𝐁𝘭𝘶𝘦 𝐄𝘺𝘦𝘴 || Radioapple ||

𝐗𝐕𝐈

Ya en mi trabajo, un tanto estresante, debido a la variedad de clientes que ese día se encontraban. Solo sentía la necesidad de tener un buen sueldo debido a su trabajo, aunque esos era casi imposible, después de todo solo era un camarero. Pero dejando eso de lado en su trabajo de música le va mucho mejor, allí si dan buena paga. Sorprendiendome verdad, seguramente Moxxie tiene otro trabajo en mente.

Sintió una mano alzar a lo lejos, una pequeña con unos guantes. Su instinto decía que era alguien de mucho dinero, por lo tanto debía ser algo respetuoso, aunque siempre lo era con sus clientes. Se acercó a la mesa proveniente y allí encontró a una persona que se alegró bastante de ver.

-"¡Emily!"- el más bajo la abrazó con tanto amor desde el último día que se había ido de la casa por un gran viaje de negocios que ella tenía.

-"¡Hermanito! Dios cuanto tiempo ¿Que haces aqui?"- me preguntó con la misma energía con la que me había exclamando "hermanito"

-"Trabajando.. Es que yo.. Ya no vivo en casa"- dijo con tristeza en mi rostro mientras miraba un punto fijo en el suelo.

Emily fue la única de mi familia que me defendía de los golpes y del maltrato que recibía de mi familia. Fue una hermana realmente importante para mí, pero ella tuvo que irse debido a su negocio en otro país y me dijo que tenía que ser fuerte, pero era bastante imposible eso para mi. Era un inútil. No servirá para nada.

Hablamos un gran rato, incluso le conté de su pareja actual, Alastor, ignorando lo que pasó con nuestra familia, ya que eso me hacía sentir fatal. Aparte que Emily también se había marchado de aquella casa. Luego recordé que me encontraba en el trabajo, por lo tanto me despedí y continúe trabajando como de costumbre. Algunos de mis compañeros me miraron algo mal por la charla con mi hermana, pero simplemente los ignore.

Ya estaba acostumbrado a esas miraditas.

Después de todo eso, no pasó nada malo. Por suerte mi jefe no estaba ese día, por lo tanto no pudieron quejarse de que sólo estaba teniendo un adorable momento con mi hermana que no veía hace 10 años. "Malditos hijos de puta" pensaba mientras encontraba dramático su pensamiento. Desde que vi a mi hermana realmente estaba feliz y no me había puesto a llorar cuando conté sobre mi depresión, sobre lo que había pasado con mi familia.

Me quedé pensando unos momento mientras me quitaba el uniforme de trabajo y lo guardaba en el locker que se me otorgaba con mi nombre ¿Seria buena idea comprar unos antidepresivos? Mi médico se lo había recomendado en mi pequeña cita, ya que últimamente me sentía peor que nunca. Muy depremido, cansado, desconcentrado, sentimientos de culpa, entre otras cosas. Por eso había recurrido a un psicólogo y este me menciono que vaya a un doctor en cual este me comentó sobre los antidepresivos, sin antes darme una autorización para comprarlas.

Alastor no estaba enterado de todo esto, no quería preocuparlo, sabiendo como era. Amaba que sea así, pero sentía que debía tener sus cosas personales y que si se llegaba a enterar entraría más en pánico mi pareja que yo. Así que por ahora no le comentaría nada, hasta que este listo para hacerlo. Al terminar de recoger mis cosas y guardar las que no me corresponden me fui a comprar las pastillas y luego volvi a casa.