Contrapaso

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Hoy en la mañana, después de la extraña noche en la que Aether y Scaramouche terminaron durmiendo juntos, aunque sin mucha opción por parte de Aether debido al abrazo apretado del azabache. El sol apenas entraba por las ventanas, y el ambiente en la casa de Scaramouche seguía siendo el mismo: tranquilo, silencioso, casi vacío, excepto por ellos dos.

Aether fue el primero en despertar, moviéndose con cuidado para no volver a quedar atrapado en los brazos de Scaramouche. El dolor en su pie seguía presente, aunque menos intenso que la noche anterior. Se sentó en la cama y suspiró, todavía algo desorientado por todo lo que había pasado. El peso de las muletas junto a la cama le recordaba su realidad actual.

Al girar la cabeza, vio a Scaramouche todavía profundamente dormido, con el cabello revuelto y respirando pesadamente, completamente ajeno al mundo. Ni en sus sueños Scaramouche podía parecer relajado; hasta su manera de dormir tenía un aire de despreocupación.

Aether intentó levantarse, pero en cuanto apoyó el pie lesionado en el suelo, una punzada de dolor lo hizo soltar un leve quejido, lo suficientemente fuerte como para despertar al azabache. Scaramouche, adormilado, abrió los ojos lentamente, frunciendo el ceño antes de enfocar la vista en Aether.

—¿Otra vez dando problemas tan temprano? —murmuró con voz ronca por el sueño, apoyando un codo en la cama mientras se estiraba perezosamente.

Que miedo...¿En qué momento se despertó?

—Es mi pie, no yo. —respondió Aether, con una mezcla de cansancio y molestia. Se sentía un tanto expuesto con su pie lesionado y las malditas muletas a un lado, pero se negó a mostrarse débil delante de Scaramouche.

Scaramouche lo observó un momento, aún con esa expresión de quien acaba de despertar y está demasiado cansado para soltar una burla completa. Aether estaba claramente tratando de levantarse solo, pero su torpeza con las muletas era obvia.

—Quédate quieto un segundo, idiota. —Scaramouche se levantó con un gruñido, frotándose los ojos antes de caminar hacia él—. Te vas a romper el otro pie a este paso.

Aether lo miró, molesto. —Puedo hacerlo solo, no necesito ayuda. —respondió con firmeza, aunque su expresión se tensaba cada vez que intentaba mover el pie herido.

Scaramouche lo ignoró completamente, como si no hubiera dicho nada, y se acercó para pasarle el brazo por los hombros y ayudarlo a levantarse. No era la primera vez que Aether intentaba mantener su orgullo intacto, y no sería la primera vez que Scaramouche lo ignoraba completamente.

—Sí, claro. Hazme un favor y no te caigas en mi casa, ¿vale? No quiero limpiar sangre hoy. —comentó el azabache con ese tono despreocupado mientras ayudaba a Aether a sostenerse de pie.

—Tú siempre tan considerado. —Aether bufó, aunque agradecía la ayuda en silencio. El pie le dolía menos con el peso distribuido gracias a Scaramouche.

Una vez que Aether estuvo más o menos estable, Scaramouche lo soltó suavemente y fue directo a la cocina, como si fuera una rutina de lo más común. Aether se sentó en una silla, observando cómo el azabache se movía de manera casual por la cocina, buscando algo en los armarios.

—¿Qué haces ahora? —preguntó Aether, mientras lo veía revolver entre las tazas.

—Hacer café. ¿O pensaste que iba a cocinarte el desayuno? —respondió Scaramouche, sin siquiera mirarlo.

Aether lo miró con una ceja levantada. —No me sorprendería que terminaras incendiando la cocina.

Scaramouche rió suavemente mientras llenaba la cafetera. —Ya te dije, si quemara esta casa, no habría nadie para culparme. Además, después de tu espectáculo culinario anoche, cualquier cosa que haga va a parecer mediocre. —Se giró con la cafetera humeante y le sirvió a Aether una taza de café.

Golden Hour[Scaraether][Xiaoaether]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora