Vas a querer volver

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Hoy Scaramouche estaba sentado junto a Aether, apoyado en la cabecera de la cama, mientras el rubio le acariciaba el cabello con esa suavidad que siempre le tranquilizaba. La tarde transcurría con calma, como en otras ocasiones, pero Scaramouche no podía concentrarse. Sabía que tenía que hablar con Aether, contarle lo que llevaba días rondando en su mente, pero las palabras no salían.

Aether seguía hablando, contándole sobre su día, sobre lo bien que se sentía ahora que podía vestirse como quería, sin la presión constante de su madre. Vivía con su tutor, y aunque la situación era nueva, se sentía mucho más libre.

—Dainleif es bastante tranquilo, —decía Aether, sonriendo mientras le pasaba la mano por el cabello a Scaramouche—. Me deja ser yo mismo, y eso es todo lo que necesitaba.

Scaramouche asintió, aunque su mente estaba en otro lugar. El peso de la conversación pendiente lo aplastaba. Cada vez que intentaba abrir la boca para decir algo, las palabras se le atoraban. Aether, ajeno a su tormento interno, seguía con su relato, pero notó cuando Scaramouche apartó su mano de manera sutil.

—¿Qué pasa? —preguntó Aether, frunciendo el ceño con preocupación. Levantó la mano de nuevo para tocarlo, pero Scaramouche volvió a apartarla, sin mirarlo directamente.

—No es nada, —respondió Scaramouche, aunque sabía que no era verdad. Sabía que no podía seguir esquivando la conversación.

Aether lo miró en silencio, tratando de descifrar lo que estaba ocurriendo. El comportamiento distante de Scaramouche no era normal. No en ese tipo de momentos. Algo estaba mal, y Aether lo sentía en el aire.

—Scara, dime qué pasa, —insistió suavemente, mirándolo de cerca—. Estás diferente, distante... ¿Hice algo mal?

Scaramouche suspiró, sin saber cómo empezar. Sabía que no podía seguir evitando el tema, pero el miedo a herir a Aether lo mantenía en silencio. Finalmente, tomó aire y lo soltó lentamente.

—No, no has hecho nada mal, —dijo con voz más suave—. Es solo que... he estado pensando mucho, y... —Se detuvo, buscando las palabras—. Siento que te estoy metiendo en algo que no deberías cargar.

Aether parpadeó, sorprendido por lo que acababa de escuchar. No esperaba que Scaramouche dijera algo así, no cuando las cosas parecían ir bien entre ellos.

—¿Qué quieres decir? —preguntó, aún sin soltarle la mano.

Scaramouche se mordió el labio, mirando hacia otro lado. —Tienes 14 años, Aether. Yo soy mayor que tú, y a veces siento que tal vez... no debería estar contigo. No quiero que te metas en mis problemas por mi culpa.

Aether se quedó callado, procesando lo que Scaramouche había dicho. Sabía que la diferencia de edad era algo que a veces preocupaba a Scaramouche, pero no pensaba que lo afectara de esta manera.

—Tú no me estás metiendo en nada, Scara, —dijo finalmente Aether, su tono firme pero tranquilo—. Yo sé lo que hago, y si estoy contigo, es porque quiero estarlo. Si algo no estuviera bien, te lo diría.

Scaramouche volvió a mirarlo, sorprendido por la calma de Aether. El rubio lo miraba con una certeza que él no había tenido en días.

—¿De verdad piensas eso? —preguntó Scaramouche, inseguro.

—Sí, lo pienso. —Aether entrelazó sus dedos con los de él, sonriendo ligeramente—. No soy un niño. Sé lo que estoy haciendo, y estar contigo es mi decisión, no algo que tú me estés imponiendo. —Sus ojos dorados brillaban con una mezcla de determinación y cariño—. No te preocupes por mí. Estoy aquí porque quiero estarlo.

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⏰ Última actualización: 16 hours ago ⏰

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Golden Hour[Scaraether][Xiaoaether]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora