𝐗𝐗𝐗𝐕𝐈

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Mire al mi alrededor, otra vez la había cagado ¿Por que siempre me escondía en un callejón que no tenía salida? Solo esperaba que esa mujer no me encontrar, aunque no tuve que esperar mucho para darme cuenta que Llilth ya me había encontrado

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Mire al mi alrededor, otra vez la había cagado ¿Por que siempre me escondía en un callejón que no tenía salida? Solo esperaba que esa mujer no me encontrar, aunque no tuve que esperar mucho para darme cuenta que Llilth ya me había encontrado.

Nunca más voy a salir de mi casa, nunca más. Siempre arriesgaba mi vida en eso por gente loca y peligrosa. Y pienso; ¿Merecia tanto odio? ¿Que fue lo que hice para merecer todo esto?

Sin duda yo era el problema. Todo lo malo que ocurría sin duda debía se emitió culpa para que ahora pase algo como esto, era obvió. No se necesitaba ciencia para saberlo.

Mire a la mujer quien era algo raro de que no esté acompañado de Adan. Sabía que estaba en la cárcel, pero pensé que iban a sacarlo.

No tuve otra opción que esperar a que ese monstruo hiciera lo que tenga que hacer. Si iba a golpearme, que me golpee. O si tan sólo iba a matarme estaría agradecido con eso.

Aunque no del todo, extrañaria a Charlie y a Alastor. Tanto que creía que mi alma nunca descansaria en paz y, quedaría con tanto odio que podría romperse poco a poco.

—“¿Que tanto piensas? ¿Eh?“— se acercaba la rubia de pelo largo lentamente hasta llegar a una distancia considerable para que pueda ver su rostro lleno de maldad.

Me quedé callado sin contestar y con la mirada baja. No quería pensar en nada, ni siquiera quería estar ahí. En este mundo crual era difícil de vivir.

—“¿Por que será que siempre nos vemos en los supermercados?“— hablo la mujer.

—“Porque seguramente me sigues, hasta debes saber dónde vivo.“—

Una cachetada recibí luego de soltar esas palabras. La más alta solo me miraba con furia. —“Aunque tengas razón. Lo tomaré como una coincidencia.“—

—“¡Como sabes que Lucifer esta en peligro!“—

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—“¡Como sabes que Lucifer esta en peligro!“—

Me preguntaba la mujer mientras conducía su auto de policía lo más alterada posible. Las niñas estaban en la parte de atrás mirando por la ventana debido a la velocidad en la que íbamos.

𝐁𝘭𝘶𝘦 𝐄𝘺𝘦𝘴 || Radioapple ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora