Pov Liam.
-¿Lista?
Asintió agarrando firmemente el volante.
En qué te has metido, Liam.
Bufé y seguidamente agarré el casco que llevaba en la parte de atrás. Me lo coloqué ganándome una mirada fulminante de su parte.
-¿En serio? -enarcó una ceja.
-Solo es por si acaso -respondí restándole importancia -Vamos a hacer esto de una vez por todas... -murmuré mirando para el otro lado, evitando su mirada.
-¿Tan mal lo hago? -de repente preguntó con una voz inocente haciendo que me girara para poder verla -Digo, ya hemos hecho una vuelta ayer.
-Y casi chocas mi coche contra una farola -sus ojos brillaron y con eso esbozó una pequeña sonrisa -Pero...
-Lo siento -interrumpió educadamente por lo que por un momento me desconcentré -Tendré más cuidado, solo fue la emoción.
-Vale... -dije con el ceño fruncido, pero ella no me paraba de mirar con una sonrisa y lo peor era que no había dicho todavía nada en modo sarcástico.
-¿Te puedes quitar el casco, por favor?
-Eh... -hice el ademán de quitarmelo pero antes decidí preguntarle -¿Por qué estás tan cursi?
-¿Yo? -fingió sorpresa -Nah solo te lo estás imaginando.
-No has parado de sonreirme desde que hemos subido al coche.
-¿Qué quieres? ¿Que te insulte? -alzó las cejas -Yo no soy tan mala, deberías de saber eso.
-Bueno... -suspiré -Entonces te dejo conduci...
No pude ni acabar con la frase cuando pisó el acelerador y el coche salió disparado. Sentí terror al pensar que mi pobre coche se iba a ir a la ruina.
-¡Marielle! -grité horrorizado pero lo único que hizo fue reírse y seguir conduciendo por la gran pista -¡¿Estás loca?!
-Tranquilízate -su tono divertido era todo menos divertido para mi -Solo estoy conduciendo.
-¡Para el coche, Marielle! -La mano sobre mi pecho dramatizaba aún más el momento -¡Ahora mismo!
-¡Pero si estoy yendo a 40 km/h! -elevó su tono de voz mirándome y entonces vi como se iba a salir del carril.
-¡Mira delante tuyo, joder!
Giró su cabeza bruscamente y entonces empezó a frenar poco a poco hasta parar el coche. Mi respiración estaba acelerada, cerré los ojos por un momento y al abrirlos la miré incrédulo.
-Liam, es una pista vacía -explicó como si fuese lo más obvio de la vida. Sí, lo era, pero bueno -No pasa nada si me salgo del carril.
-¿Pero estás loca? ¿En qué estabas pensando? -me quejé enseguida.
-Eres un miedica, iba muy lento. Quien hubiera escuchado tus gritos pensaría que ibas dentro de un coche de la Fórmula 1. Vamos a ver, tú eres el loco aquí.
Ambos nos miramos fijamente hasta que sin pensarlo se acercó a mí y me arrebató el casco para tirarlo hacia la parte de atrás.
-Yo no puedo seguir haciendo esto, no con mi coche -dije indignado.
-No te atrevas, Carter -amenazó con el dedo índice señalando muy cerca de mi cara.
-Entiendo que estés muy emocionada pero primero te tengo que enseñar a hacer otras cosas antes de acelerar como una loca.
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¿Te odio?
RomanceQuién te diría que la persona que más detestas en tu día a día empezarás a verlo de una manera diferente. Las cosas no siempre acaban siendo lo que te esperas, entonces, me pregunté... ¿Realmente lo odio?