Los ojos del alma

Capitulo 022.

Estaba peinando su pelo cuando Xichen toco a su puerta diciendo el típico apodo que ahora tanto le gustaba oír de él. Corrio para abrirle.

Había aceptado tener una cita y no podía decir que no se sentía nervioso, sería la primera vez que saldrían juntos como pareja, y debido a ello, no dejaba de preguntarse a donde irían, Xichen no le había dado muchos detalles, tan solo que quería molestarle algo.

¿Qué exactamente?

Lo jalo del brazo y cerró la puerta con rapidez antes de conducirlo hacia la cama, lo obligo a sentarse, y una vez que lo tuvo frente a él, comenzó a bombardearlo con preguntas.

−¿A dónde iremos?, ¿Debería ponerme algo más elegante?−

−Podemos ir a donde tu quiera, pero antes de volver te enseñare algo−

−Necesito saber cómo debo vestirme, ¿Es algo formal? ¿Casual− miro sus opciones extendidas en el colchón, detrás del castaño? No había llevado consigo ningún traje −¿Por qué tanto miedo?, ¿Es una especie de lugar secreto?− Xichen dejo escapar un sonido de burla, que provoco en A-Cheng una mueca de molestia.

−No es nada especial− respondió, pidiéndole con su mano que se acercara a el −Pero es parte de lo que soy ahora−

Cuando pudo sentirlo cerca, busco la manera de tumbarlo sobre el en la cama. Ahora el castaño descansaba su espalda en el colchón con Wanyin sobre él.

−Ahora tengo más curiosidad− Xichen le dejo ver una pequeña sonrisa, de las pocas que podía apreciar.

Movió su brazo hacia la espalda del joven, descubriendo nada más que piel. Wanyin no tenía camiseta y tampoco llevaba pantalones. La ropa que pensaba ponerse estaba arrugada justo debajo de ellos.

−Wanyin, ¿Acaso estas...?−

−Desnudo, todo, todito− bromeo, luego dejo salir una carcajada la ver la expresión preocupada de Xichen −No es cierto, llevo ropa interior. Toca−

Condujo su mano hacia su muslo, donde Xichen pudo sentir una fina tela bajo sus dedos.

En otras circunstancias, Wanyin hubiera puesto el grito en el cielo como aquella ocasión cuando le pidió irse porque iba a cambiarse, pero ahora Xichen era su novio y no podía mostrarse tímido si quería enseñarle al castaño que salir con un chico no tenía que ser complicado.

−¿N-no tienes frio?−

−La calefacción esta encendido− respondió con simpleza. A-Cheng hundió la cabeza en su cuello −Tu corazón late más rápido−

−Solo ponte algo, no es ninguna comida elegante no nada parecido− se levantó casi con prisa, dejando que A-Cheng cayera con cuidado en el colchón, y camino hacia la puerta −Te espero en la sala en media hora−

Huyo del lugar.

Bastaron quince minutos para que estuviera listo. Cuando salió hacia la sala encontró a Xichen hablando con Wen Qing en la cocina, no quiso interrumpir porque parecia ser serio, los dos hablaban en un volumen más bajo de los habitual.

−¿Llevaras a Wanyin?−

−Si− Wen Qing dio un suspiro de aceptación.

−Solo de imaginarte volviendo a ese sitio...−

−Siento que ahí puedo hablarlo, déjame hacer esto−

Wen Qing no respondió, pues fue en ese momento que se percató de la presencia de Wanyin en la sala. Lo saludo desde detrás de la barra de la cocina, agitando una cuchara que utilizaba para su café matutino.