Debajo de lo Debajo

8 Verdad Y Reconciliación

8: Verdad y reconciliación
N/A: Bueno, aquí está el capítulo 8. ¡Muchas gracias por la cálida recepción del último capítulo! Lo dije allí y lo diré aquí: ¡realmente disfruté escribirlo!

Este capítulo, sin embargo... voy a ser franco. No estoy contento con él. Tuve un terrible caso de bloqueo de escritor al intentar escribirlo. Creo que el problema es que no soy muy bueno escribiendo argumentos. De todos modos, hubo partes de este capítulo que disfruté escribir. Por ejemplo, este capítulo realmente hace que la trama avance, ya sea que se note de inmediato o no. Créanme, lo hace. Espero que lo disfruten de todos modos, es un capítulo bastante grande, de alguna manera el más grande hasta la fecha, y hay mucha interacción y desarrollo de personajes.

Y para que todos lo sepan, este será el último capítulo de la encuesta, ¡así que voten!

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Naruto cerró de golpe el pesado tomo que tenía en las manos y se desplomó sin vida en el respaldo de su silla. Le dolía la cabeza, tenía los hombros tensos y los ojos secos. Un cosquilleo persistente en la garganta indicaba que también tenía una sed terrible. Kami, realmente necesitaba empezar a cuidarse mejor. Incluso con todo su entrenamiento y toda su legendaria resistencia, seguía siendo humano. Y evidentemente, susceptible a los libros.

¿De quién fue la estúpida idea de recorrer la biblioteca en busca de un camino a casa?

Ah, cierto.

Naruto suspiró profundamente mientras se masajeaba los cansados ​​ojos azules. Había estado haciendo esto todas las noches durante la última semana. Durante las últimas tres semanas, en realidad. Tres semanas y ningún progreso. Solo una semana más y su mandato obligatorio en Beacon terminaría. ¿El tiempo siempre pasaba tan rápido?

Como Naruto había sospechado desde el día en que le hicieron la oferta, sería una partida difícil. Se había vuelto muy cercano a su equipo. Incluso había cimentado una estrecha amistad con los miembros del Equipo JNPR.

Naruto miró la pila de libros que tenía a su lado. Odiaba esos libros. Representaban horas de tiempo perdido. Horas de su tiempo perdido. Sintiéndose inusualmente vengativo, arrojó su texto más reciente a la enorme pila. Chocó con un fuerte golpe y aterrizó en una pila adyacente más pequeña.

Naruto gruñó, sacó la lengua y sopló una serie de frambuesas húmedas hacia el montón de libros sin vida.

"¿Qué estás haciendo?", dijo Blake con voz poco impresionada. Frente a Naruto, su compañero de equipo estaba recostado en un cómodo sofá de gamuza, similar al de su primer encuentro hacía más de un mes. En su mano había un grueso libro de tapa dura verde que sostenía partido por la mitad.

Ah, cierto.

Blake había decidido acompañarlo esa noche. Dijo que necesitaba escapar de la locura de las dos hermanas. Esta no era la primera vez que la pelinegra se unía a él en la biblioteca, aunque no era algo habitual. Era esporádico en el mejor de los casos, si Naruto tuviera que decirlo.

—No es mi culpa —gruñó Naruto. Se movió incómodo en su silla acolchada, buscando una nueva posición—. Esta porquería es tan seca ... Me distraigo con la mitad de las oraciones que leo, así que cuando llego al final de la página, ¡tengo que volver a leerla toda!

Blake riéndose suavemente, levantó una ceja delicadamente y dijo: "Lo siento, pero eso suena literalmente como si fuera tu culpa. No tienes que leer toda la biblioteca en el próximo mes".

No, tenía que leer toda la biblioteca en la siguiente semana.

Bueno, en realidad no. Quizás haya exagerado un poco. Cuanto más pensaba Naruto en ello, más aceptaba que, si bien su límite de tiempo mínimo en Beacon terminaría en una semana, era solo el tiempo mínimo que debía quedarse. En teoría, podía quedarse más tiempo si lo deseaba. Diablos, Ozpin sin duda quería que se quedara más tiempo. Indefinidamente, si el hombre se salía con la suya.