"El hermano menor, Megumi Fushiguro"
Parte Uno
Un Joven Señor ha de ser un hermano menor.
Un Joven Señor ha de guardar luto.
Un día gris era, un día tan helado que calaba hasta los huesos. En medio de la ventisca intensa que había comenzado apenas hacía unos minutos, un sirviente caminaba con pesar. El camino a la montaña era tan largo...
El fiel sirviente aún sentía el último rastro de calor de la menor.
La señorita había muerto.
«¿Cómo se lo diré al Joven Señor?», se preguntaba el conmocionado sirviente.
Se podría decir que el sirviente estaba pensando en miles de escenarios donde buscaba la forma de que la noticia no sonase tan fuerte. Pero era imposible y, además, el sirviente no podía pensar en nada más que en la sensación de la señorita en sus brazos.
¿Ya no volvería a discutir con la señorita sobre recetas?
Rio.
Él conocía a la muerte perfectamente, él sabía lo que era enfrentarse a la muerte gracias a la guerra. Aun así, por alguna razón, algo en él no terminaba de aceptar el reciente suceso.
Nuevamente, estaba en blanco.
Uraume enfocó su vista en el camino frente a él y no la desvió en ningún momento. Solo se dedicó a llegar a la mansión.
Y así, como si de un momento a otro se tratase, cuando Uraume salió de su ensoñación inerte, se dio cuenta de que ya estaba terminando de subir los escalones hacia la puerta torii. Manteniendo el ritmo de sus pasos, atravesó la estructura rojiza y se dirigió directamente a la puerta principal de la mansión.
Se detuvo abruptamente frente a la puerta y sintió retener el aire. Tomó aliento hasta que no pudo más y luego de un momento, lo soltó lentamente.
Finalmente entró y un pesar le llenó.
Suspiró por lo bajo y se dirigió a la biblioteca para avisar de su llegada. A esa hora el Joven Señor debería seguir con las lecciones teóricas.
—Gran Señor, Joven Señor —llamó en tono neutro frente a la puerta deslizante. Se había sentado sobre sus piernas y se encontraba realizando una reverencia—. He regresado. Traigo noticias.
—Puedes pasar —indicó el Gran Señor.
Uraume acató lo dicho y sin alzar por completo su rostro, deslizó la puerta con gracia y delicadeza, solamente con las puntas de sus dedos. El sirviente se mantuvo en la misma posición desde el pasillo y sintió haber perdido la voz al sentir las miradas de sus señores observándolo.
—¿Y bien? —cuestionó Sukuna—. Habla, Uraume.
El sirviente abrió ligeramente su boca y buscó las palabras para dar a conocer lo reciente, pero no salían. ¿Por qué era tan difícil?
Megumi y Sukuna se percataron del vacío en la mirada del sirviente, lo que resultó extraño para ambos y, a su vez, Megumi sintió una espina encajarse en su pecho.
Unos ojos claros se encontraban carentes de brillo en ese mismo momento. Reflejaban un pesado sentimiento que Megumi no se atrevía a describir en palabras, no podía. Los ojos del sirviente parecían encontrarse absortos en algún punto del tatami de la biblioteca.
—¿Cuáles... son las noticias, Uraume? —preguntó Megumi, siendo un poco cauteloso con las palabras.
Algo en su pecho casi le hizo retractarse de su pregunta por el temor a saber aquello que provocaba tal expresión de pesadumbre en el sirviente, que siempre mantenía una sonrisa inmutable.
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El Gran Señor y la Ofrenda | SukuFushi
FanfictionEn el pueblo guerrero de Ryoh, un niño debía ser ofrecido al Gran Señor como ofrenda. El niño, Megumi Fushiguro, es desposado por el Gran Señor, Sukuna Ryomen. 》 AU Histórico 》 Amo x Ofrenda; Romance 》 Age Gap; Grooming 》 Boys Love; Personajes Inter...