✨Sus labios✨
Pov: Maremi🌹
La luz de la mañana traspasa el gran ventanal que tengo en mi oficina, estoy sumergida en los documentos que tengo encima de mi escritorio mis dedos teclean como si la vida se me fuera en ello, estoy consumida por la pantalla portátil que tengo enfrente, los balances trimestrales me tienen concentrada, el trabajo me tiene ocupada por completo, la sensación de ser observado hace que me ponga en alerta un aire frio, un escalofrío me estremece, siento que observan cada viendo cada movimiento que hago, hay una parte de la habitación en dónde la luz del sol no tiene el placer de entrar pero no tanto como para no ver encima de aquellas sombras, escucho una voz que estremece toda mi medula espinal, busco entre la penumbra mis ojos llegan a una sombra sentada en medio de aquel pequeño espacio, figura corpulenta, piernas largas vestido completamente de negro, puedo sentir su mirada fria a pesar de no verla con claridad, Quedó inmóvil.
-¿Estas tan concentrada, que no notaste mi presencia?- me dice aquella voz ronca.
Trato de reconocer aquel hombre, su voz me es muy familiar, trato de analizar para que mi cerebro pueda darme alguna pista pero no lo consigo.- Estoy demasiado ocupada, ¿Que hace escondido ahí, no pudo haber buscado mi atención?, ¿Acaso es usted un fantasma? - le digo sarcásticamente.
- Si estuviera escondido, creeme que nunca me hubieras encontrado-. Veo como se pone de pie y camina hacia a mi, cuando la Luz del sol da con su rostro, mis ojos se agrandan por qué no pensé volver a ver a este personaje, osea si, pero no tan pronto.
-¡ Señor Alessandro!- Digo con asombro. -¿Que así usted aqui? A qué debo el honor de su visita.- me acomodo en mi silla y cruzo las piernas, me quito los lentes y los dejo sobre mi escritorio.
- No tengo por qué anunciarme, ¿ Acaso no soy socio, está no es también mi empresa?.- me dice con tono frío. Mi enojo se propicia por mi sangre como si me inyectaran ácido.
- Los socios también tienen modales. No sé lo enseñaron en casa, por qué dudo mucho que haya estudiado en alguna escuela de gobierno.- me escuche muy clasista pero no pude evitarlo este hombre está sacando un lado de mi que ni yo misma sabia que tenía, ' coraje extremo' por su arrogancia.
-Yo hago lo que me plazca que te entre en esa pequeña cabecita tuya querida si quiero puedo ser tu sombra, si quiero puedo ser tu verdugo. Dice con toda seguridad.
- No tengo la más mínima intención de que lo sea señor Alessandro, ¿Por qué lo sería?- le pregunto con el mismo tono quiere jugar el juego del gato y el ratón y no estoy dispuesta a ser el ratón, en este medio hay que ser más gatos y no ratones eso lo tengo más que claro.
- Simple y sencillo 'Por que puedo' , siempre ten presente esto, lo que quiero lo tomo con o sin permiso, no creo que seas tan tonta para ponerme a prueba, jamás lo intentes por qué no te va gustar. Nunca me ando con rodeos. Yo invertí en este lugar por qué me dio la gana, tu lavas mi dinero y eso significa que soy tu 'Jefe' puedo entrar y salir de tu oficina cuántas veces quiera. ¿Lo has entendido?, o te lo explico con peras y manzanas.- su tono es salvaje hasta podría decir que es amenazante.
- ¿Eso es lo que cree? Déjeme decirle que está por completo equivocado, y yo le voy a explicar como a los niños pequeños con peras y manzanas para que a usted le quede más claro por qué no lo pienso repetirlo,- me levanto de mi asiento y camino hacia la parte exterior del escritorio y posó mi trasero en la orilla de este, cruzando las manos una de ellas queda al aire para poder expresarme y dirigirlas al compás de mis palabras, el vomito verbal sale como cascadas de mi boca pero me importa un carajo.
- En primer lugar, soy mi propio jefe usted invirtió conmigo por qué fue su decisión o ¿Acaso le puse un arma en la cabeza para que firmara mis contratos y mis acuerdos? Usted podía salir por esa puerta sin que nadie lo detenga Pero decidió quedarse, En ese caso estuvo en total acuerdo en todo lo que estaba estipulado en ese papel. La dueña y señora soy yo. No hay más.
En segundo y último lugar, para que le quede aún más claro me basto yo para poder con todo y mucho más, no necesito sombras extras no a escuchado esa frase que dice que ' no confíes ni en tu propia sombra ' y eso lo aplicó yo no confío ni el la mía, y le voy a explicar por qué 'No puede ' por la única y sencilla razón que yo no necesito de perros guardianes conmigo para verdugos me bastan mis demonios, el tomar algo por la fuerza no funciona y jamás funcionara conmigo, nadie se a atrevido y el que quiera experimentar tendría que pasar caminando con una bala en la cabeza, ¿ahora sí me entendió?- le digo lasibamente aunque por dentro siento que mis piernas me van a traicionar, trato de controlar mi respiración pero estoy a nada de salir corriendo, sin embargo no lo hago mi ego es más fuerte. Mi corazón empieza a latir al mil por hora, cuando veo como este ser humano increíblemente atractivo, todo un dios griego se va acercando poco a poco a mi hasta invadir mi espacio personal apoya sus manos encima del escritorio atrapando me entre el mueble de madera fina y sus manos perfectamente trabajadas por el ejercicio, su mirada es penetrante como si el lobo atrapó a Caperucita, trago grueso pero nuestras miradas entran en una batalla de egos ninguno baja la mirada y mi postura sigue siendo la misma. Pone una media sonrisa en su rostro de estás que te hacen mojar las bragas con tan solo míralo, Abre la boca y su voz ronca hace que mi entrepierna tiemble.
- Eres muy valiente, al tratarme de esta manera cariño- pasa su dedo índice por mi rostro, como si tocara la flor más delicada de la tierra. Mis ojos siguen el mismo trayecto y este llega a mis labios. ¡Dios que hombre!. Me digo a mi misma y al mismo tiempo me regaño no debo portarme como una perra.
- ¿Sabes?, nunca nadie se ha atrevido a tanto, nadie había sido tan descarada, y eso me tiene completamente excitado-. Menciona con seguridad, una seguridad que jamás había visto en nadie. Me toma por la barbilla con un agarre fuerte, suelto un gemido pero no de dolor. Me mira y en un micro segundo ya tenía sus labios pegados a los míos me toma con fuerza trato de alejarlo, su fuerza es brutal y me es imposible hacerlo lo intento pero no lo consigo, su boca invade la mía siento como sus manos, me toma por la cintura y me pega más a el, y me devora como serpiente a su presa. Siento como consume mi ser.
ESTÁS LEYENDO
INFIERNO
RomanceUna novela Dark Romance, dónde el amor no es la primera opción, Maremi una mujer llena de odio y resentimiento busca vengar lo más más sagrado que le han arrebatado. sin embargo ella no sabe que clase de persona es Vante el ser más frío y sanguinari...