Pov Marielle.
Con mis magníficas ojeras fui a la cocina donde encontré a mi mamá preparando café.
-Buenos días.-dijo con una sonrisa.
-Buenos días –le devolví la sonrisa y me senté en la mesa frente a ella -¿Tienes el día libre?
-No, pero terminaré temprano.
-Genial.
-¿Pasó algo? Te veo un poco apagada.
El recuerdo del aroma de Liam invadió mi mente. Me aclaré la garganta tomando la taza de café que me acababa de dar mamá.
-No. Estoy bien, no te preocupes.
-¿Estás segura cariño?
-Sí –sonreí –De verdad lo estoy.
-Está bien –suspiró emocionada y pude ver la felicidad en sus ojos –Tengo algo que decirte, espero que te lo tomes bien.
-Cuéntamelo.
-Hace tiempo que estoy saliendo con alguien –soltó al instante sin darme tiempo a analizar sus palabras.
-¿Qué? –alcancé a decir.
-Nos conocimos en el hospital, es muy agradable. Tiene todo lo que siempre quise en un chico -No pude ignorar el brillo en sus ojos mientras hablaba de su posible nuevo novio.
-¿En serio? –pregunté perpleja.
Habíamos sido mamá y yo por mucho tiempo, no me esperaba eso para nada.
-Tiene un hijo, va a tu escuela.
¿Qué...?
-Esto no me está gustando...
-Probablemente no conozcas al chico, pero eso no importa, os conoceréis tarde o temprano.
-¿Por qué actúas como si te fueras a casarte o algo así? –fruncí mi ceño y ella sonrió.
-No me estoy casando, pero vamos en serio, así que hemos estado pensando en mudarnos juntos.
-¿Y por qué me entero de esto ahora? -Levanté una ceja.
-Porque queríamos asegurarnos de que las cosas entre nosotros se volvieran serias. El otro día me pidió que te llevara conmigo a cenar con ellos y luego nos mudaremos con ellos.
-Yo... realmente no sé qué decir -dije con incredulidad -¿De verdad no estás bromeando?
-No. Sé que puede ser difícil, pero merecemos algo mejor y tú lo sabes.
Miré el reloj y luego la miré.
-No tengo tiempo para pensar en esto. Tengo que irme -dije levantándome -Te veo luego.
-Que tengas un buen día.
-Lo mismo digo.
Agarré mi bolso y salí para tomar el autobús e ir a la escuela. No podía creerme que en, no sé cuánto tiempo, voy a estar viviendo con dos hombres que no conozco y que ni siquiera quiero conocer. No sé cómo no exploté de rabia enfrente de mamá pero tampoco quise arruinarle el buen humor que estaba teniendo.
Lo más probable es que en una semana me diga que las cosas entre ellos no funcionaron. Después todo volverá a la normalidad, estoy segura.
Mientras estaba sentada en el autobús sonó mi teléfono. Era Matteo.
-Buenos días -me escuché decir.
-Mira, lamento lo de ayer. No fui a la cafetería porque surgió algo, pero hoy te visitaré.
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¿Te odio?
RomanceQuién te diría que la persona que más detestas en tu día a día empezarás a verlo de una manera diferente. Las cosas no siempre acaban siendo lo que te esperas, entonces, me pregunté... ¿Realmente lo odio?