Planeando a futuro

29 6 0
                                    


Caminando por las calles de Orario tranquilamente por la mañana, su expresión reflejaba la felicidad de un niño inmaduro e indefenso, él era Doppio, pero a la vez también era Bell.

En dirección al encuentro con Liliruca, estos dos... ¿Personalidades? ¿Individuos?, realmente no importa. Los dos tenían un debate mental, principalmente era Doppio quien quería interrogar a Bell.

— ¿Sueños? ¿Qué tipo de sueños? — Dijo Bell en ese "espacio mental" cual era completamente negro — porque para ser sincero, no recuerdo mis sueños.

Al frente de Bell esta Doppio, la única diferencia entre ambos es el color de sus ojos.

—Puede que suene raro, algo bizarro creo yo. — Era obvia la incomodidad de Doppio, el desvió en sus ojos lo demostraba — Desde hace un tiempo he tenido unos sueños; cuales no estoy seguro de que me pertenezcan, en esos sueños veo gente, habitaciones... espíritus.

— ¿Espíritus? No lo entiendo.

Bell se confundió con la palabra "espíritus" naturalmente; Doppio procedió a explicarle sus sueños.

—Mi primer sueño extraño era de mí, talvez de ti.

"¿sobre mí?" pensó Bell; Doppio predijo sus pensamientos, por lo que antes de explicarle sus sueños le respondería su pregunta.

—No es necesario de que hables, entiendo tu confusión. Te lo explico: Al vivir yo en tu mente, no puedo afirmar ni negar que compartamos los mismos sueños. — Dijo Doppio con dibujos en una pizarra de quien sabe dónde saco; Bell asintió con la cabeza, había entendido esa parte —Como iba diciendo. Mi primer sueño era de uno de nosotros dos, estábamos frente una puerta, voces nos llamaban o eso supongo, abrimos la puerta, y dentro de ella una niña, ella hablo, pero no recuerdo lo que dijo. El segundo sueño es completamente diferente.

—Diferente... ¿En qué sentido?

—No seas impaciente, a ello voy... Una confrontación, tu o yo en frente de un ejército. Nuestro cuerpo increíblemente dañado... Por cierto, me referiré a este personaje como "nosotros", ya que no sabemos con claridad quien es, por lo que es más apropiado decirlo así.

— ¡Si, entiendo, pero sigue con la historia! — Dijo Bell curioso y ansioso por saber más.

—O... Discúlpame, divagaba. Ahora sí, nuestro cuerpo terriblemente dañado, la ropa desgarrada al igual que partes de nuestra piel. El ejército cargo en nuestra contra, y nosotros respondimos con un grito de guerra. Fue ahí, donde el espíritu apareció: Era una figura imponente, alcanzando fácilmente los 1.80 metros de altura, aunque la manera en que flotaba lo hacía parecer aún más alto. Su cuerpo entero estaba envuelto en una capa negra, oscura como la noche más profunda, y de su espalda se desplegaban unas enormes alas negras, como las de un cuervo. Sin embargo, algo en ellas no parecía natural, eran meramente decorativas, no se movían ni parecían darle la capacidad de volar. Lo más inquietante era que no tenía piernas, simplemente flotaba en el aire, como si no necesitara del suelo para sostenerse. De la oscuridad de su capucha se asomaban dos ojos rojos, brillantes como brasas, los únicos indicios de vida en su figura sombría. Sus manos eran delgadas, descuidadas y ancianas, con dedos largos y uñas que se extendían más de lo normal, afiladas y amarillentas, como si hubieran estado creciendo sin control por siglos. Por suerte para nosotros, él luchaba a nuestro lado.

El chico de ojos rojos no pudo evitar temblar, no solo del miedo de la criatura en sí, si no por el hecho de que aquella descripción se le hacía familiar; un escalofrió le recorrió todo el cuerpo a la vez que un recuerdo difuso le llegaba a la memoria, era esa misma criatura.

Danmachi: Doppio BellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora