Golden Hour[Scaraether][Xiaoaether]

Salio a la luz

Hoy Aether se encontraba en una tienda de artículos aromáticos, observando con calma las velas dispuestas en los estantes. El aire estaba impregnado de los olores de lavanda, sándalo, y cítricos. Hoy había enfrentado a su madre. Por primera vez en mucho tiempo, se había vestido como él quería, y no como ella lo obligaba. Nada de vestidos ni de ropa femenina; esta vez había escogido un hoodie gris oscuro y un pantalón flojo, aunque no demasiado ancho. Era una combinación sencilla, cómoda, que lo hacía sentir más él mismo.

Había recogido su largo cabello rubio en una trenza, como solía hacer, aunque en el fondo lo odiaba. Quería cortarlo, quería liberarse de todo lo que pudiera hacer que lo confundieran con una chica. Pero aún no había tenido el valor de hacerlo.

Mientras seleccionaba algunas velas para llevarse a casa, su mente vagaba entre las preocupaciones cotidianas. Estaba a punto de dirigirse a la caja cuando el cajero le pidió algo inesperado.

—¿Tienes identificación? —preguntó el chico detrás del mostrador, mirándolo de arriba abajo.

Aether se quedó momentáneamente paralizado, confundido por la solicitud. Era una tienda de velas, ¿por qué necesitarían su identificación?

—Uh, sí, claro —respondió mientras sacaba su cartera. Quizás era una política de la tienda para asegurarse de que no vendían ciertos productos a menores de edad aunque Aether lo es. No le dio mucha importancia al principio, hasta que vio cómo la expresión del cajero cambiaba al mirar su identificación.

El chico del mostrador frunció el ceño, claramente confundido. Levantó la vista de la tarjeta a Aether y de nuevo a la tarjeta, ¿porque en la foto Aether aparece con una imagen masculina pero en persona es una maldita chica?  O parecía por sus facciones suaves.

—Perdón... esto... parece un error. —El cajero titubeaba—. ¿Podrías esperar un momento?

El corazón de Aether empezó a latir con más fuerza. ¿Un error? No había nada mal en su identificación. O al menos eso pensaba. Pero pronto se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo. En su identificación, por supuesto, estaba escrito que su género era masculino, pero, ¿por qué el chico lo miraba como si no encajara?

"¿y ahora que?", pensó Aether con frustración.

—Voy a llamar a un oficial para que lo revise —dijo el cajero antes de desaparecer detrás del mostrador.

Mierda.

Aether se quedó ahí, de pie, incómodo bajo la mirada curiosa de algunos clientes. Pocos minutos después, un oficial de la tienda apareció. Era un hombre corpulento, de expresión severa.

—Por favor, acompáñame —dijo con voz firme.

Aether, tenso, obedeció sin protestar. Lo guiaron hacia una pequeña oficina en la parte trasera de la tienda y lo hicieron sentarse en una de las sillas de espera. Lo peor de todo es que no estaba solo en la habitación. No había notado al principio, pero alguien más estaba sentado junto a él.

Pero Aether no levantó la cabeza. Su mirada permanecía fija en el suelo, intentando procesar el nerviosismo que sentía por toda la situación. Podía oír al oficial hablando por teléfono, aparentemente consultando algo sobre la identificación de Aether.

—¿Esto está mal? —dijo el oficial, mirando tanto a la tarjeta como a Aether—. ¿Por qué este chico parece... una chica? Es masculino en la identificación.

Mierda. Su mente seguía repitiendo esa palabra como un eco. Quería hablar, quería explicar, pero no le salían las palabras. El oficial no le daba tregua para responder, seguía balbuceando, confundido.