampoco estaba de acuerdo con ello, pero una promesa tendría que cumplirse. La palabra era lo único que pertenecía y podíamos entregar para demostrar la valía.

—¿Ya enviaron la carta?

—Si, ya ha sido enviada. Esperamos respuesta.

Marko observó como el águila elevaba su vuelo, surcando por los aires hasta llegar con Erik y el resto del campamento que a esas horas del día, seguían discutiendo entre ellos. No solo por el mando, sino por lo que harían ahora que su principal líder estaba muerto.

—¡Lo mataste tú!

Erik había permanecido tranquilo. Incluso cuando le llegó la noticia del fallecimiento de aquel hombre no mostró ningún tipo de reacción ¿cómo hacerlo si apenas lo conocía? Dió sus condolecias antes de encerrarse y esperar a que Charles le dijera que más hacer. Si el príncipe era sincero, no sabía como había terminado en esa situación, él siempre había sido obediente consigo mismo. Ni siquiera las constantes palabras de su padre lo hicieron mejor persona ¿Y ahora? Se sentía tan comprometido con Charles que no sabía cuando detenerse. La visión del bien y del mal, del mundo en general ahora era una mancha borrosa, una voluntad dispuesta solamente a seguir al sirviente de Yaotl hasta el fin del mundo si así lo pedía.

¿De qué hablas, Azazel?


—Los hermanos Summers me dijeron que estabas buscando a quién hacía las comidas y quizá los demás no lo vieron pero sé que encontraste a ese hombre, por eso te detuviste. — Azazel se acercó a él, tratando de bajar la voz—Si se enteran, van a matarte.

El arte de la conquista | CherikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora