¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El Etihad Stadium era impresionante, Helena se mezcló como una aficionada más en el lugar y estuvo en la zona VIP, donde podía comer y beber algo antes de que comenzara el partido. Estaría sentada detrás del banquillo de jugadores y cuando terminaran el calentamiento se podría sacar una que otra fotografía con alguno de ellos.
Ella estaba ahí solo por una razón, Julián. Hace ya dos días que había llegado a Manchester y se había estado quedando en la residencia del argentino. La habían pasado bastante bien, el tiempo separados lo habían recuperado en esos dos días que ya habían pasado. Existía tanta confianza en ellos que dormían juntos sin problema alguno.
Helena ese día llevaba la camiseta del Manchester City con el dorsal 19 y en la parte de arriba del número decía, "J. ALVARES". El número que su mejor amigo ocupaba en el club ciudadano, Helena esperaba pacientemente el comienzo del partido, lo bueno es que nadie la reconocía y estaba agradecida de ello.
El partido comenzó y el Manchester City había comenzado bastante bien, tenían la posesión del balón como era costumbre y Julián se movía de un lado para el otro de la cancha. Helena sonrió divertida, su mejor amigo era bastante bueno para correr, era un jugador que podía jugar en varias posiciones e iba a rendir de todas maneras.
Julián la había estado pasando bastante mal en su llega al Manchester City, partiendo por el idioma que le a estado costando aprender inglés. Luego está el hecho en que él era titular indiscutible en River Plate y ahora era suplente en el equipo inglés, pasó de ser uno de los mejores de River a ser uno de los peores en el City.
La mayoría de los partidos él estaba sentado en el banquillo y algunas veces no lograba entrar. Helena siempre intentaba en darle ánimo a Julián y que cada oportunidad que el tenga de entrar en algún partido como titular la aprovechara al máximo, que no se diera por vencido tan fácilmente.
Helena sentía una emoción cada vez que Julián tocaba el balón o generaba una jugada de peligro, no fue hasta que una jugada de contraataque Julián terminó marcando el primer gol para el conjunto ciudadano y todo el estadio estalló en gritos de celebración.
Julián la buscó con la mirada hasta que la encontró, hizo su típica celebración de la araña y luego la señaló, le estaba dedicando el gol. Helena no pudo evitar sonreír, Julián le había dedicado muchos goles pero nunca se dejaba de emocionar por ello.
Muchas personas giraron sus cabezas a observarla, las miradas curiosas ibas todas dirigidas a ella. Estaba agradecida qué los empresarios no eran tan conocidos como lo eran los futbolistas o los actores, cantantes, lo que sea. Ahora se sentía un poco incómoda pero ya lo iba a superar.
El primer tiempo había terminado y con ello se vino el descanso, 15 minutos después los equipos habían vuelto a salir al campo de juego para comenzar la segunda mitad. El Manchester City logró marcar dos goles más pero a Julián le estaba costando marcar un segundo gol.
