Harry Potter.
Salí de la habitación en silencio, aún tratando de procesar todo. Draco, mi antiguo enemigo, ahora era mi novio. Sonreí para mí misma, sintiendo una mezcla de emociones. Caminé hacia la sala, donde ya todos estaban reunidos.
Hermione y Ron me miraron, pero no dijeron nada. Me preocupaba la reacción de Ron, pero sabía que tenía que vivir con eso. Draco y yo estábamos juntos, y pronto tendríamos un hijo. Nadie podía cambiar eso.
-Harry, muchacho, la reunión comenzará -dijo Dumbledore, llamando mi atención.
Me senté junto a Sirius y Remus en el sofá, preparándome para la discusión.
-Bien, mañana tendremos todos los Horrocruxes a nuestro poder -continuó Dumbledore-. Llegó el momento de planear el ataque a Malfoy Manor.
-El mejor momento para atacar será en un mes -intervino Snape-. Lucius y Voldemort irán a hablar con las manadas de lobos y gigantes. Creo que al volver de esa misión será el mejor momento de atacar. Nadie esperará la emboscada y ellos estarán agotados por el largo viaje.
La habitación se llenó de murmullos y discusiones. Sirius y Remus intercambiaron una mirada, mientras que Hermione tomaba notas en un papel.
- Creo que ese será el mejor momento de atacar, también tenemos que destruir la serpiente para poder terminar con Voldemort, todos los Horrocrux serán destruidos antes de partir al ataque de Malfoy Manor. - dijo Dumbledore.
- Todos los presentes tiene un mes para prepararse, entrenar lo más que puedan, recuerden los mortífagos que enfrentaremos no tienen piedad ni misericordia, no dudarán en asesinarlos. - dijo Snape.
- Narcissa será quien rompa los escudos de protección de Malfoy Manor. - dijo Dumbledore.
- Narcissa no puede hacer eso, ¿quien cuidara de Draco?. - dije.
- Narcissa es la única aparte de Draco que puede romper los escudos de Malfoy Manor. - dijo Snape.
- ¿Quien cuidará de Draco?. - pregunté.
- Andrómeda Tonks. - dijo Dumbledore.
Me sentía nervioso, realmente no quería dejar a draco solo y menos en un momento tan peligroso como ahora.
- El joven malfoy estará bien, los escudos de esta casa son impenetrables. - dijo Dumbledore.
Suspire resignado, me dirán paranoico pero esta noche colocaría en la pequeña cadena de Draco un rastreador, creo que estaría más tranquilo sabiendo donde está en todos momento, solo que el no se enteré o me patiaria el culo.
- Tenemos un mes para prepararnos, una guerra nos espera, pero tengo la fe de que ganaremos, lucharemos por la paz y nuestra libertad. - dijo McGonagall.
- Severus, Narcissa, Prepárense mañana es el día de recuperar la copa, mañana tendremos todos los Horrocruxes a nuestro poder, el fin de Voldemort se acercó - dijo Dumbledore.
- La señorita Granger y señor Weasley no regresaran a Hogwarts, tomaron la decisión de quedarse a entrenar. - dijo McGonagall.
- No olviden que los chicos aún son menores de edad, necesitan los permisos de su padres para abandonar Hogwarts. - dijo Snape.
- Tienes razón, Severus. - dijo Dumbledore.
- Hablare con mis padres. - dijo Hermione.
Ron miró a sus padres esperando la respuesta.
- No creo que sea lo mejor. - dijo Molly.
- Tengo el derecho de luchas, no puedo quedarme sentado mientras toda mi familia lucha. - alegó Ron.
- Los adultos nos encargaremos. - dijo Arthur.
- No, yo quiero ser parte de esto, quiero luchar, mis amigos lo harán. - dijo Ron.
- Creo que, Ron, tiene el derecho de luchar. - dijo Bill.
- Por favor, no me pidan que me quedé mientras todas las personas que amo están luchando. - dijo Ron.
Los señores Weasley se quedaron pensando, sabía que tenían miedo de perder a su hijo, sabía cómo era ese sentimiento, desde que supe de Scorpius todo mi vida dio un giro y ahora daría hasta mi vida para protegerlo.
- Está bien. - susurró Molly.
- Los entrenamientos empezarán mañana. - dijo Snape.
Todos estuvieron de acuerdo, se podía ver la preocupación en cada uno de los rostros.
- Mañana será el día que tengamos todos los Horrocruxes a nuestro poder, la guerra se acerca. - dijo Dumbledore.
- La reunión terminó. - dijo McGonagall.
Todos empezamos a movernos, camine hacia Ron y Hermione, pero el profesor Snape detuvo mi camino.
- Potter. - dijo su voz fría.
- Profesor. - salude.
- Quiero hablar contigo, acompáñame. - dijo.
Los dos caminamos hacia la oficina, me preocupaba un poco la seriedad del profesor Snape, al entrar los dos tomamos asiento.
- Estamos aquí para hablar de Draco. - dijo Snape.
- ¿Pasa algo?. - pregunté preocupado.
- Me temo que si. - dijo.
- ¿Que pasa, profesor?. - dije.
- Me preocupa que la magia de Draco no parece volver, con cada día que pasa pierdo el rastro de su magia, esta tarde cuando lo revise, su núcleo estaba apagado, me preocupa que draco pierda su magia, tal vez Draco jamás pueda recuperar su magia. - dijo.
- ¿No hay algo que podamos hacer?. - pregunté.
- No, tendremos que esperar hasta el nacimiento de Scorpius, tal vez su magia sólo está dormida, pero recuerda que Scorpius se estuvo alimentando de la magia de Draco por cinco meses, el bebé pudo haberlo filtrado, pero también está la opción de que su magia sólo esté dormida, tratando de recuperarse. - dijo Snape.
No dije nada, me preocupaba cómo reaccionaria Draco.
- Solo queda esperar y apoyarlo. - dijo Snape.
- Sí, haré todo lo posible por que mi familia esté bien. - susurré.
- Tengo que volver a Hogwarts, saluda a Draco por mi. - dijo.
Snape y yo salimos de la oficina, decidí subir a la habitación en silencio, mañana hablaría con los chicos, en cuanto entre encontré a Draco dormido profundamente, sonreí y me acosté a su lado sin despertarlo, lo abracé y bese su frente, decidí dormir, mañana pensaría en todo lo que está pasando, me acurruque en el cuerpo de Draco y me preparé para dormir.
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Imperius.
FanficHARCO Draco tiene una misión, Draco se niega rotundamente y es maldecido con la maldición Imperius por su propio padre. Draco logra su objetivo bajo la maldición Imperius, ahora lleva un Potter en su vientre. ¿Qué hará cuando descubra lo que su padr...