XII

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E inició el camino hacia el refugio luego del descanso

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E inició el camino hacia el refugio luego del descanso. Allá, Adeline no pudo llevar todas sus pertenencias porque los retrasaría en su viaje. Tomó las mochilas que le dio Ellie y las que consiguió junto a Maurice en una de sus últimas visitas. La cueva estaba escondida detrás de la cascada, por lo que podían hacer ruido y el agua los camuflajearía. Todos los simios que no partieron con sus líderes, se apresuraron a recibirlos, una cálida bienvenida en tiempos tan convulsos como aquellos que corrían. Adeline sonreía a cada uno y seguía de cerca a su hijo.

—¡Madre...! — Cornelia se aproximó hacia su hijo, el viaje tan largo se demostró en el tiempo que duraron abrazados. Cornelius corrió a tomar la mano de su padre y abuela, esta última lo cargó.

—Saluda a tu hermano— el bebé estaba acomodado en el espacio entre su cuello y su hombro, aun así, jugueteó con la mano de su hermano.

—Mira quién está aquí, hijo...— Cornelia le indicó con la mirada. Su compañera dejó de atender a las crías de la manada para entornar la vista hacia el recién llegado.

—Lake...— caminó hacia ella y con la cascada de fondo, Ojos Azules juntó su cabeza con la de ella. Cornelia y Adeline fueron abrazadas por el patriarca de la familia.

Réquiem [3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora