Eʟ sᴇᴄʀᴇᴛᴏ ᴅᴇ sᴀʀᴀᴅᴀ

Esposa De uno o de otro

Sasuke y Sakura caminaban por el mercado de Konoha, con Sarada, aún atrapada en el cuerpo de un bebé, descansando en los brazos de Sakura. Habían salido a comprar lo necesario para cuidar de ella: pañales, leche, y otros artículos que Sarada, en su forma actual, necesitaba.

Sasuke, caminando al lado de Sakura, intentaba disimular su incomodidad. Aunque estaba acostumbrado a enfrentar todo tipo de enemigos, no podía evitar sentirse fuera de lugar mientras compraban cosas para bebés. Además, aún tenía el peso de lo que había escuchado entre Sakura e Itachi rondando en su mente. Los celos seguían presentes, aunque intentaba no mostrarlos.

—No puedo creer que estemos comprando cosas como estas —comentó Sasuke en voz baja, mientras observaba las botellas de leche que Sakura elegía.

Sakura se rió suavemente, mirando de reojo a Sasuke.

—Bueno, no es como si lo hiciéramos todos los días. Además, Sarada lo necesita —dijo mientras le sonreía a la bebé, que la miraba con ojos grandes y curiosos.

De repente, mientras caminaban por uno de los puestos del mercado, escucharon una voz familiar.

—Sasuke, Sakura.

Ambos se voltearon al unísono, y para su sorpresa, vieron a Fugaku Uchiha, el padre de Sasuke e Itachi, acercándose a ellos. Su expresión seria se suavizó al ver a su hijo y a Sakura juntos, con una bebé en brazos.

—Padre —murmuró Sasuke, sorprendido de encontrarse con él en medio del mercado.

Fugaku miró con atención a la pequeña Sarada, antes de levantar la vista hacia Sakura y luego a Sasuke.

—¿Así que siguen cuidando a esa bebé? —preguntó, aunque había un matiz de interés en su tono. Fugaku no era alguien que sonriera con facilidad, pero había algo en la escena que parecía agradarle.

Sakura, nerviosa, sostuvo a Sarada con más firmeza.

—Sí, señor Fugaku. Seguimos en busca de sus padres, pero no hay noticias... —respondió, tratando de mantener la calma bajo la mirada evaluadora de Fugaku.

El padre de Sasuke observó a Sakura por un largo momento, como si estuviera evaluándola. Luego, asintió con aprobación.

—Haces un buen trabajo, Sakura. —Sus palabras fueron directas y breves, pero en su rostro se dibujó una ligera sonrisa, algo poco común en él—. Ya sea con Itachi o con Sasuke, me agrada la idea de que seas parte de nuestra familia, Seras una Gran esposa.

Sasuke frunció el ceño ligeramente, sintiendo una punzada de incomodidad ante el comentario de su padre. ¿Parte de la familia con Itachi? pensó, su ceño profundizándose. Fugaku, como de costumbre, hablaba de manera directa, sin preocuparse demasiado por las implicaciones.

Sakura, por su parte, se sonrojó al escuchar las palabras de Fugaku, sin saber cómo responder a tal afirmación. Se esperaba que él fuera más severo o distante, pero en lugar de eso, parecía aprobarla abiertamente.

—Gracias, señor Fugaku... —respondió Sakura, sintiéndose extraña bajo su mirada.

Fugaku volvió a observar a Sarada con interés. Aunque no lo decía, parecía disfrutar la idea de que su nieta estuviera presente, incluso si no conocía la verdad detrás de su apariencia de bebé. Sin importar cuál de sus hijos fuera el futuro esposo de Sakura, parecía contento con la idea de que ella sería parte de los Uchiha.

—Es bueno ver que estás tan involucrado, Sasuke —dijo Fugaku, mirando a su hijo menor con una expresión que mezclaba aprobación y orgullo—. Siempre he pensado que Itachi tomaría primero la iniciativa en estas cosas, pero me agrada ver que tú también te preocupas por lo que realmente importa.

Sasuke solo asintió, sin saber muy bien cómo responder a eso. Fugaku rara vez le daba un elogio directo, y aunque la afirmación estaba dirigida a él, parecía tocar un tema delicado. Primero Itachi.... Su padre aún tenía a Itachi en alta estima, pero esta vez lo reconocía a él también.

—Espero que continúen cuidando bien de la niña —agregó Fugaku, lanzando una última mirada a Sakura antes de girarse para irse—. Ya sea como madre de los hijos de Itachi o de Sasuke, sé que estará en buenas manos.

Sakura se quedó congelada por un segundo, sin saber cómo interpretar el comentario, mientras Sasuke entrecerraba los ojos, claramente molesto por las palabras de su padre.

—¿Madre de los hijos de Itachi? —murmuró Sasuke para sí mismo, sus celos ardiendo nuevamente.

Sakura, intentando calmar la situación, lo miró de reojo.

—Sasuke, ya sabes cómo es tu padre. No lo dijo en serio... bueno, al menos no como tú lo tomas —dijo, tratando de aligerar el momento con una sonrisa, aunque también se sentía algo incómoda con las palabras de Fugaku.

Sasuke apretó los puños ligeramente, pero luego soltó un suspiro. Sabía que Fugaku no había querido hacerle daño con ese comentario, pero no podía evitar sentir que Itachi siempre estaba un paso delante de él en los ojos de su padre.

Sarada, desde sus brazos, miraba la situación con interés, procesando todo lo que ocurría. No puedo creer que abuelo Fugaku no sepa lo que realmente está pasando... y tampoco sé qué pensar de sus palabras sobre mamá y tío Itachi.

El encuentro con Fugaku les había dejado más preguntas que respuestas, pero una cosa era clara: no importaba cuál de sus hijos estuviera con Sakura, Fugaku la veía como una parte esencial del futuro de los Uchiha.