Un dia asfixiante con el idota de scaramouche

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Hoy el ensayo en la academia estaba llegando a su punto álgido, y todos los bailarines se encontraban concentrados en sus movimientos, perfeccionando cada pirueta y cada salto. Aether estaba en su zona, dando lo mejor de sí mismo, cuando sintió un tirón repentino en su pie. Un dolor agudo lo recorrió en cuestión de segundos, y antes de que pudiera darse cuenta, cayó al suelo. Su rostro se contrajo por el dolor, mientras intentaba apoyarse sobre el otro pie, pero no podía moverse.

—¡Auch! —jadeó, apretando los dientes.

Justo en ese momento, Scaramouche, que estaba cerca, se dio cuenta de lo que había sucedido. Al principio, su reacción fue la habitual. Una sonrisa socarrona cruzó su rostro mientras se acercaba con su típico aire despreocupado.

—¿Qué te pasó ahora, rubiesito? —preguntó con un tono burlón, agachándose a su lado. Era la manera de Scaramouche de lidiar con cualquier cosa: hacer una broma.

Aether no respondió de inmediato. El dolor era demasiado intenso. Su pie latía con una fuerza que no podía ignorar, y antes de que se diera cuenta, las lágrimas comenzaron a acumularse en sus ojos.

—Cállate, Scaramouche —murmuró entre sollozos, su voz quebrándose por el dolor.

Al principio, Scaramouche solo se rió suavemente, pensando que Aether estaba exagerando, como solía hacerlo. Pero al notar las lágrimas en sus ojos y la forma en que su rostro se torcía de dolor, su sonrisa se desvaneció.

—¿Qué...? —Scaramouche frunció el ceño, dándose cuenta de que esto no era una broma—. Espera, ¿te lastimaste en serio?

Aether asintió, sin poder contener más las lágrimas. El dolor era insoportable, irradiaba desde su pie hasta su pierna, y todo lo que podía hacer era llorar. Scaramouche, que no solía lidiar bien con las emociones ajenas, se quedó inmóvil por un segundo, sin saber muy bien qué hacer. Pero, al ver el estado en el que estaba Aether, algo cambió en su expresión.

—Está bien, está bien, deja de llorar tanto —dijo, aunque su tono ya no era burlón. Había una preocupación real en su voz—. Vamos, te llevaré a la enfermería.

Scaramouche ayudó a Aether a ponerse de pie, o al menos, lo intentó. El pie de Aether no podía soportar su peso. Cada vez que lo intentaba, más lágrimas caían de sus ojos, y su respiración se volvía errática por el dolor.

—Ah, maldita sea —murmuró Scaramouche, sin poder ocultar la preocupación que empezaba a acumularse en su pecho. Aether realmente estaba mal.

—Duele mucho... —sollozó Aether, apoyándose en el hombro de Scaramouche mientras intentaba no poner presión en su pie.

—Lo sé, lo sé —respondió Scaramouche, intentando mantener la calma, aunque no tenía ni idea de cómo lidiar con esto—. Solo aguanta un poco más, ¿sí? Vamos a llegar a la enfermería.

Mientras se dirigían a la enfermería, Aether no dejaba de llorar. Cada paso que daba era un suplicio, y por mucho que intentara contenerse, el dolor superaba su voluntad. Scaramouche nunca había visto a Aether así, y, aunque siempre solía burlarse de él por su sensibilidad, en este momento todo lo que quería era que dejara de sufrir.

—Oye, ya, deja de llorar tanto —dijo Scaramouche mientras lo sostenía, su tono más suave que de costumbre, pero aún sin saber cómo manejarlo—. Eres un llorón, ¿lo sabías?

Aether no respondió, sus sollozos eran la única respuesta que recibía. Era un adolescente de 14 años, con el corazón lleno de frustración y el cuerpo lleno de dolor, y Scaramouche, a pesar de todo, no podía evitar sentir cierta incomodidad. ¿Cómo diablos se suponía que debía calmar a alguien así?

Golden Hour[Scaraether][Xiaoaether]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora