Pov Liam.-¡Marielle! -grité mirando mi reloj.
Esta tía tarda más que una tortuga.
-Qué impaciente eres -la escuché murmurar y entonces levanté la cabeza para verla bajar las escaleras.
Mis ojos se posaron en el vestido que llevaba puesto. Era negro, corto y cenido a su cuerpo. La había visto muchas veces arreglada pero nunca me había impactado tanto su belleza.
El sonido de sus tacones eran lo único que se escuchaba en el lugar. Camino hasta mi y me miró con una sonrisa.
-¿Lista?
-Sí, vámonos.
Caminó delante mío y entonces la seguí cerrando la puerta detrás nuestro. Fuimos hasta mi coche y cada uno subió a su asiento, durante el trayecto vi de reojo que no paraba de teclear en su móvil.
Cuando llegamos a la casa de Sarah, ya que ella era la que hizo la fiesta, encontramos a muchos universitarios y gente que no conocíamos. La música estaba a tope y el jardín estaba lleno de gente así que fuimos directamente a la cocina.
-Mira, allí están -murmuró Marielle a mi lado.
Matteo y Sarah estaban besándose, ella sentada sobre la barra y él entre sus piernas. Parecía que hagamos lo que hagamos no se iban a dar cuenta de nuestra presencia.
-Están muy ocupados -reí.
-No por mucho tiempo -dijo y sin previo aviso me tiró hacia dentro de la cocina.
Había más gente alrededor, nosotros no paramos en una esquina lo suficientemente cerca de esos dos y nos quedamos mirándonos.
-¿Empezamos con el primer paso?
-Haz lo tuyo Carter -murmuró.
Por un momento me iba a echar hacia atrás pero no me di el tiempo de pensar mucho y me incliné hacia ella. Mi mano se posó en su mejilla y nuestras miradas no se separaban. No fue un gran contacto pero en cuestión de segundo Matteo ya estaba caminando hacia nosotros, Marielle y yo nos separamos pero nuestras manos no.
-¿Qué es esto, Marielle? -preguntó con rabia mirando nuestras manos entrelazadas.
Sarah todavía estaba sentada como una tonta mirándonos con mala cara.
-¿Pasa algo, Matteo? -La voz de Marielle era suave y lenta, esa voz que da rabia sea quien seas.
Matteo tenía la cara como un cuadro y no lo culpo porque esto de Marielle y yo juntos no se lo cree nadie.
-¿Se puede saber por qué estabas apunto de besarlo? -espetó enfadado.
-No sé -se encogió de hombros con una sonrisa -¿Te importa?
Sarah al escuchar eso vino casi corriendo hacia nosotros. Matteo al notarla empezó a negar con la cabeza.
-Obvio que no. Solo que no me lo esperaba para nada.
-¿No te lo esperabas o te pone celoso? -Hablé esta vez yo. Tenía que empeorar la situación para tener más acción -No tengas vergüenza, Matteo.
Él iba a responder pero Sarah intervino con su voz chillona.
-¿Qué pasa aquí? -enarcó una ceja.
-Nos estamos divirtiendo -Marielle soltó con emoción mientras levantaba mi mano con la suya y la señalaba -No os estamos haciendo nada.
Acto seguido dejó un beso en mi mano que aparte de enfadar a Matteo, me dio un escalofrío a mi.
Pero vamos a ver, céntrate en la misión y déjate de mariposas en el estómago.
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¿Te odio?
RomantizmQuién te diría que la persona que más detestas en tu día a día empezarás a verlo de una manera diferente. Las cosas no siempre acaban siendo lo que te esperas, entonces, me pregunté... ¿Realmente lo odio?