Capituló 6

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El príncipe se encontraba caminando hacía el maestre que más confianza le tenía, tenía muchos dudas dudas sobre lo que sucedió ayer, no quería pensar mucho en eso tal vez solo sea un estúpido insisto omega, o lo que carajos sea eso.

Se sentía algo extraño al llegar a la habitación del maestre tocó dos veces para luego entrar. Los que se encontraban presentes hicieron una reverencia con la cabeza.

—Mi príncipe, buenos días.—

—Maestre, necesito hablar con usted, es algo urgente— el hombre asintió y lo guió a la pequeña mesa.

—Dígame.—

—Anoche tuve algo raro con dareon, mi omega se puso algo arisco y posesivo con el. Decía que era mío que debía cuidarlo a él me pasó lo mismo con una pequeña que es huérfana...— El maestre solo sonrió levemente, entendía ese tipo de cosas él es un Omega también.—

—Mi príncipe lo qué pasa es que usted reconoció como suyo a esos niños, incluyendo a la pequeña de la que está hablando. Hasta que no los tenga a su lado su omega no estará en paz.— Aegon se pensó unos segundos eso y apretó sus labios eso se vería mal, pero era el futuro omega de la heredera. No le importaba mucho.—

—Gracias.— Salió de allí y rascó su nuca nervioso, debía hablar con su padre y explicarle la situación.

Lo más seguro es que estuviera en el patio con la familia rara vez sucedía eso, pero tal vez hoy no sea un día tan malo, el príncipe suspiro exhausto y caminó más rápido hacía el patio. En su caminata se tomó el criston el cual empezó a seguirlo por detrás apenas lo miro.

—Criston, están todos?— El guardia asintió.—

—Tks.—

Hizo un ligero mohín y bajo las escaleras del patio, forzó la mejor sonrisa y llevó unos mechones de cabello atrás de su oreja, su entrada hizo que sus hermanos sonrieran al verlo. Y no fueron los únicos sus padres y sobrinos , prometidos también lo estaban viendo. Bufo ante tantas miradas.

—¿Que? Mi belleza cuesta cada que me vean serán anillos nuevos.— Hablo con sarcasmo sacando varias risas.

Se acercó a su madre donde dejó un beso sobre sus nudillos y luego uno en su mejilla.

—Madre.—

—Cachorro.— La reina acarició con cuidado sus mejillas para dejar un dulce beso en su frente. Un pequeño balbuceo llamó su atención el pequeño dareon que estaba sobre una manta en el suelo estiraba sus brazos en dirección de su hermano. Al no recibir atención empezó a sollozar.—

—Dareon, estoy algo ocupado... dame unos segundos bebé llorón.— Revolvió su cabello con cuidado.

Miro de reojo a Rhaenyra que no le quitaba la mirada de encima, cerró su ojo coqueteándole. La mujer solo negó y soltó un suspiro.

—Padre, madre, ¿podemos hablar? Es urgente.— Ambos reyes se vieron y se levantaron para seguir a su hijo a un lugar más privado, aún así las miradas no se quitaban de ellos.

—...— Se mantuvo en silencio apretando un poco sus labios.

—Aegon..— Habló el rey mirando algo preocupado a su hijo.

—Anoche que lleve a Dareon a dormir conmigo sucedió algo, fue raro tuve que ir con los maestres para que me explicaran que fue eso... al parecer fue como una impresión en Dareon.— La reina lo miró sorprendió, pero el rey no comprendía del todo.

—¿Tú omega reconoció a Dareon como su hijo? Es eso?— El omega asintió desviando su mirada al suelo.

—Oh..— Fue lo único que dijo su padre.—

The Golden Dragón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora