17.

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kuroo y saito se sentaron en la cama de esta. Kuroo no podía ignorar el hecho de que estaba llorando, se tapaba su cara con ambas de sus manos, mientras mantenía su cabeza baja. -kuroo..- saito no sabía muy bien que pasaba, pero estaba segura que tenía que ver con kenma. Se puso de pie y de un cajón saco una bolsa de dulces y algunos pañuelos. -ten- estiró su mano dándoles ambas cosas.

Kuroo solamente quitó una de sus manos para agarrarlas y ponerlas a un lado, levanto su cabeza y tratando de no hacer contacto visual agarro uno de los pañuelos y se limpio.

-..¿Que paso?.. t-tu- empezó a temblar mucho de sus manos y sus piernas no dejaban de moverse. -¿Quieres hablar sobre lo que pasó allá afuera?- bajo la cabeza ya que sentía que el estaba evitando su mirada.

Kuroo ni siquiera la conocía, no estaba segura de querer decirle, pero todos los sentimientos que tenía ahora lo estaban consumiendo y destruyendo. -me gusta..- saito queriendo voltear solamente asintió. Realmente estaba sorprendida, ella siempre pensó que kuroo era demasiado hetero para kenma. -me gusta kenma- dijo finalmente, soltó un gran suspiro y sintió un peso bajar de su espalda.

-esta bien eso- amigablemente subió la mirada, la rubia y el se miraron incómodamente a los ojos. -estoy segura que le gustas tambien- sonrió levemente, las piernas de la rubia dejaron de sacudirse y sus manos se tranquilizaban poco a poco.

Kuroo sabía que no. -no.. creo que.. ¿me rechazo?- dudo de aquello último que dijo. ¿Realmente kenma lo había rechazado? Solamente huyo de ahí, lo cual no era raro siempre escapaba cuando no sabía que hacer o reaccionar. -no lo se, fue raro, bueno.. ni siquiera termine de decírselo jaja..-

-kenma volverá y entenderá- dijo confiada mientras le daba uno de los dulces. -Tu.. ¿Estás bien?-

Kuroo pensó un rato. Miro hacia el techo. -[ kenma.. ]- miro hacia un lado. -supongo que no, pero se que kenma me ayudara a estarlo- sonrió.

Los dos siguieron comiendo dulces, ninguno hablo durante ese rato aún no se conocían mucho entre ellos así que, era incómodo que uno hablara, pero les agradaba estar en silencio y comer dulces.

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-¡Oye niño ya, sal del baño quiero entrar!- grito una señora. No hubo respuesta. -chamaco canijo- susurro y se fue enojada.

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i guess this Is love.. (Kuroken)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora