Capítulo 9

20 8 0
                                    


Pov Liam.

-¡Marielle! -grité mirando mi reloj.

Esta tía tarda más que una tortuga.

-Qué impaciente eres -la escuché murmurar y entonces levanté la cabeza para verla bajar las escaleras.

Mis ojos se posaron en el vestido que llevaba puesto. Era negro, corto y cenido a su cuerpo. La había visto muchas veces arreglada pero nunca me había impactado tanto su belleza.

El sonido de sus tacones eran lo único que se escuchaba en el lugar. Camino hasta mi y me miró con una sonrisa.

-¿Lista?

-Sí, vámonos.

Caminó delante mío y entonces la seguí cerrando la puerta detrás nuestro. Fuimos hasta mi coche y cada uno subió a su asiento, durante el trayecto vi de reojo que no paraba de teclear en su móvil.

Cuando llegamos a la casa de Sarah, ya que ella era la que hizo la fiesta, encontramos a muchos universitarios y gente que no conocíamos. La música estaba a tope y el jardín estaba lleno de gente así que fuimos directamente a la cocina.

-Mira, allí están -murmuró Marielle a mi lado.

Matteo y Sarah estaban besándose, ella sentada sobre la barra y él entre sus piernas. Parecía que hagamos lo que hagamos no se iban a dar cuenta de nuestra presencia.

-Están muy ocupados -reí.

-No por mucho tiempo -dijo y sin previo aviso me tiró hacia dentro de la cocina.

Había más gente alrededor, nosotros no paramos en una esquina lo suficientemente cerca de esos dos y nos quedamos mirándonos.

-¿Empezamos con el primer paso?

-Haz lo tuyo Carter -murmuró.

Por un momento me iba a echar hacia atrás pero no me di el tiempo de pensar mucho y me incliné hacia ella. Mi mano se posó en su mejilla y nuestras miradas no se separaban. No fue un gran contacto pero en cuestión de segundo Matteo ya estaba caminando hacia nosotros, Marielle y yo nos separamos pero nuestras manos no.

-¿Qué es esto, Marielle? -preguntó con rabia mirando nuestras manos entrelazadas.

Sarah todavía estaba sentada como una tonta mirándonos con mala cara.

-¿Pasa algo, Matteo? -La voz de Marielle era suave y lenta, esa voz que da rabia sea quien seas.

Matteo tenía la cara como un cuadro y no lo culpo porque esto de Marielle y yo juntos no se lo cree nadie.

-¿Se puede saber por qué estabas apunto de besarlo? -espetó enfadado.

-No sé -se encogió de hombros con una sonrisa -¿Te importa?

Sarah al escuchar eso vino casi corriendo hacia nosotros. Matteo al notarla empezó a negar con la cabeza.

-Obvio que no. Solo que no me lo esperaba para nada.

-¿No te lo esperabas o te pone celoso? -Hablé esta vez yo. Tenía que empeorar la situación para tener más acción -No tengas vergüenza, Matteo.

Él iba a responder pero Sarah intervino con su voz chillona.

-¿Qué pasa aquí? -enarcó una ceja.

-Nos estamos divirtiendo -Marielle soltó con emoción mientras levantaba mi mano con la suya y la señalaba -No os estamos haciendo nada.

Acto seguido dejó un beso en mi mano que aparte de enfadar a Matteo, me dio un escalofrío a mi.

Pero vamos a ver, céntrate en la misión y déjate de mariposas en el estómago.

¿Te odio?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora