El castaño estaba curando sus heridas, Voxxer lo había hecho pelota, pero él se pudo resistir para huir. Aunque una duda recorría su cabeza.
Si no fue el pelinegro, ¿Quién fue?.
Dejó aquel micrófono a un lado y siguió tapando los raspones y limpiando la sangre de sus labios. Cuando de pronto oyó el sonido de su timbre.
- "¡Ya voy!" -
Lucifer caminaba con dificultad, sentía todo su cuerpo arder y presentía como en cualquier momento iba a caer inconcientemente al suelo.
Habían echado al pobre Rubio de su propia casa, sin antes darle sus "merecidos" golpes.
Pero habían sido peor que antes, le habían tirado agua hirviendo y dejaron aquella regla con la que lo maltrataban todo el tiempo y, su padre, uso sus propios puños.
No recordaba muy bien lo que le habían hecho, pero dolía tanto que ni podía caminar tranquilamente.
Antes de sacarlo de su propia casa, le advirtieron que si mencionaba algo de lo que le hacían, lo matarían cuando salgan de aquella celda.
Así que, Lucifer, sentía miedo, frío y dolor, mientras se dirigía al único lugar que le parecía seguro.
A la casa de Alastor.
.
Al estar en frente de la puerta no dudó para tocar el timbre y apoyarse de la pared. Sus ojos estaban rojos por las lágrimas que seguían cayendo, sus labios, brazos, cabeza y piernas sangraban de las heridas.
Vió un pequeño destello de luz atrás de la puerta y al sentir la presencia del castaño se vio obligado a abrazarlo con fuerza, haciendo que en ese momento se desmaye en los brazos del moreno.
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Alastor estaba atónito, el más pequeño estaba en pésimas condiciones. Estaba más herido que el castaño.
Intento controlar su ira, ya que no podía estar enojado cuando necesitaba que Lucifer se encuentre bien, con todas las heridas que el tenía.
Así que cargo a Lucifer, con algo de dificultad, y camino hacia la Sala para dejarlo acostado boca arriba en el sillón del castaño.
Agarro las vendas que tenía el Moreno en la pequeña mesa y empezó a curar las heridas del Rubio, notando así, lastimaduras que eran de hace mucho tiempo en su brazo.
Cuando terminó lo dejó acostado allí, esperando a que se recupere.
¿Quien había hecho tal cosa? ¿Como término así? ¿Por que tiene tantas heridas?
Pensaba Alastor, mientras se sentaba en otro pequeño sillón para esperar que Lucifer despierte, incluso no se dió cuenta que se quedó dormido.
