ฺ݊◷໋͓֡🎟️᭄𝒟𝚎𝚜𝚙𝚞𝚎́𝚜 𝚍𝚎 𝚝𝚒🎻ཻུ𖢻ֹֺ໋᳝·݊

La elección del corazón

El cielo había sido testigo de tantas cosas: amores, traiciones y destinos entrelazados. Azrael, sintiendo el peso de su elección, se encontraba en la encrucijada de su vida. A pesar de la conexión que había desarrollado con Joel, el eco de su encuentro con Leroy resonaba en su corazón, recordándole lo que había perdido y lo que aún podría recuperar.

Mientras volaba hacia el lugar donde había sentido la presencia de Leroy, una mezcla de ansiedad y determinación lo acompañaba. Recordaba fragmentos de su pasado, destellos de un amor que había sido borrado. Sabía que si se acercaba a Leroy, podría reavivar aquel recuerdo, pero también sabía que el riesgo de perder a Joel era inminente. Aun así, algo lo empujaba hacia adelante.

Finalmente, llegó a un claro iluminado por la luz de la luna. Allí, en medio de la bruma etérea, estaba Leroy, con sus alas resplandecientes y una tristeza profunda en sus ojos. En cuanto sus miradas se encontraron, Azrael sintió cómo el tiempo se detenía. Era como si, en ese instante, todo lo que había olvidado regresara con la fuerza de una tormenta.

—Azrael —dijo Leroy, su voz un susurro que resonaba en el alma de Azrael—. Te he estado esperando.

—Leroy… —Azrael sintió que las palabras se atascaban en su garganta, pero la emoción lo invadió. Recordaba la conexión, el amor que había compartido antes de que todo se desvaneciera. Era un amor profundo, verdadero y lleno de promesas.

A medida que se acercaba a Leroy, los fragmentos de su memoria comenzaron a unirse. Recuerdos de risas compartidas, de noches estrelladas y de momentos que había creído perdidos comenzaron a tomar forma en su mente. El amor que había sentido por Leroy era un fuego que nunca se había apagado, y la verdad se manifestaba con claridad.

—He estado buscando respuestas —dijo Azrael, su voz temblando—. Mi corazón estaba dividido, y aunque el amor de Joel es real, siento que tú eres la parte que me falta. Siento que nuestro amor es algo que nunca debí olvidar.

Leroy lo miró con anhelo, su rostro iluminado por la luz de la luna.

—Nunca dejé de amarte, Azrael. Mi corazón ha estado esperando el momento en que volvieras a mí. No sabía si alguna vez recordarías, si tendrías la oportunidad de elegir.

La intensidad del momento lo envolvió. Azrael sintió que la conexión con Leroy era el ancla que necesitaba para sentirse completo. En el fondo de su ser, sabía que había tomado la decisión correcta.

—He estado buscando, y he tomado mi decisión —dijo Azrael, acercándose más a Leroy—. Quiero volver a estar contigo. Quiero recuperar lo que perdimos, y enfrentar nuestro destino juntos.

En ese momento, un brillo intenso iluminó el cielo, y Azrael sintió cómo el hechizo que había mantenido su memoria a raya comenzaba a desvanecerse. La luz del amor entre ellos se intensificó, y el pasado que había sido borrado empezó a regresar en oleadas, trayendo consigo todas las memorias compartidas, los momentos de alegría y el dolor de la separación.

Al otro lado del cielo, Joel sintió un estremecimiento en su corazón, una conexión con Azrael que lo llevó a buscarlo de inmediato. Pero al llegar al claro donde estaban Leroy y Azrael, el impacto de lo que vio lo golpeó como un rayo. Allí estaban, juntos, su amor resplandeciendo con una intensidad que no había visto antes.

—Azrael —dijo Joel, su voz quebrada por la sorpresa—, no puedes hacer esto. ¡Nuestro amor es real!

Azrael se volvió hacia Joel, sintiendo una profunda tristeza por lo que estaba a punto de hacer.

—Lo sé, Joel. Mi amor por ti ha sido sincero, pero no puedo ignorar lo que siento por Leroy. He tomado mi decisión.

Leroy tomó la mano de Azrael, y juntos sintieron cómo la luz que los rodeaba crecía más fuerte. Era un amor renovado, un amor que desafiaba el tiempo y el olvido. El hechizo de Dios, que había intentado separarlos, ahora se desvanecía, liberando las memorias y el amor que una vez compartieron.