El fin de la mentira

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Como sabemos demandaron a la madre de Aether por parte de la academia por lo ocurrido con Aether, dando que se sabe que realmente Aether era un chico y no una chica, cosa que es ilegal de hacer cuando no se tiene el consentimiento de la persona y cuando la victima es menor de edad, el caso de Aether.

El día del juicio había llegado. La sala del tribunal estaba llena, no solo de abogados y representantes legales, sino también de periodistas y cámaras, todos esperando captar cada palabra, cada detalle de lo que había sucedido en la vida de Aether. Era un evento viral, transmitido en vivo, con miles de personas siguiendo la transmisión desde sus pantallas, esperando ver cómo se haría justicia por el muchacho que había sido privado de su infancia y obligado a vivir bajo una mentira.

Aether estaba sentado en el estrado, en silencio, sus manos descansaban en su regazo mientras los abogados de su madre discutían el destino de la empresa familiar. Los flashes de las cámaras lo deslumbraban, pero mantenía la mirada baja, sin querer ver las caras de aquellos que lo estaban juzgando. Sabía que todos esperaban algo de él, algo que le costaba tanto dar: su verdad.

La madre de Aether estaba ahí también, sentada junto a sus abogados, manteniendo la compostura perfecta que siempre había exhibido en público. Era la dueña de una de las empresas de cosméticos más famosas del país, pero esa fachada ahora se estaba resquebrajando. Su rostro, normalmente sereno y calculado, mostraba signos de tensión. Sabía que la verdad estaba a punto de salir a la luz, y que su imperio podía colapsar por lo que había hecho.

Los abogados de la madre intentaban, desesperadamente, defender la empresa y protegerla de la quiebra que amenazaba con destruir todo lo que había construido. Intentaban desviar la atención de las decisiones personales que había tomado hacia su hijo, centrando el caso en los "logros empresariales", pero todos en la sala sabían que el verdadero tema era el abuso que había ejercido sobre Aether durante toda su vida.

El juez golpeó con el martillo, pidiendo orden. Las voces de los abogados resonaban en la sala, cada uno intentando dar su mejor argumento. Pero, eventualmente, las miradas se volvieron hacia Aether. El punto central del juicio no era la empresa, sino él, su vida, y el sufrimiento que había soportado.

—Llamo a declarar a la madre del joven Aether —dijo el juez, su voz resonando por toda la sala. Su madre se levantó, caminando hacia el estrado con un aire de falsa confianza. Sabía que estaba en una posición difícil, y que cada palabra que dijera sería crucial.

Uno de los abogados de Aether, un hombre de mediana edad de mirada firme, se levantó para cuestionarla. Su tono no era agresivo, pero directo, como si estuviera despojando capa por capa de las mentiras que rodeaban a esa mujer.

—Señora, —empezó el abogado, mirando los documentos frente a él—. Está aquí acusada de privar a su hijo de su identidad, de someterlo a un maltrato psicológico y físico durante toda su vida. Queremos que explique, frente a este tribunal y al mundo, por qué decidió hacer pasar a su hijo como mujer durante todos estos años. ¿Qué fue lo que la llevó a esa decisión?

La madre de Aether lo miró con frialdad, como si esas palabras no la afectaran, pero por dentro, el control que había mantenido durante tanto tiempo comenzaba a desmoronarse.

—Yo... solo quería lo mejor para él, —respondió ella, su voz calculada—. Aether nunca fue fuerte como los otros chicos. Era diferente, siempre lo fue. Yo solo intenté darle la mejor oportunidad en la vida, protegerlo de las críticas, de la sociedad. Pensé que si lo criaba como una mujer, tendría más oportunidades.

Las palabras cayeron como una piedra en la sala. Un murmullo incómodo recorrió el tribunal. Aether mantuvo la mirada baja, mordiéndose el labio, sintiendo cómo el peso del pasado lo aplastaba de nuevo.

Golden Hour[Scaraether][Xiaoaether]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora