Capítulo 05

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Indignados. Así estaban Minho y Jisung.

El segundo nombrado no había hecho más que fingir una sonrisa y saludar a su compañero con unas secas palabras.

— ¿Se conocen chicos?

— Somos compañeros. — respondió el rubio, al ver que Minho se había quedado callado.

— ¡Eso es perfecto! — exclamó Mina. — Ahora Minho ya tiene un amigo en su nueva escuela.

Minho se tuvo que aguantar toda la emoción de su familia y la del contrario, a una pareja tratando de pasar desapercibido mientras se daban besos y al enano que conversaba felizmente con su madre. Trató de esbozar una sonrisa pero nada salió, así que se sentó en el sofá sin más.

Una mierda de noche. Con sus amigos la estaría pasando genial, pero no, tenía que estar allí porque el tonto de su hermano se la daba por querer casarse. Algo muy estúpido para él, si le llegasen a preguntar.

Tuvo pocos amoríos en su vida, al descubrir que era homosexual se fue guiando por el sexo masculino, tenía revolcones con algunos conocidos o amigos en común, pero no era nada importante porque la idea de pasar tiempo acaramelado con alguien le repugnaba.

Sus papás sabían perfectamente sobre su orientación sexual y lo aceptaban. De todos modos a él no le importaría su si opusiesen.

Porque prefería follar anos y masturbar penes, no lo cambiaría por nada del mundo. El tiempo fue pasando y ahora ya todos estaba ubicados en la mesa donde cenarían. La comida abundaba y a Minho se le hizo agua la boca. Comenzó a atacar los bocadillos y carnes, y los demás no se quedaban atrás.

Excepto Jisung, que comía solamente una porción de ensalada. Éste estaba sentado al lado de Lee por obligación de su madre, y le estaba costando la vida ver como el pelinegro era un cerdo comiendo, se le hacía un nudo en el estómago cada vez que le oía tragar.

— ¿Estás a dieta o qué? — le susurró Minho brutamente.

— Soy vegano.

— ¿Vegano? ¡Puff!

Jisung confundido por la burla sin sentido del más alto, decidió preguntar.

— ¿Y el chiste?

Minho se limpió la boca con una servilleta para luego volver a susurrar.

— Que ocultas tu dieta diciendo que eres vegano.

— ¡Claro que lo soy! No tendría por qué mentir. — respondió ofendido.

— No es nada de malo que quieras bajar unos kilos de más, te vendrían bien. — murmuró el pelinegro, aguantando la risa.

Pero Jisung no le hizo caso, sólo rodó los ojos. El incluso iba al gimnasio y se ejercitaba todos los días para mantener un cuerpo sano.

— Yo gordo y tú anoréxico. — se burló en voz baja, pero fue suficiente para que Minho le escuchara.

Éste al oír que lo llamó anoréxico solo rió, estaba muy lejos de serlo. Además de que comía cualquier cosa que le pusiesen en frente, era conocido por tener mucha fuerza y potencia en sus grandes músculos. Quizás hace unos años sí era un saco de huesos pero a los 15 la pubertad le pegó duro.

La noche pasó lenta, la familia Han se retiró contenta a las 1 de la madrugada, todo había salido acorde y ahora los novios ya estaban comprometidos. Pensaban que los Lee eran una buena familia y muy partidaria para su hija.

Minho estaba quejándose con su madre porque al final no había podido salir con sus amigos, había desperdiciado su noche.

— Ese enano tiene la culpa de todo. — soltó con los ojos entrecerrados en odio.

— ¡Pero si Jisung es un amor! — le defendió Mina.

— ¡Es un demonio con patas cortas!

— Bueno, ya comprendo lo que pasa. Te dejo para que medites sobre lo que sientes por el chico.

El pelinegro asintió y le dió las gracias, sin comprender lo que su madre había querido decir.

Paciencia - Minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora