Día 5
Pareja: GoNana
Etiquetas: Matrimonio | Festival de Invierno | Feria de invierno | Fuegos artificiales | Hijos |
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El inicio del festival de invierno en Tokio comienza con una mágica transformación de los paisajes, donde la nieve cubre los templos, los edificios y los jardines, creando un lienzo inmaculado y de ensueño. Las luces brillantes de los adornos festivos iluminan las calles, reflejándose en las estatuas de hielo y las esculturas de nieve que los artistas locales creaban con gran esmero. El aire se llena de aromas deliciosos, desde el sabor a dulces tradicionales como el mochi hasta el cálido vapor de los puestos de comida que ofrecen takoyaki y yakitori. A medida que cae la tarde, los murmullos de la multitud se mezclan con risas y música en vivo, mientras las familias se reúnen para disfrutar de juegos y actividades, creando un ambiente armonioso y dedicado a la celebración que marca el inicio de esta mágica temporada invernal. Es un ambiente ideal para pasar tiempo en familia y para la familia Gojo no es la excepción, este momento es aún más especial porque se trata del primer festival al que su adorada hija asistirá.
— ¿Metiste todo lo que te dije en la pañalera? — Kento quería asegurarse de llevar todo lo necesario para Sayuri y habiendo encomendado la tarea al olvidadizo de su esposo temía dejar algo imprescindible.
— Si, todo lo de la lista está en la bolsa. — respondió Satoru mientras acaba del armario el conjunto que la pequeña vestiría para tan conmemorable ocasión. El conjunto de elección consiste en un pijama completo de osito, el cual incluye un gorrito con orejitas, guantes a juego que simulan las patas de un oso y zapatitos de igual temática, una preciosidad desde cualquier ángulo y es que para Satoru es importante que su hija siempre se vea perfecta y adorable.
— ¿Seguro que quieres que lleve eso? — Kento terminaba de secar a la pequeña luego de su baño tibio y relajante.
— ¿Prefieres este o el de panda? — sacó el conjunto del cajón de cosas que Kento había dejado en claro que no le pondría a la pequeña por ningún motivo.
— Ugh... Bueno, mejor el primero. — Satoru le entregó el conjunto y se sentó a un lado para ayudar a entretener a la pequeña de poco más de un año de edad.
— ¿Estás emocionada por tu primer festival, princesa? — jugaba con las manos de la pequeña, las risas en la habitación resonaban como la más dulce sinfonía para los orgullosos padres.
Kento pronto terminó de vestir a su adorable pequeña, que lucía miles de veces más adorable según Satoru, y aprovechando la tranquilidad de la niña no perdieron el tiempo y le tomaron cientos de fotos en un instante. Como era de esperarse, Sayuri gozaba por la atención de sus padres y las divertidas expresiones de Satoru.
— Ya está todo listo, es hora de irnos. — dijo Kento mientras Satoru cargaba a la pequeña.
Ambos padres se pusieron sus abrigos y bufandas, acomodaron el suéter de la pequeña y salieron rumbo a la feria local. Dado que viven en el centro de Tokio fueron caminando, no les tomó más de quince minutos llegar al lugar, a medida que avanzaban las decoraciones se hacían cada vez más vistosas y llamativas y Sayuri parecía sorprendida de ver todo aquello, cada movimiento, cada decoración hacía ver de un lado a otro ante la atenta mirada de sus padres, quienes no podían con la ternura que sus expresiones y reacciones les causaba.
— Eres tan adorable, Sayu. — Satoru besó la mejilla de la bebé, quien rio por las cosquillas causadas. — Desearía que te quedarás así para siempre. — las pequeñas manos de Sayuri fueron a la mejilla de su padre como si buscara reconfortarlo.