Día 8
Pareja: SatoSugu
Etiquetas: Omegaverse | Embarazo Masculino | Día de compras | Romance |
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— Satoru, ¿Tienes la lista? — preguntó el omega mientras entraba al centro comercial de la mano de su alfa.
Suguru un omega de 25 años, lucía con orgullo el abultado vientre de poco más de cinco meses de embarazo, a su lado iba su despistado y adorable alfa, Satoru de 26 años. Acababan de terminar su mudanza, por lo que esta era su primera vez haciendo compras para el hogar y Suguru en su afán de no gastar más de lo necesario, había hecho una lista con las cosas que necesitaban tanto para el bebé como para la alacena de las siguientes dos semanas.
— ¿Cuál lista? — preguntó Satoru mientras veía las vitrinas de la tienda departamental.
— ¿Cómo que cuál lista? ¡No me digas que la olvidaste!— frunció un poco el ceño. — Te dije anoche que guardaras, ahí están las cosas que necesitamos para la habitación del bebé y la despensa, no podemos excedernos en este momento. — Suguru se detuvo sin previo aviso, haciendo que instintivamente Satoru se girara para ver si algo le había sucedido.
La expresión de molestia de Suguru era bastante adorable y más que causarle preocupación a Satoru, la sensación de querer consentir a su lindo y embarazado omega solo se hacía más fuerte.
— ¿Cómo crees que la iba a olvidar? Solo estaba bromeando, la tengo aquí mismo. — de su bolsillo sacó la hoja de papel donde estaban las cosas que necesitaban. — ¿Quieres ir a la tienda departamental primero? Así vemos con más calma las cosas para la habitación, y ya luego vamos al supermercado. — se acercó a besar la frente del azabache que ya lucía más relajado.
— Primero las cosas del bebé, luego vamos por comida y terminamos con la despensa. — susurró Suguru mientras tocaba con delicadeza su vientre. — Sabes que tu hijo exige bastante comida y tú no me soportas cuando tengo hambre. — una suave risilla hizo eco en los oídos del albino, quien lo miraba divertido y como no hacerlo si desde que se enteraron del embarazo Satoru había tenido que salir en más de una ocasión a mitad de la noche a buscar los extravagantes antojos de su pareja, pues lidiar con su mal humor por ellos era un verdadero caos, desde llantos hasta pucheros, el azabache era una verdadera caja de sorpresas en esos momentos.
— Cómo tú digas, cielo. — se dio la vuelta y con ternura pasó su mano por la cintura del más bajo para continuar caminando.
Al entrar a la tienda departamental, los ojos de Suguru se iluminaron al ver la sección de bebés, había tantas cosas hermosas y adorables que de un momento a otro se olvidó de la lista que había hecho, quería muchas cosas que no estaban contempladas en ella y Satoru no era quien para negarle algo a su adorable omega.
— Satoru, mira esta cuna. — era una cuna de estilo clásico en color blanco que tenía un cambiador y sobre esta estaba un adorable móvil que incluía unos lindos ositos y una caja musical, además estaba decorada con protectores para evitar que el futuro bebé se lastimara. — ¿Qué te parece? ¿Te gusta? — su aroma a albaricoque y grosellas flotaba en el aire en una clara señal de su emoción, y no solo eso, el brillo en su mirada y el tenue color rosa que teñía sus mejillas daba una imagen encantadora.
— Es muy linda, se verá perfecta en la habitación. — las comisuras de su boca se curvaron dejando ver una agradable sonrisa, para Satoru no había nada más importante que la felicidad de Suguru y por supuesto, ningún precio era demasiado para cumplir dicho cometido. — La llevaremos, pero aún hay más cosas que agregaremos. — se giró hacia la dependiente que admiraba embelesada la romántica escena.