Capítulo 18

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DRACO MALFOY.

Todos nos encontrábamos en el comedor desayunando. Harry platicaba animadamente con Fred; mi madre conversaba con la señora Weasley. Granger parecía tranquila con mi presencia, pero podía notar las miradas de Weasley de desconfianza. Acaricié mi vientre; desde que despertamos, Scorpius está muy inquieto. Cada vez que escucha la voz de Potter, se mueve; era extraño, pues solía moverse muy poco, pero al parecer le gusta la voz de Potter. Suspiré y tomé un poco de jugo. La comadreja menor me miraba mucho, y eso me incomodaba; no parecía tener malas intenciones, pero era extraño. Remus, a mi lado, trataba de hacerme plática.

-¿Cómo te sientes? -preguntó.

-Bien, gracias -dije.

-¿Se mueve mucho?. -preguntó en susurro.

-Sí, es extraño; no suele hacerlo -dije.

-Tal vez será un gran jugador de Quidditch, después de todo, sus padres lo son -dijo sonriendo.

Sonreí y continué desayunando en silencio, miré alrededor de la casa; la casa de Sirius parecía un poco descuidada.

-Draco, después del desayuno, Severus traerá pociones para el embarazo; son vitaminas -dijo mi madre.

Yo solo asentí.

-¿Quieres más jugo? -preguntó Potter.

-Sí -susurré.

El resto del desayuno fue tranquilo.

Después del desayuno, Severus llegó con las pociones para el embarazo. Mi madre me recordó que debía tomarlas tres veces al día. Me sentí un poco incómodo con tanta atención, pero sabía que era necesario, me sente en el sofá mirando el lugar.

Mientras tomaba las pociones, Potter se sentó a mi lado y comenzó a hablar con Remus. Granger y Weasley se unieron a la conversación, pero yo me mantuve callado, observando.

La casa de Sirius parecía un poco descuidada, pero era entendible considerando todo lo los años que había pasado solo.

Potter me tocó el brazo.

- ¿Quieres algo de tomar?. - preguntó.

- Sí, jugó. - susurré.

Potter fue por jugo, cuando me lo entregó sus dedos rozaron los míos. Sentí un escalofrío recorrer mi espalda.

- Listo. - dijo Potter, sonriendo ligeramente.

- Gracias. - dije, sintiendo un poco de calor en mis mejillas.

Nuestros miradas se encontraron por un momento, y sentí algo en mi pecho que no podía explicar. Aparte la mirada nervioso, El resto de tardes fue tranquilo, pero yo estaba consciente de la presencia de Potter a mi lado.

Mi madre se levantó y me miro.

- Bueno, creo que es hora de que comencemos el día.- dijo

Me levanté, sintiendo un poco mejor. Tal vez, sólo tal vez, este día sería mejor que los anteriores.

Potter se levantó también y se acercó a mí.

- ¿Necesitas ayuda?. - preguntó en voz baja.

- Solo iré a la biblioteca. - susurré.

- Te acompañó. - dijo.

Juntos, salimos de la sala y nos dirigimos hacia la biblioteca, No sabía qué esperar del día, pero con Potter a mi lado, me sentí un poco más seguro.

Mientras caminábamos, Potter se acercó un poco más a mí.

- ¿Cómo te siente, Scorpius está bien?. - preguntó, bajando la voz.

- Está inquieto, parece que le gusta tu voz. - dije.

Potter sonrió.

- Enserio.- preguntó tocando mi vientre.

Sentí un escalofrío recorrer mi espalda de nuevo. No sabía qué estaba pasando, pero sentía algo cuando Potter me tocaba que no podía ignorar.

Los dos entramos a la biblioteca en silencio.

La biblioteca estaba en silencio, solo interrumpido por el susurro de las páginas que se volvían. Potter y yo nos sentamos en el sofá, todo estaba rodeados de estanterías llenas de libros antiguos.

Potter se inclinó hacia mí, su voz baja y suave.

- ¿Qué vas a buscar?. - preguntó.

- No sé... algo sobre el embarazo de los magos, supongo. - dije, mirando los estantes.

Potter asintió y comenzó a buscar en los estantes

Encontró un libro antiguo y lo abrió sobre la mesa.

- Este podría ser útil. - dijo.

Mientras leía, Potter se acercó más a mí, su hombro tocando el mío.

- Gracias. - dije, tratando de mantener la calma.

Potter sonrió y siguió leyendo. Su cercanía me hacía sentir algo extraño. Era como si mi cuerpo reaccionara a su presencia de manera automática.

De repente, Scorpius se movió dentro de mí, toque mi vientre, Potter me miro curioso.

- Parece que Scorpius está activo. - dijo.

Asentí, sintiendo un poco de nerviosismo.

- Sí, está inquieto. - susurré.

Potter puso su mano sobre mi vientre.

- Lo puedo sentir. - dijo, sus ojos brillaron.

Miré a Potter, y nuestros miradas se encontraron. Sentí algo en mi pecho. Era como si mi corazón estuviera latiendo más rápido.

La mirada de Potter me hizo sentir vulnerable. No estaba acostumbrado a sentirme así, especialmente no con alguien como él. Pero había algo en sus ojos que me hacía sentir extraño.

- Potter. - dije, mi voz baja y suave.

- Sí. - respondió, su mirada fija en la mía.

Me sentí nervioso.

- ¿Por qué me tratas así?. - pregunté.

Potter se inclinó hacia mí, su voz baja y suave.

- ¿Cómo?. - preguntó.

- Bien, porque me tratas bien, después de todo lo que te dije, te humillé, insulté, me burlé de ti, te desprecié. Fui un miserable contigo, y sin embargo, me tratas como si mereciera tus buenos tratos. - dije.

- Todos cometemos errores, Draco. Yo tampoco fui un santo. También fui una mierda contigo. Los dos nos comportamos mal, pero ahora tenemos que estar bien. Ya no somos solo tú y yo, Draco. Tendremos un hijo, Scorpius. No merece ver a sus padres odiarse del modo que lo hicimos. Yo no te odio y espero que tú no me odies. Eres mi familia, no importa el pasado. Tú me diste algo por lo cual seguir. Aunque parezca que soy feliz, no lo soy. Perdí a mis padres, mi infancia no fue la mejor. Tal vez tenga a mis amigos, pero ellos tienen su familia y yo estoy solo. No quiero estarlo más. Tú y Scorpius son mi familia y nunca permitiré que los alejen de mí. No permitiré que me alejen de mi familia una vez más. - Dijo.

Sus palabras me hicieron sentir algo en mi pecho.

- Todo terminará pronto, ¿verdad?. - pregunté, mi voz baja y suave.

Potter puso su mano sobre la mía.

- Terminare con Voldemort, seremos libres, Scorpius y tu están a salvo. - juro.

Su contacto me hacía sentir vivo. Me hacía sentir que no estaba solo.

Imperius.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora