Capítulo 25: El Amanecer de un Nuevo Reino

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Parte 1: El Inicio del Fin

Las primeras luces del alba rompían en el horizonte, iluminando el campo de batalla cubierto de cuerpos y escombros. La nieve, teñida de rojo, crujía bajo las botas de los soldados que seguían combatiendo en medio del caos. La batalla entre las fuerzas de Serik y los leales al norte se había extendido más allá de lo que nadie había previsto.

Serik, desde lo alto de una colina, observaba con creciente frustración cómo sus tropas se debilitaban. La resistencia de los nobles del norte era más feroz de lo que había imaginado, y aunque sus hombres luchaban con fiereza, cada minuto que pasaba les acercaba más al colapso.

A su lado, Lord Elinar permanecía en silencio, consciente de que la situación estaba empeorando.

—Si no logramos quebrar su línea pronto, tendremos que retirarnos —dijo Elinar finalmente, su tono severo.

Serik frunció el ceño. Retirarse no era una opción. No después de haber llegado tan lejos, no cuando estaba a punto de consolidar su poder sobre Tenebra.

—No retrocederemos —respondió con una dureza implacable—. Aún no. Daremos un último golpe. Y esta vez, aplastaremos a esos malditos leales.

Parte 2: La Última Esperanza

En el lado opuesto del campo de batalla, Sir Haldric observaba a sus hombres luchar con una determinación feroz. El norte no se rendiría, no mientras quedara un solo hombre en pie dispuesto a defender su libertad. A su lado, Lord Doriany Lady Eveline coordinaban los ataques, manteniendo el orden en medio del caos.

—Han comenzado a tambalearse, dijo Dorian, señalando el flanco derecho de los Valkar. Podemos empujarlos hacia la colina y atraparlos ahí.

Eveline asintió, su mirada llena de resolución.

—Este es el momento —dijo ella—. Si logramos romper su formación, los forzaremos a retroceder y nos haremos con la victoria.

Haldric miró a sus compañeros, sabiendo que este sería el último y decisivo esfuerzo.

—Por el norte —dijo con voz firme, levantando su espada—. ¡Por Tenebra!

Los soldados respondieron con un rugido ensordecedor, mientras se lanzaban de nuevo a la batalla.

Parte 3: El Juego de la Dama

Mientras la batalla continuaba, La Dama de las Serpientes movía sus piezas desde las sombras. Desde que los Valkarhabían tomado Salviorum, había jugado un delicado juego de supervivencia, asegurándose de que ningún bando confiara completamente en ella.

Pero ahora, con la guerra alcanzando su clímax, sabía que era el momento de hacer su jugada final.

Con sigilo, envió un mensaje a los gremios, aquellos comerciantes poderosos que controlaban el flujo de suministros en todo el reino. Sabía que su apoyo sería decisivo, y también sabía que Serik estaba perdiendo su influencia sobre ellos.

El mensaje era claro: "Si los gremios apoyan al norte, obtendrán el control absoluto del comercio bajo el nuevo reinado."

Era una promesa peligrosa, pero la Dama sabía que los gremios estaban desesperados por mantener su poder. Y en tiempos desesperados, las promesas pueden cambiar el curso de una guerra.

Parte 4: El Contraataque de los Gremios

En Velorn, los líderes gremiales recibieron el mensaje de La Dama de las Serpientes con una mezcla de sorpresa y alivio. Lorthas, el líder de los gremios, sabía que estaban en una encrucijada.

Las Llamas del Poder: El Reino del ZorroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora